dos

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Son las 11 a.m y estoy guardando la compra del supermercado en el auto.

Jonan hoy se ha ido a trabajar con un colega así que me ha dejado el carro a mi, aproveche el momento ya que no tenía clases (y tampoco había comida en casa) para venir a hacer las compras. Una vez que terminó de vaciar el carrito cierro la puerta trasera y me dirijo hacia la puerta del piloto, prendo el auto y salgo del estacionamiento.

Conduzco tranquilamente por toda la ciudad y paso por el trabajo de Jonan, en el patio de la entrada estaba él con el chico que lo pasó a buscar a la mañana fumando y hablando un poco, supongo que de asuntos de trabajo. Dejo de verlo y continuo mi camino a casa. Una vez en el estacionamiento del edificio comienzo a sacar las bolsas de la cajuela, mis manos están llenas y aún me quedan más, supongo que debo hacer dos viajes hasta el apartamento. Como puedo cierro la cajuela y comienzo con mi travesía.

Luego de dos subidas y bajadas, algunos choques y jadeos dejo todas las compras en la cocina. La próxima vez debo llevar a Jonan o alguna de mis amigas para que me ayuden con todo el peso. Mientras comienzo a guardar lácteos y carnes en el refrigerador para que no pierdan su cadena de frío comienza a sonar mi teléfono. Atiendo y sostengo el móvil con mi hombro

-Hola, chiqui

-Hola, peque -Jonan me contesta desde el otro lado de la línea- Iré a casa un poco más tarde ¿esta bien? -pregunta

La verdad Jonan casi siempre cumple su horario a pie de la letra, no suele hacer horas extras a menos que sea muy necesario o una emergencia.

-Claro, está bien ¿pasó algo? -le preguntó

-No, no. De hecho tengo que ayudar a Alex con un caso, solo por eso. Ya sabes se separó hace poco y está algo perdido con todo -me explica desde la otra línea, ahora entiendo porque los ví juntos hace un rato.

-Oh, no sabía de eso. Hace un rato fui al supermercado y pasé por tu trabajo y los ví, supongo que estaban hablando de esto. No te hagas problema Jonan, ayudalo con lo que puedas.

Jonan es un ser humano hermoso y super bondadoso, tal vez no pueda solucionar sus problemas pero al menos acompañarlo en este momento difícil para él.

-Haré lo que pueda -me contesta- ¿Has comprado tu sola? -pregunta.

Al ser el más grande y encargarse de que todo esté en la casa a mi disposición Jonan suele ir al supermercado a hacer las grandes compras mientras yo hago las del día a día.

-Jon, hacían falta un montón de cosas y ya voy a cumplir 22, creo que puedo con una compra de supermercado. Traje muchas cosas, incluso llené el auto. -le recrimine mientras guardo los últimos productos en las alacenas.

-Ya sé, lo sé. Solo que es mi responsabilidad y tu tienes que concentrarte en estudiar. -De hecho así comenzó todo.

-Ya, fue solo una hora y media, no voy a ser Einstein en ese tiempo. Cálmate

-Bien, perdón. ¿Qué comerás? -suelta cambiando el tema.

-Compré espaguetis de espinaca, tenía planeado hacerlos con cherrys y albahaca. -le comenté, la verdad era algo fácil y rico- ¿Quieres eso de cena o ..? -no termino mi pregunta cuando él ya me está contestando.

-No, eso está genial. -responde- Debo volver al trabajo, cualquier cosa te llamo o te envio un mensaje

-Ok, si quieres invita a tu amigo a comer, quizás lo necesita -sugiero, de todas maneras Alex debe dejar a Jonan en casa.

-Sí, luego le diré. Nos vemos, peque. -me saluda.

-Adios, Jon.

Cuelgo la llamada y me dispongo a cocinar antes de que sea muy tarde.

ENTRE LA LEY  |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora