Le di muchas vueltas al asunto. Que mis hermanos vinieran a casa y que la familia estuviera reunida de vuelta me ponía un poco incómodo.
¿Y si comenzaban las miradas de lástima?
¿Y las preguntas?
Habían pasado muchas cosas desde la última vez que había hablado con ellos. Años que me habían llevado a cambiar, a hacer algo que antes no las hubiera ni pensado y ahora ni yo estaba orgulloso de eso.
Cuando Luz fue para que trabajáramos, me notó muy distraído. Y la verdad es que lo estaba, no me había concentrado ni en un solo ejercicio.
- ¿Puedo preguntar por qué planeta andas? - mirándome.
-En el fin de semana - dejando de intentar hacer los ejercicios que no me habían salido en todo el día.
- ¿Por qué vienen tus hermanos? - puede que haya notado mi cara de incertidumbre al darme cuenta que ella ya sabía lo de las visitas, porque se anticipó a mi reacción - Tu mamá me contó. La noté muy entusiasmada.
- Si, lo está. Y papá también...
- Pero tú no. - interrumpiéndome.
- Me costó bastante sentirme un poco más cómodo con todo esto. Volver a casa, cambiar mi nombre y, en realidad todo lo que era. Y ahora vienen ellos que no me conocen, y... - había hablado muy rápido y enojado, posiblemente levantado la voz porque me estresaba la situación - ¿Qué hago si no me tratan como si nada hubiera pasado? - tenía un nudo en la garganta y esperaba no romper a llorar.
- Sabes que pasaron muchas cosas, es imposible que ellos intenten ignorar todo esto. Tal vez sólo necesitan tiempo como tus padres.
Luz siempre entendía todo lo que me pasaba, no sé cómo lo hacía. Se acercó a mí y me dio un abrazo fuerte. Creo que estuvo esperando que llorara, pero no lo hice, no quería hacerlo frente a ella.
Era viernes, mi madre me despertó temprano. Estaba muy emocionada por la llegada de mis hermanos, no paraba de sonreír, se podría decir que irradiaba felicidad. Me daba gusto verla así, pero el hecho de que llegarían las visitas no me permitía estar del todo bien. Tenía miedo, y creo que mi padre notó mi incomodidad. Me pidió que fuera con él a comprar unas cosas con anticipación a la llegada de mi familia, pero antes de la tienda hicimos una parada en un parque cercano. Lo noté raro, había estado callado hasta que frenó y me pidió que habláramos un momento. Bajamos del auto y se sentó a unos metros en un banco, acerqué mi silla a él.
-Dime la verdad ¿qué piensas realmente sobre la llegada de tus hermanos? Tú madre no lo notó, pero yo sé que algo te sucede.
Si había algo de lo que estaba seguro en mis diecisiete años, era que mi padre siempre me había descubierto cuando mentía o no estaba muy bien.
-Es que...- suspiré, no sabía si debía decirle la verdad, él también estaba ilusionado con la idea de reunir a la familia, por más ridículo que fuera - No me siento cómodo con que vengan mis hermanos - miré el suelo, pensé por unos segundos la mejor forma de explicarme - No es que no los quiera ver, pero me siento muy incómodo mintiendo sobre lo que pasó.
- ¿De qué hablas hijo? – confundido.
- Sé que no les dijeron lo que pasó papá. Sólo lo más importante y lo que parecía menos ilegal - lo miré con cierto enojo en mi rostro, no quería que empezara a negar algo tan obvio como lo que había pasado.
-Hijo, somos una familia, y tenemos que enfrentar esto como tal...
Lo interrumpí - "Enfrentar esto" - haciendo comillas con los dedos - tiene que ser si ellos saben lo que realmente pasó. ¿Cómo supone que me puedan ayudar en algo si no saben todo lo que hice? ¡Papá no soy un angelito! ¡Cometí errores! - se lo grité.
- ¡Shh! No grites. Sé que todo esto es difícil y te molesta, por eso estamos acá. Necesito que sepas que es lo mejor... para tí y para ellos.
- Y más que nada para ustedes, ¿Verdad? – enojado.
- Yo también quiero que estés cómodo, y sé que lo estarás si les explicas...pero tu madre, ¿pensaste en ella? Sabes que es frágil y toda esta situación la pone mal. Quiere lo mejor para todos, nos quiere juntos y felices.
-Sí, lo sé. - nunca quise lastimar a mis padres. Sabía que mi madre lloró y sufrió por todo lo que hice, no era lo que esperaba de mí. - ¿Alguna vez vamos a contarles toda la historia?
Noté como lo puso incómodo la pregunta.
- ¡Mira la hora! ¡Tu madre nos matará por tardarnos tanto! - se levantó y se dirigió al automóvil, dándose vuelta antes de subir - ¿piensas venir o te quedarás en el parque? - riendo.
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Luz
NonfiksiSiempre escuche que cuando te mueres, lo último que ves es la luz al final del túnel. Dicen que no debes ir tras ella, porque si lo haces es el final. No estoy seguro si lo que vi fue esa luz, tal vez lo era, pero no pasó lo que todos decían, tal ve...