Por el resto de la noche intenté conciliar el sueño nuevamente, pero no lo logré. Tenía miedo. Aquella impotencia que sentí me ponía los pelos de punta de soló recordarla.
Me quedé mirando el techo hasta que noté que el sol comenzó a salir. A esas alturas ya no podía seguir acostado esperando la nada misma. Me levanté y fui a preparar café. Mi único gran amigo.
Mientras bebía unos sorbos recorrí la cocina esperando encontrar algo para hacer. Y después de ordenar los condimentos alfabéticamente y de hacer una lista de todo lo que hacía falta para comprar, escuché el coche de mi padre aparcarse afuera. Al fin habían llegado y no pude disimular mi alegría. Me abalancé a la puerta a darle un fuerte abrazo en cuanto mi madre se acercó. No era que la hubiera necesitado, pero sentía que habían sido unas últimas horas bastantes duras.
- ¿Está todo bien hijo? – apretándome contra ella.
Asentí ligeramente y me dirigí a ayudar a mi padre con las maletas antes de que ella siguiera con un masivo interrogatorio. Y luego volví a preparar café para desayunar junto a ellos. Estuve bastante silencioso y atento a todos los detalles de su viaje. Hice algunas preguntas para intentar que siguieran hablando de ellos y no preguntaran sobre mi fin de semana. En realidad, pienso que fue más para no tener que estar solo con mis pensamientos, en donde estaba muy recurrente aquel sueño.
Esperé a que Elián despertara para poder pasar tiempo con él. Insistí para que aceptara competir unas horas con los videos juegos, luego para que viéramos una película, tal vez dos o tres. Y también imploré por dar alguna vuelta por la ciudad. Solo obtuve un "sí" en dar un recorrido porque mi madre lo envió a hacer las compras de aquella lista detallada que había escrito por la mañana.
-No pienso entrar al supermercado. – le dije en cuanto salimos de casa.
- ¿Y para qué querías salir?
-Sólo quería dar una vuelta, sin necesidad de bajarme. – suspiré y me dispuse a mirar la ventana hasta nuestro destino intentando ser uno con la música.
- No hace falta que bajes. Vuelvo en diez minutos. – dijo mientras estacionaba. – ¡No te vayas sin mí! – intentando que riera con su absurda broma – ¡Okey! – dijo despacio al notar que seguí ignorándolo.
Fueron los diez minutos más eternos de mi vida. Estaba seguro que la lista no era tan larga como para demorar tanto y que, a juzgar por el horario no había tanta demanda. Los recuerdos de la noche volvían una y otra vez por más que intentara ignorarlos. Inspeccioné varias veces el interior del automóvil y me di cuenta que era el mismo de mi sueño. Apenas conocía el de Joel porque era relativamente nuevo y para ser sincero, los detalles eran totalmente pasados por alto, porque yo sólo subía en él para fumar.
Tomé mi teléfono y empecé a buscar que significaba aquella fantasía. Sé que existen personas que le buscan algún sentido a lo que nuestro subconsciente nos dice y que pueden tener buenos o malos augurios. No creo en esas cosas, pero sólo por curiosidad y tal vez, en un intento de autodestrucción de mi poco estado emocional, empecé a buscarlo en internet. Recuerdo que decía algo como:
“Si sueña con un accidente, puede ser un aviso ante posibles accidentes de tráfico en el futuro. Tal vez su mente le está diciendo que lleve más cuidado. Tal vez sea un buen momento para frenar un poco, afrontar sus miedos y dudas. ¿Tiene control sobre su vida? ¿Se siente culpable por algo?”
Antes de poder cuestionarme aquellas palabras, escuché como la puerta se abría e ingresaba al coche mi hermano. – Te traje papitas – extendiéndome aquel paquete amarillo – a ver si cambia un poco tu humor.
Le sonreí. Nada que la comida no pudiera solucionar. Por el resto del viaje no hubo palabras entre nosotros porque estábamos con la boca llena, lo cual era bastante bueno. Llegamos y me dirigí al jardín dejando atrás a Elián y todas las bolsas por su cuenta. - ¡Gracias! – fue lo último que escuché de él antes de entrar.
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Luz
No FicciónSiempre escuche que cuando te mueres, lo último que ves es la luz al final del túnel. Dicen que no debes ir tras ella, porque si lo haces es el final. No estoy seguro si lo que vi fue esa luz, tal vez lo era, pero no pasó lo que todos decían, tal ve...