d r a c oSu habitación se había transformado. Las estrellas brillaban desde el techo, el armario, las paredes; verde brillante y tenue.
La silueta de Belly; su cabello rizado, lo enfrentó en su centro. Esperando su respuesta.
Draco había pasado largos meses acostado en esta habitación, sintiendo nada más que apatía. Junto con la absoluta falta de voluntad para hacer algo o ir a cualquier parte, sin interés por nada ni por nadie. Mirando las paredes en blanco y viendo nada más que gris.
Tenerla aquí, con él, le hizo sentir como si tuviera energía de nuevo. Como si realmente pudiera lidiar con la vida, de nuevo. Quizás hasta disfrutarlo.
Y se estaba quedando sin aliento; mil palabras se le enganchaban en la punta de la lengua, porque no sabía cómo expresar lo increíble que era que ella estuviera aquí, frente a él; que acababan de pegar estrellas de plástico en sus paredes... Fue asombroso. Ella fue asombrosa.
Belly sacó su varita de su cintura y la agitó hacia las estrellas. Al unísono, su brillo se intensificó, la habitación se volvió más clara y ahora podía distinguir sus rasgos, teñidos de verde; sus ojos oscuros parpadeando hacia él.
—¿Así está mejor?
—Sí.—dijo, alcanzando su mano.—Gracias. Esto es bueno.
Y luego sus dedos volvieron a tocar los de él; el pincel más ligero, el más leve toque de piel. Uno que había sentido miles de veces antes, pero fue suficiente para poner todas sus terminaciones nerviosas al límite.
—Gracias.—repitió en voz baja.
Dio un paso más cerca. La escuchó respirar temblorosamente, pero ella también se estaba acercando, y sus ojos se dirigieron a sus labios y él supo, sabía que el mundo no quería que estuvieran juntos y que todo el infierno podría desatarse si se resistían a eso, pero todo lo que podía ver que era ella; todo lo que podía sentir eran los dedos de ella curvándose con los suyos.
Belly se acercó un poco más. Y luego la puerta de su departamento se abrió de golpe.
Empujó a Belly, fuera de la vista, a un rincón junto a la cabecera de su cama.
Luego abrió la puerta de su dormitorio. Su estómago se tensó de ira cuando vio a Astoria entrando.
—Astoria.—dijo, con los dientes apretados. En el borde de su visión, vio a Belly acercarse. Él le dio la más mínima e imperceptible sacudida de cabeza que pudo lograr.
—Draco.—respondió Astoria con altivez.—Sé que nos veremos en Navidad, pero prefiero solucionarlo ahora.—Se peinó el cabello oscuro detrás de los hombros.—Sin que nuestras familias nos vean.
Draco parpadeó.—¿Solucionar qué?
Astoria lo miró fijamente.—Todo.—dijo acaloradamente.—Todo este lío. No he podido concentrarme en nada más, desde nuestra discusión en el bar.
—Yo... mierda.—Draco cerró los ojos, con la cabeza dando vueltas. Sabía que le debía una explicación, pero Belly estaba a unos metros de él, a unos metros de Astoria, y todo lo que podía pensar era en sacar a Astoria de su apartamento y alejarlos de ellos.
Abrió los ojos.—¿Qué día es hoy?
—Veintidós de diciembre.—dijo Astoria.—Mi familia visitará la tuya para la cena de Navidad el sábado. Cielos, Draco, tienes que organizarlo...
—Esperemos hasta Navidad.—dijo Draco.—¿Está bien, Astoria? Nuestras familias nos ayudarán a resolverlo.
—No son nuestros terapeutas.—escupió Astoria. Dio otro paso hacia él; se detuvo junto a su sofá. Draco se apoyó contra el marco de la puerta y la miró fijamente. Rezó para que ella no se acercara más.—Somos adultos, Draco.—dijo.—Tenemos que resolver esto por nuestra cuenta. Ellos han resuelto todos los demás elementos de este matrimonio por nosotros; tenemos que asumir alguna responsabilidad nosotros mismos.
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dear draco, 2 || TRADUCCIÓN ||
Fanfictiondear, draco parte II traducida al español; •mi queridísimo amor• original by: malfoyuh traducción autorizada. cover by: @M-MaxMalfoy <3