Por primera vez en más de un año, Isobel esperaba una visita.
Estaba nerviosa. No sabía qué decir ni por dónde empezar. Cómo explicar todo lo que había pasado desde la guerra. Se ocupó de freír un huevo para desayunar, aunque no tenía nada de hambre.
Había vuelto a aquella esquina de la calle tres veces desde que vio a la chica en el apartamento de Draco. Al principio se había prohibido a sí misma volver, pero las tres veces se convencía de ir. Se quedó sólo unos minutos en cada visita. Unos minutos para observarlo, para saber que estaba bien. Unos minutos cortos, pero suficientes para tranquilizar su mente inquieta.
No estaba segura de lo que quería de Draco, pero a menudo se le pasaba por la cabeza que sería mucho más fácil si él sólo la viera; si se fijara en ella por sí mismo. Así ella no tendría que tomar la decisión. Pero él parecía tan distante, tan metido en su propia cabeza todo el tiempo. Miraba a su dirección pero pasaba de largo, y nunca la veía.
Ella pensaba en él con todo lo que hacía. En todo lo que iba, en todo lo que veía. Cuando su madre estaba frente a ella, él estaba en su mente. Ahora, al hacer el desayuno, sus pensamientos seguían estando con él.
Crack, y el huevo cayó fuera de su cáscara, en la sartén chisporroteante. El pelo rubio platinado de Draco, sus grandes sudaderas.
Crack, y la mantequilla se rompió y salpicó. Su tristeza, su silencio.
Crack, y Ginny Weasley estaba de pie junto a la puerta principal, con el pelo rojo oculto por los cristales de las ventanas.
Isobel apagó el fogón, con los dedos temblando. Había vivido prácticamente con Ginny en Hogwarts; la había visto todos los días durante cinco años. Era casi cómico que ahora tuviera tanto miedo de enfrentarse a ella.
La puerta crujió al abrirla. Ginny estaba de pie en el asfalto, con el pelo alborotado por el viento. El sudor brillaba en su frente.
Las lágrimas picaron los ojos de Isobel.—Gin.
Los ojos de Ginny estaban fijos en Isobel. Levantó una mano hacia su pecho, luego la dejó caer de nuevo. Luego dijo, con bastante astucia; —Mierda.
Isobel sonrió.—Ya, ya.—dijo. Extendió la mano para abrazar a Ginny; le rodeó el cuello con los brazos. Ginny se inclinó hacia el abrazo, pero sólo ligeramente; con rigidez. Cuando se apartó, Ginny la miró fijamente, sin moverse.
Isobel soltó un suspiro.—Entra.—dijo en voz baja.
Ginny la siguió por la casa y entró en la cocina. Se quedó junto a la mesa, con los ojos puestos en Isobel.
Isobel juntó sus manos.—No es propio de ti quedarte sin palabras, Gin.
Ginny negó con la cabeza; rompió el contacto visual, finalmente.—No puedo creer que seas realmente tú.—dijo, en voz baja.
El nudo en el estómago de Isobel se apretó más.—Siéntate, por favor.—dijo. Ginny la obedeció, desenrollando su bufanda y colgándola en el respaldo de la silla.—¿Puedo ofrecerte un té? ¿Café?
Ginny logró sonreír.—Oh, necesitaré un café para esto.
Isobel le sirvió el café. Luego se sentó en mesa y tomó la mano de Ginny.—Déjame explicarte.
Y así se lo explicó. Le explicó cómo su collar había sido encantado, cómo el encantamiento le había permitido sobrevivir al ataque, pero no sin consecuencias. Cómo había sufrido durante meses, pero que ahora se sentía mejor. Cómo su madre había insistido en quedarse dentro, en esta pequeña casa, durante todo el tiempo que pudiera. Cómo Isobel no había sabido que todos sus amigos la daban por muerta, hasta hace poco.
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dear draco, 2 || TRADUCCIÓN ||
Fanfictiondear, draco parte II traducida al español; •mi queridísimo amor• original by: malfoyuh traducción autorizada. cover by: @M-MaxMalfoy <3