fifteen

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Solo dire que Ana dijo que lloró escribiendo el capítulo y yo me conmocioné traduciéndolo.

Btw, veo alguna queja sobre el desarrollo de la historia, y les daré block. En verdad desespera que se quejen, no es mi culpa el como Ana está llevando el desarrollo de la historia. Sean pacientes.

Lo bueno tarda en llegar.

En fin, disfruten la lectura <3.

***

ADVERTENCIA: Este capítulo se habla del consumo del alcohol y otras sustancias.

-

dos horas antes.

El alcohol hacía que las cosas fueran más claras. 

Era una idea errónea, pensó Draco, mirando las caras borrosas de la barra. La gente siempre decía que el alcohol volvía el mundo borroso, que adormecía el dolor y oscurecía los pensamientos. Pero a pesar del whisky de fuego que corría por su torrente sanguíneo, la pesadez en su cabeza, el adormecimiento de sus sentidos... los pensamientos de Draco eran claros. 

Necesitaba olvidarse de Belly. 

O no olvidarla, sino seguir adelante. Dejarla atrás. Ya había llorado lo suficiente. 

Mierda. Bueno, tal vez no. Su mano se dirigió instintivamente a la flor de campanilla de invierno que llevaba en el bolsillo de sus jeans, y la apretó. La flor estaba desgastada y erosionada, los pétalos se caían, el tallo se descomponía. No podría llorarle lo suficiente, nunca. Pero, al parecer, la tierra no había dejado de girar cuando él la había perdido. Y las grietas que habían existido antes de la guerra eran ahora abismos. 

Levantó una mano hacia el camarero y le pidió otra copa. El hombre le acercó un vaso: el líquido dorado brillaba bajo las brillantes luces del club. Draco no estaba seguro de lo que era. Sus amigos habían pedido whiskys y rones, los terminaban y rellenaban sus vasos con de whisky de fuego que llevaban en los bolsillos. Se bebió el trago de uno y pidió otro con un gesto. 

Al otro lado de la sala, los demás Slytherins se arremolinaban en un rincón del fondo del club; se distinguían por las mangas largas que llevaban a pesar del calor.

Los amigos de Draco habían tomado sus Marcas Tenebrosas en séptimo año, las habían compartido subrepticiamente en la sala común; habían mantenido discusiones engreídas y silenciosas sobre ellas en la mesa de Slytherin. Se había preguntado en más de una ocasión si el hecho de enorgullecerse de la marca era una moda enfermiza que él había iniciado, o si simplemente había hecho que todo fuera un poco más tolerable para fingir que eran geniales. 

Las Marcas Tenebrosas se encontraban ahora en sus antebrazos, con las calaveras y las serpientes intactas. Antes podían considerarse recordatorios de su pasado -cicatrices de batalla-, pero ahora parecían huellas; condenas que los marcaban para siempre como las personas que habían sido a los diecisiete años. O las personas que habían querido ser, o las personas que sus padres habían querido que fueran. Esa era su clasificación ahora. 

Desde el círculo de Slytherins, Theo se giró y saludó con entusiasmo a Draco. Draco les dio la espalda y se acercó al borde de la habitación. Llevaba un jersey de punto negro y tenía demasiado calor, joder. Echaba de menos su apartamento con corrientes de aire. 

Apoyó la espalda en la pared. Cuerpos sudorosos y retorcidos se empujaban unos contra otros en la pista de baile frente a él. Cerró los ojos y trató de bloquearlos. 

dear draco, 2 || TRADUCCIÓN ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora