Capitulo 13

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-¿Como está Gloria?- pregunte cuando vi salir solamente a Antonio de la habitación.

-Le he dado unos antiinflamatorios, debe estar en reposo.

-¿Se ha fracturado?- me acerqué a él bajo la intensa mirada de Jairo.

-No, solo ha sido un gran golpe. Pero necesitará reposar la zona durante al menos dos días, iré a por hielo. - me sonrió levemente y camino a lo que supongo era la cocina.

-No nos quedaremos aquí dos días.- dijo el agente detrás de mi.

-Gloria debe hacer reposo.- sentencie.

-No podemos quedarnos aquí, hay reglas que cumplir. Corremos riesgos.- él tenía muchas ganas de discutir hoy.

-No haré que mi amiga sufra solo por un capricho tuyo. Las reglas se han roto todas desde que entraron a la casa. Ahora seguiremos mi plan porque es mi vida la que está en riesgo.

-¿Y tu crees que mi vida no está en riesgo? ¿Que eres solo tu? No eres el ombligo del mundo.- grito. Le mire sorprendida, Antonio salió de la cocina solo para ver a qué se debían los gritos.

-¿Hay algo que tenga que saber? ¿Debo llamar a la policía?- se acercó a mi que estaba al borde del llanto.

-La policía está aquí y parece que le han perdido todo el respeto.- hablo Jairo enojado mientras caminaba hacia la salida. Lo observamos marcharse quien sabe a dónde.

-¿Estas bien? - pregunto Tony. Asentí, si hablaba me largaría a llorar.- ¿Quien es él?

-Es...no importa.- trate de evitar contar toda la historia.- solo está de mal humor.

-Está golpeado y demasiado agresivo.- Sabía que Antonio no tenía mucha paciencia con las personas de mal carácter, él prefería estar tranquilo y evitar las discusiones.

-¿Podemos quedarnos aquí los días que Gloria lo necesite? No quiero que este adolorida.- cambie de tema. Si mi amigo seguía indagando descubriría todo y aún no estoy preparada para dar explicaciones.

-Sabes que siempre puedes quedarte aquí, no necesitas ni preguntarlo.- sonrió levemente y eso me dio tranquilidad.- iré a llevarle el hielo antes de que se derrita, cualquier cosa me avisas.- me esquivo y camino hacia la habitación en donde estaba mi amiga.

Me quede allí parada, si fuera un día normal estaría trabajando, pero no, ahora mismo me perseguía la mafia, tengo una amiga herida y un agente enojado.

Camine hacia uno de los sillones rústicos de madera que había en el lugar y me senté, no tenía más nada que hacer así que me permití hundirme entre mis pensamientos. Trataba de entender por qué Jairo se había puesto así, él estaba bien antes de que todo esto sucediera.

Escuche ruidos y me desperté exaltada, como siempre desde que todo ha comenzado. No me di cuenta en que momento me quede dormida pero lo agradecía, no me venía mal descansar un poco.
Vi como Torres se acercó a mi, su ojo ahora estaba completamente hinchado y apenas se le podía ver. Las heridas en su rostro ya tenían sangre seca y se notaba adolorido.

-¿Quieres que llame a Tony para que te revise?- le pregunte. Él se detuvo cerca de mí y me observo. Negó con su cabeza, era tan terco que se negaba a que le revisaran. Me acomode mejor en el sillón y me dispuse a dormir nuevamente, si él no quería hablar pues entonces yo no le daría conversación. Mi cuello ardía menos pero igual molestaba un poco.

Sentí movimiento a mi lado y volví a abrir los ojos, Jairo se había sentado a mi lado y se mantenía allí algo incómodo.

-Yo...lo siento Stella.- dijo casi en un susurro. Le mire, no sabía que decirle, su comportamiento anterior me había dejado totalmente sorprendida y ya no quería discutir con el. Puso una de sus manos sobre una de mis piernas, como siempre hacia y se lo permití.- se ha salido todo de control.- miro hacia la nada, su rostro estaba serio.

-¿Estas enojado conmigo?- pregunte. El negó.

-Estoy enojado conmigo mismo.- siguió mirando a la nada.- no he podido protegerte como debía. Casi mueres por mi culpa, si tan solo...-suspiro.- no he cumplido con mi trabajo y he perdido tu respeto.- me miro, sus ojos trasmitían tristeza.

-No has perdido mi respeto, me pareces un agente muy responsable y valiente.- me acerqué a él y quito su mano de mi pierna pero yo apoyé mi cabeza sobre su hombro.- si algo ha fallado no ha sido por tu culpa. No eres un súper héroe, eres Jairo Torres, eres normal, a veces.- una carcajada pequeña salió de su boca.

-Al menos yo no me he acostado con una ortiga.- volvió a poner su mano sobre mi pierna y ambos nos quedamos en silencio.- lo siento, en serio.- repitió.- te prometo que haré mi mejor esfuerzo para que nada te suceda.- me acurruque mejor junto a él.

-Bueno, yo prometo lo mismo.- sonreí.- y ahora te revisaré esas heridas, a ver.- puse una de mis manos en su barbilla y moví su cabeza hacia mi dirección, quería ver mejor lo que tenía para saber cómo ayudarle. Observe uno de los cortes- hay que limpiar esta sangre seca.- dije concentrada. Él tragó saliva y me observo. Estábamos tan cerca que podía sentir su respiración en mi rostro.

-¿Se te ha pasado un poco el ardor?- dijo poniendo una mano en mi cuello y acariciando suave la zona. Torcí un poco la cabeza para que pudiera ver mejor la irritación.- Está rojo.- recorrió con uno de sus dedos una parte de mi cuello. Cerré los ojos tan solo por un momento, para poder disfrutar de ese tacto, el cuello de alguna manera ya no me molestaba.

Sentí como besaba una de mis mejillas e inmediatamente abrí los ojos para verle, él tenía una pequeña sonrisa en su rostro y yo le respondí con el mismo gesto.
Comenzó a acercarse lentamente, más aún si se podía y ahora su respiración era más fuerte sobre mi piel.

-Tengo que revisarte el rostro amigo, no te ves bien.- Antonio hablo detrás de mi. Nos separamos al instante y toda conexión, si es que así se le puede llamar, desaprecio entre nosotros.

-Estoy bien.- miro a Tony con mala cara.

-Tienes una lesión en el ojo, puedes tener problemas por ello.- él médico se acercó a nosotros.

-Deja que te revise, anda.- pedí y ordene al mismo tiempo. Él me observo durante varios segundos y luego dejo su orgullo atrás, dejándose atender por Antonio.

La chica del expediente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora