cuarenta y ocho

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Me encuentro con la ex mujer de Alex en su ex coche rumbo a su ex casa.

Jenna parlotea bastante en todo el camino hasta llegar a su hogar. Es una casa grande, amplia y con un gran patio verde.

-Pasa -me invita cuando bajamos del auto

La sigo y entramos a la casa por el garage. Por dentro es muy amplia y espero sentada en un sillón mientras Jenna trae los objetos de Alex

-Ese era el sillón de su despacho -dice cuando aparece- Lo traje aquí porque queda no lo sé... más elegante -explica y deja una caja frente a mi- Aquí están algunas pinturas y libros

Curiosa husmeo rápidamente la caja. Son pinturas algo bruscas, con pinceladas cargadas de pintura y con trazo marcados; con el juego de sombras y luces super definidos

-¿Estas son las suyas? -pregunto. No soy fan del arte pero algo conozco y nunca he visto algo así

-Si no me equivoco sí -echa un pequeño vistazo- Las del despacho son originales de otros artistas

Jenna vuelve al lugar de donde ha venido y yo cotilleo un poco más la caja frente a mí. Los cuadros de Al son pequeños pero llenos de sentimientos, cargado de pintura y emociones que no sabía que mi rubio coqueto escondía.

Algunas son algo sombrías pero hay muchas de paisajes, lugares e incluso simples cafés. Descubro una libreta y la abro, está repleta de bocetos y todos tienen la fecha aunque son de muchos años atrás, las hojas amarillentas reflejan el paso del tiempo. Haciendo una rápida pasada llego a los últimos bocetos y tiemblo. Soy yo.

Es un pequeño boceto incluso sin terminar de la vez que Jonan invitó a Alex a comer a casa. Él reflejó el momento en donde hice la salsa ese día, justo cuando se quedó a solas conmigo.

Trago saliva y lo cierro al escuchar a Jenna acercarse. No sé si debería ser así pero una sensación de prohibido me invadió completamente.

-He traído otras cosas

Los demás son libros y otras pinturas de otros artistas y por más que me deleite por las maravillosas obras que mis ojos captan el boceto sigue rodando por mi mente. Debo ver si tiene fecha, lo cierto es que fue antes de que él dejara la casa.

Luego de un tiempo pido un taxi y le agradezco a Jenna por dejarme pasar y ver todo esto, ella insiste y finalmente me llevo las pertenencias de Al a casa ¿Quizas esto sea algo invasivo? No puedo negarlo pero quizás le agrade. La casa tiene mucho de mí y de Jonan pero nada de Alex y considerando que los tres vivimos ahí me parece necesario.

Antes de llegar a casa me detengo en una casa de arte y compro algunos bastidores y pinturas en la paleta de colores que él usa.

Es un regalo combinado, por una parte volverá a tener algunas cosas preciadas y por otro podrá crear nuevas cosas preciadas.

Finalmente llego y entro las cajas al departamento, aún no hay nadie así que recojo todo en mi vieja habitación. Antes de cerrar la puerta y hacer lo que me queda pendiente decido echar un vistazo a mi boceto.

Abro la libreta, corro las hojas y la encuentro. Tiene fecha, la madrugada de aquel día.

Esa misma madrugada en la que no pude dormir por pensar en él.

El ruido de una puerta me hace cerrar la libreta y ponerla en su lugar. No es de este apartamento pero podría serlo.

Abandono las pertenencias del rubio y me dirijo a la cocina.

Mente clara, Kath, debes hacer la maldita lasagna para el artista de las tinieblas que tienes como novio y también para alimentar al otro.

Bufo y comienzo con la preparación. En este momento estoy tan agradecida con Jenna por aparecer por aquí, incluso el pastel, pareciera enviada desde el más allá con un cartel que dice "Descuida, solucionaremos unos problemas en menos de dos horas, chica" claro, esto a cambio de chisme.

ENTRE LA LEY  |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora