i s o b e lGinny lanzó un Alohamora en la puerta del edificio y dejó a Isobel en el vestíbulo. Isobel subió lentamente las escaleras, con el peso del progreso del día en su corazón.
Cuando llegó al apartamento de Draco, ya estaba llorando.
El peso de cinco días de emociones exacerbadas se había acumulado por fin; por fin se estaba apoderando de ella y se desbordaba, y ya no podía apartarlo. No podía, ni por un minuto más, fingir que no estaba en un mundo que parecía tan decidido a ahogarla.
Durante mucho tiempo, había ignorado el borrón que había ocupado el lugar de sus recuerdos de Draco. Había fingido que no era la realidad; había seguido adelante y lo había ignorado todo bajo el supuesto de que no sería su futuro permanente. Pero ahora, en cuestión de minutos, había confirmado que eso era exactamente lo que era -que había años de su vida que nunca iba a recuperar, jamás- y se estaba limpiando las lágrimas de las mejillas y entrando a trompicones por la puerta de Draco, sintiendo que no podía respirar.
***
d r a c o
La había visto venir desde su ventana: la había visto volver a caminar por la calle, con Ginny Weasley cerca de ella. La misma ventana desde la que podía ver la esquina de la calle en la que ella había permanecido durante semanas, recelosa y desconfiada; mirándole y tratando de encajar las piezas del puzzle de su propia mente. La ventana en la que una pequeña campanilla de invierno blanca yacía, intacta, en el alféizar. Él aún no le había dicho que era lo único que le quedaba de su vida anterior.
Antes... de todo. Antes de esto. Sea lo que sea.
Belly llamó y empujó la puerta al mismo tiempo. Se giró hacia ella y se dio cuenta de que estaba llorando. Miró su rostro bañado en lágrimas y, en cuestión de segundos, estuvo junto a ella; la tomó en sus brazos y la estrechó contra su pecho.
—Yo no...—dijo ella, apretando la frente contra su pecho y ahogando los sollozos.—No puedo...
Él la abrazó más fuerte, enhebró una mano en su pelo. Se preguntó si ella podía sentir su corazón, que latía en su pecho. Deseó desesperadamente saber qué era lo que la había alterado tanto, quién era; pero se obligó a guardar silencio.
Belly le rodeó con los brazos por el centro y le devolvió el abrazo.—Lo siento.—dijo, con la voz apagada por el jersey de él.
—Cállate—murmuró Draco.
Deslizó las manos hacia la parte posterior de sus muslos, la levantó y la llevó al sofá. Se dejó caer en él, con ella.
—Lo siento.—repitió ella, apartando el pelo de su cara.—Lo siento, estoy llorando de nuevo, es mucho...—Hizo una pausa, con las mejillas rojas y los ojos hinchados, y levantó una mano y le pasó los dedos por la mandíbula. A pesar de sus lágrimas, sus labios se inclinaron en una media sonrisa.—Draco, luces furioso.
Él no pudo evitar reírse.—Sólo quiero saber si hay alguien a quien tengo que asesinar.
—No, a nadie.—Ella lo miró, y sus cejas se juntaron, y las lágrimas volvieron a brotar de sus ojos mientras se atragantó.—No te merezco.
Él se rió entonces, de eso. No podía dejar de reírse. Qué ridículo era que ella dijera que no lo merecía.
La miró: sus ojos oscuros, enrojecidos por el llanto; las lágrimas atrapadas entre las pestañas; la humedad en sus mejillas pecosas. La forma en que estaba sentada frente a él, con las piernas enroscadas debajo de ella. Qué locura, pensó, que tuviera la suerte de que se la trajeran de vuelta, de tenerla acurrucada aquí en sus brazos, y que ella pensara que no se lo merecía.
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dear draco, 2 || TRADUCCIÓN ||
Fanfictiondear, draco parte II traducida al español; •mi queridísimo amor• original by: malfoyuh traducción autorizada. cover by: @M-MaxMalfoy <3