Capitulo 31

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Me levante al medio día y era obvio, todo el alcohol que ingresé en mi cuerpo me hizo dormir profundamente.

Mientras me duchaba escuche música, era tan movida que comencé a bailar bajo el agua, con cuidado, no quería agregar una caída en el baño a mi itinerario. 

Había comenzado el día de buen humor y lo aprovecharía. Mi menstruación había desaparecido y lo agradecía infinitamente. Podía ir a la piscina, lo malo era que no tenía traje de baño.

Al salir de la ducha me di cuenta de que el día iba a estar súper caluroso, una excusa más para nadar.

Seguí la música y en el patio trasero me encontré con los dos agentes, esta vez no estaban en la piscina, la imagen era mejor aún. Ambos estaban entrenando, solo con unos pequeños shorts y sudados. Creo que el Olimpo sería muy parecido a este lugar, o al menos dos de sus dioses se encontraban aquí.

No discutían, creo que se mantenían lo suficientemente ocupados como para no hacerlo. Me senté en una tumbona sin que me vieran, estaban en el pasto haciendo estiramientos extraños. Logre verlos sonreír por algún comentario, creo que estaban recordando viejos tiempos y eso me dejaba tranquila.

Observe todo a mi alrededor, parecía una casa de revista, de esas que son imposibles de comprar o siquiera imaginar.  Observe de nuevo a los dos hombres en el parque, ni siquiera se habían percatado de mi presencia, vaya custodias. 

Todo estaba tan perfectamente en orden que me vi en la obligación de meterme a la piscina. No me iban a ver, estaban lejos y yo tenía calor. Me quite el pantalón pijama que llevaba puesto y mire mis piernas perfectamente depiladas, se lo debía a la depilación definitiva, Gloria había insistido en ello y lo hice obligada pero al final, sirvió. La música resonaba en los parlantes que había puestos estratégicamente en la casa, todo se parecía a una discoteca. Me quedé en bragas, negras, no eran sexys, al menos para mi. Y eso me sirvió de excusa para utilizarlas como un bañador. El brasier era negro, milagrosamente combinaban así que podían pasar perfectamente por desapercibidos. No tenía tanta panza, por eso no me preocupaba en lo absoluto. Lo mío era mas cadera y piernas, pero jamás me quejé. 

En los parlantes comenzó a sonar "Your love" de The Outfield y una hermosa energía positiva recorrió mi cuerpo. El dueño de esta playlist era un maldito genio, me encantaba esa canción. Escuche como los chicos cantaban la canción a los gritos, era una buena canción y nadie podía decir lo contrario. 

Me quite la remera y camine energéticamente hacia la piscina, sin pensarlo dos veces me lancé. Si me ponía a verificar la temperatura no entraría nunca. Nadé por abajo del agua tanto como mis pulmones permitieron, me faltaba ejercitarme, pero pude llegar al otro lado. Salí a la superficie de una manera estratégica para que mi cabello no estuviese despeinado y apoye mis brazos sobre el borde, dejando que mi cuerpo flote boca abajo lo mejor posible. La vista desde allí era preciosa. 

-Joder...-escuché la voz de Gonzales tras de mi.- es un culo precioso.- sumergí mi cuerpo tanto como pude bajo el agua y me di vuelta horrorizada. 

-Calla tu puta boca si no quieres que te destroce los dientes.- Jairo estaba a su lado, tenso. 

-Tranquilo machote, que tuya no es.- dijo divertido Luca antes de lanzarse a la piscina. 

-Si no fueras mi compañero te dispararía.- le escuché decir antes de que se lanzara el también. No entendía que coño era lo que pasaba aquí. Gonzales fue el primero en llegar a donde estaba, se acercó con una sonrisa que me dio el suficiente miedo como para alejarme. Torres se posicionó tras el, completamente serio. El primero quiso nadar hacia mi pero Jairo le tomo un pie y le cincho hacia atrás. Verlo tratar de mantenerse a flote fue tan gracioso que solté una carcajada. Parecían niños pequeños peleando en el agua, porque claro, Luca no se quedó atrás.

Nos pasamos la tarde entre bromas y juegos. Hacía mucho tiempo que no me la pasaba tan bien. Luca se fue a adentro porque quería comer, el agua le había dado hambre. Yo estaba perfectamente bien así que decidí quedarme. Jairo se acerco lentamente, como un cocodrilo esperando atrapar su presa. 

-¿Que sucede?- le pregunte cuando estaba lo suficientemente cerca. 

-Ese conjunto te va espectacular.- me acorraló contra uno de los laterales de la piscina, puso ambos brazos a los costados de mi cabeza y sus manos sobre el borde. Claramente yo no daba pie, pero hacía lo que podía. A él el agua le daba por el pecho, suficiente como para que cruzara mis brazos por sus hombros y me sostuviera, mis piernas ya estaban cansadas. 

-Gracias.- dije coqueta. El besó mi cuello y no pude contenerme, me pegué mas a su cuerpo. 

-¿Tienes la regla todavía?- preguntó en mi oído, negué.- Es una excelente noticia.- su voz estaba ronca y eso me excitaba muchísimo. Volvió a besar mi cuello, se sentía espectacular. Puso sus brazos alrededor de mi cintura y yo enredé mis piernas en su torso. No había posición mas cómoda que esta. Quería estar así junto a él lo que me restaba de vida. La música no se había detenido, es mas, había una canción lenta que me hacía disfrutar mucho mas de todo esto.- Cuando Luca se duerma, iré a visitarte.- avisó. No tenía absolutamente ningún problema con ello, de hecho, me hacía desearlo mas. Le di un corto beso en uno de sus hombros y luego apoye mi cabeza ahí mismo. Acaricio mi cabello tan suave que hasta me dio sueño, estaba muy relajada. Parecía que los problemas no existían junto a él. 

-¿Van a comer algo? ¿O se van a quedar pegados por siempre?- Luca como siempre, rompió nuestra paz. Solté a Jairo y me voltee para verle, estaba parado en el borde de la piscina con sus short puestos y nada mas. Si seguía así me volvería loca, o bizca, de tanto mirarlos. 

-¿Quieres comer?- preguntó Torres detrás de mi, acercándose.- Porque yo si te quiero comer.-termino de decir en mi oído y de un salto salió de la piscina. Me quedé allí parada como una tonta mientras observaba como los dos hombres frente a mi se iban hacia adentro. Ni en mis mejores sueños podría haber imaginado esta situación. 



La chica del expediente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora