-Míralos, que guapos son .- escuche la voz de Gloria retumbar en mis oídos.
-Me ha quedado bonita la foto ¿no?- está vez escuche la voz de Antonio y abrí los ojos. Me moví entre los brazos de Torres y por más que quisiera quedarme allí todo el día, no podía.
Levantarme de ese lugar fue un martirio, considerando que para nada estaba acostumbrada a dormir en el suelo. Antes de marcharme cubrí a Jairo con una manta, parecía que estaba tan cansado que ni siquiera sentía nada.
-¿Que están haciendo?- entre a la habitación de Antonio, ambos estaban acostados, Gloria boca abajo y Tony observaba algo en su móvil, en bóxer.
-Buen día, guapa, ven.- palmeo el lugar a su lado, por lo menos la cama era lo suficientemente grande como para que los tres quepamos. Me recosté a su lado tratando de saber de que hablaban.
-Muéstrale.- dijo Gloria con una sonrisa en la boca. Mi amigo acercó su móvil a mi rostro y pude ver de que se trataba todo.- son muy monos juntos.- hablo con ternura mi mejor amiga. Sonreí levemente mirando la foto que Tony nos había sacado a Torres y a mi durmiendo acurrucados. Hasta parecíamos una pareja de verdad, si tan solo supieran lo que sucedía.
-¿Por que nos has fotografiado? Que miedo Antonio, pareces un pervertido.- dije divertida.
-He ido a por el desayuno y los vi, así que le quise mostrar a Gloria la escena que había montada en mi living.- sonrió.
-Es momento de que nos cuentes qué sucede con el guapo de allí y cómo has llegado a esto.
-Queremos saber todo.- apoyo Tony.
-Bueno...yo...nosotros.- era demasiado temprano como para comenzar a mentir.- después les cuento, ahora tengo sueño. Iré a por café, vuelvo enseguida.- me levante mas que rápido de mi lugar y camine hacia la cocina tratando de evitar cualquier tipo de conversación que conlleve una mentira, aunque ahora mismo todo eso era algo imposible.
Me estaba sirviendo del liquido negro hasta que sentí la presencia de Tony detrás de mi.
-Hay que ponerte un poco de crema aquí, se ve mal.- dijo mientras me revisaba el cuello.- ¿eres alérgica?.
-Tony, jamás he estado entre las plantas, la verdad es que no tengo idea.- él movió mi cabello hacia un costado y se acerco mas, pasó un dedo por el lugar y me molesto, este tacto no era para nada igual al de Jairo.
Y hablando de él, sentí como tosía incomodo dentro de la cocina. Estaba observando como Antonio me revisaba y se notaba tenso.
-Buen día.- dije simpática. Mi amigo aparto la vista de mi cuello y observó al agente.
-Buen día.- repitió Tony. Jairo no nos quitó la mirada de encima. Tan solo hizo una seña con su cabeza indicando un "buen día" supongo.- a alguien no se le ha mejorado el humor.- hablo el medico por lo bajo. Jairo no respondió, tan solo se acerco para servirse café y se retiró del lugar.- Te juro que si esta celoso lo molestaré en lo que reste de su estadía aquí.- bromeó.
-Déjalo, no creo que sean celos. Esta mal por lo de ayer.- traté de explicar mientras ponía azúcar en mi taza.
-¿Y que paso ayer?- Le miré tratando de inventar algo pero nada salió de mi boca.- vamos al living, buscaré la crema para ponerte y me cuentas.- asentí insegura. En cuanto mi amigo se retiro del lugar salí tras el rápidamente. Me detuve frente a Jairo inquieta, él estaba acomodando las cosas que habíamos utilizado.
-¿Que te sucede?- me miro extrañado, me movía de tal manera que parecía que quería ir al baño. Inclusive casi se me cae el café de la taza.- Stella...
-Es Antonio- hablé en un susurro.
-¿Que te hizo? ¿Tengo que golpearlo? porque ganas no me faltan.- fruncí mi ceño.
-No tienes que golpearlo, por Dios.- me quejé.- me ha preguntado que sucedió ayer, quiere que le explique.
-¿Y que problema hay? Seguiremos con la historia que nos hemos inventado.- dijo tranquilo mientras doblaba una manta. El problema era que mi amigo sabía exactamente cuando mentía y cuando no.
-Aquí esta la crema, siéntate allí.- indico Antonio mientras ingresaba al living. Ambos le miramos. Me senté en el sillón y moví mi pelo hacia un costado. Él se acerco por detrás y observo nuevamente la irritación.- Esta un poco fría, pero te calmará la molestia.- puso un poco de crema en sus dedos y la esparció por toda el área afectada. Observe al agente frente a nosotros, no había tocado su café y acomodaba las cosas de mala forma.- ya estas lista, póntela unos tres días mas y te curará.- me entrego la crema y se sentó junto a mi.- bien, ¿Qué ha sucedido ayer?- sentí su mirada fija sobre mi, sabía que quería analizarme lo mejor posible.
-Nada.- dije cortante.
-No puede ser...- Jairo habló por lo bajo, se había dado cuenta de que me había puesto nerviosa y la verdad era que no quería mentir, aunque ya lo estaba haciendo.
-¿Nada? ¿Y por que han llegado todos heridos? - insistió.
-Han entrado a robar a mi casa.- habló el agente mientras seguía haciendo cosas.- me he puesto a pelear pero no he podido con ellos, las chicas colaboraron y es así como todos terminamos heridos.- resumió y mintió al mismo tiempo. Se veía tranquilo, dentro de todo. Sabía que Antonio no iba a poder descubrir si lo que decía era mentira o no, no le conocía.
-¿Y por que han llegado hasta aquí? ¿Llamaron a la policía? ¿Por que no fueron a un hospital?- las preguntas comenzaron a llover y yo, como no tengo otra forma de exteriorizar mis nervios, comencé a reír. Ambos hombres me observaron como si estuviese loca y es que si seguía con esta seguidilla de mentiras me volvería loca de verdad.
-Si hemos llamado a la policía.- No mentí.- Pero hemos escapado antes de que llegaran, teníamos miedo de que nos volvieran a atacar.- Seguí con la verdad y Torres me miro nervioso, tenia terror de que se me escapara algo.- A Jairo no le gustan los hospitales y como yo te conozco a ti, hemos decidido a venir por lo mas seguro.- Antonio me observo detalladamente tratando de descubrir la mentira.- Pregúntale a Gloria, ella no me dejará mentir.- me escudé en mi amiga.
-Esta bien, si eso es lo que dices que ha pasado entonces te creo.- sabía que había algo que no le cerraba pero yo no iba a decir nada mas.- Iré a ver como esta Gloria, creo que se ha dormido de nuevo.- Tony se levanto de su lugar y camino hacia su habitación. Respiré profundo, me sentía lo suficientemente presionada como para casi perder el control.
-Vamos a tomar aire.- dijo mi custodia mientras me ayudaba a levantarme. Ambos salimos y nos sentamos en las escalinatas de la entrada, llovía pero teníamos un pequeño techo sobre nosotros.- lo has hecho bien, demasiado bien.- habló tranquilo. Su comportamiento cambiaba cuando estábamos solos, de alguna manera se ponía tenso cuando Antonio estaba presente.
-No puedo seguir mintiendo así.- retuve el llanto que estaba a punto de salir.- ¿Qué haremos cuando pase algo de verdad? ¿Qué explicaciones daré? ¿Y si tu no estas? ¿Si te pasa algo?
-No pasará nada. Estamos bien y lo seguiremos estando. Recuerda que estamos mintiendo para protegerlos a todos.- se acercó a mi y pasó uno de sus brazos por encima de mis hombros. Me quejé levemente, me dolió ese contacto.- lo siento, me he olvidado.- quitó su brazo de donde estaba y le extrañé.
-Tengo miedo de creerme la mentira.- expuse lo que de verdad sentía, de alguna manera me lo ocultaba a mi misma pero ahora que estábamos aquí todo se ha aclarado en mi mente. No quería terminar enamorándome de Jairo, sabía que teníamos una relacion de mentira pero tenia miedo de creérmela y que después de que todo termine se olvide de mi, como claramente lo decía en aquella carpeta.
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La chica del expediente.
RomanceStella trata cuidadosamente de no romper el protocolo del programa de protección a testigos, pero con Jairo Torres, el guapo policía que le cuida, es prácticamente imposible. Ambos intentarán sortear todos los obstáculos que se les presentan y graci...