MARATÓN 3/3
-Oh, amor.
Joder, se supone que deberíamos ser silenciosos.
Me abalanzo sobre sus labios y beso a Jonan callando sus gemidos, y los míos también.
Nuestras lenguas se entrelazan entre ellas y sus manos fijan el agarre en mi cadera marcando el ritmo de ella. Cuando elevo mi cuerpo Jonan se encarga de que las leyes de la física se cumplan y me hace bajar bruscamente sobre su polla una y otra vez.
-Oh, Jo -chillo cuando sus caderas se elevan y toca mi zona sensible, vuelve a hacerlo y deshago el beso para reposar mi cabeza sobre su pecho. Sin embargo parece no gustarle y tira contra el volante del auto- Bruto.
-Te encanta que lo sea, bebé.
Nuestras caderas quedaron posicionadas en un ángulo en el que podía enterrarse aún mejor en mi interior y comenzó a taladrarme nuevamente. El volante es el objeto que impide que mi cuerpo se desmorone.
Sosteniéndome de unos de sus brazos comienzo a saltar nuevamente marcando un ritmo rápido.
Los gruñidos de Jonan no tardan en llegar y mis gemidos son liberados continuamente. Hacerlo en el coche es genial.
-Mierda, me aprietas tan bien -gruñe y tira su cabeza hacia atrás. Por más que nuestros cuerpos parezcan desvanecidos sigo moviéndome sobre él- Voy a venirme.
Asiento y muerdo mis labios. Está muy cerca, lo siento muy cerca.
Mi coño palpita y su polla me atraviesa varias veces más antes de embestirme hasta lo más profundo de mi interior y correrse.
Un gran suspiro sale de mi boca tratando de controlar la maratón por la que está atravesando mi corazón. Cierro los ojos y me recuesto completamente sobre el volante para recomponerme.
Las manos de Jonan acarician mis piernas y brazos de manera dulce, aún con él dentro de mí se acomoda y me deja recargada en su pecho en donde se aferra a mí.
Dejo que la tranquilidad del momento nos absorba completamente por unos instantes y me permito ser mimada por mi hombre.
-¿Estás segura de que no quieres volver a casa a seguir con esto? -rio sobre su pecho y niego.
-No trates de seducirme, prometí ir -respondo separándome de su pecho. Les prometí a las chicas verlas tan pronto volviera de viaje y además tengo que darles sus regalos.
-Puedes decirles que te sientes mal -sugiere.
-No va a pasar, Jonathan.
-De acuerdo, Katherine -dice cuando me toma de la cintura y aleja nuestros cuerpos produciendo que su polla salga de mí, jadeo ante el vacío que se produce- Aún tienes tiempo para pensarlo.
《Deja de pensar en sexo. Enfocate》
Creo que es la primera vez que mi subconsciente dice algo totalmente afortunado para la situación.
-Solo serán unas horas -le digo una vez que me encuentro en el asiento del copiloto- Volveré para dormir contigo y con el otro.
Jonan atrapa mi cabello en su puño y estalla su boca contra la mía. Es uno de esos besos posesivos que gritan eres mía, mía, mía.
-En serio, amor, no quiero dejarte por mucho tiempo -su tono es como el de un niño pidiéndole a su madre que no lo deje solo y eso hace crujir a mi corazón- La próxima diles que vayan a casa.
A Jonan nunca le agradó mucho la idea de un grupo de adolescentes sueltas por la casa aunque sea por pocas horas. Las pijamadas con las chicas siempre era un tema de discusión cuando estaba en la escuela.
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ENTRE LA LEY |+18|
Teen FictionLa vida adulta trae responsabilidades y Jonan lo sabe muy bien. Por las diversiones y los excesos en los inicios de su juventud termina siendo tutor de una pequeña Katherine, y sin darse cuenta el castigo termina siendo lo mejor que le ha pasado en...