Salir de la cabaña fue totalmente fácil considerando que Gloria y Antonio querían estar solos cuanto antes. Nos fuimos en el coche de mi amiga, ya que cuando huimos de la casa solo nos pudimos llevar ese. Prometimos devolverlo en cuanto la madre de Jairo se recupere, supuestamente.
Al llegar a la comisaría sentí que Torres se tranquilizó bastante, en el camino se había puesto nervioso y estaba atento a que nadie nos siguiera. Cuando hacía eso me contagiaba los nervios y terminábamos como dos loquitos sueltos.
-Ya pueden pasar a la habitación de los testigos, que bueno que están bien.- dijo un policía en el escritorio de la entrada. Jairo se había encargado ya de dar todas las explicaciones necesarias para tranquilizar a todo el mundo.
Caminamos juntos hacia la pequeña oficina del principio, me trajo tantos recuerdos.
-Nos están esperando, tienen novedades, parece que nos van a dar otra casa.- dijo golpeando la puerta que se encontraba cerrada. Al abrir pude ver dentro a tres hombres, serios y prolijos. Definitivamente eran policías y creo que eran los encargados de todo esto.
Nos sentamos los dos frente a ellos después de saludarnos formalmente, veía a Jairo mas tímido de lo normal y por algún motivo un mal presentimiento se instalo en mi pecho.
-Señorita Cruz, señor Torres, tenemos noticias.- dijo uno de ellos mientras desplegaba una serie de papeles sobre el escritorio.- debido a la situación en la que estamos, hemos analizado mejor el caso y tomamos algunas decisiones.- solo esperaba que no me separaran de Jairo, no quería eso para nada.- Primero hemos decidido cambiarla de ubicación, tendrá una nueva casa y será mas difícil para estos delincuentes poder encontrarla.- se dirigió a mi un señor de bigotes blancos. No me gustaba que solo me hablara a mi ¿por que cambiarla y no cambiarlos? comencé a sentirme nerviosa y Jairo lo notó, pero no hizo nada al respecto. Sin estos hombres delante probablemente ya estaría acariciando mi pierna, como le era de costumbre.
-Será mas lejos y también será una casa mas grande.- dijo otro de los hombres.
-¿Por que una casa mas grande?- interrumpió Torres curioso. Alguien golpeó la puerta y todos miramos a esa dirección.
-El motivo esta detrás de esa puerta. Pase.- ordenó. La puerta se abrió y un hombre de la misma edad del agente a mi lado, se adentro a la oficina. Miré a Jairo, esta vez se puso rígido, podía ver como los músculos de su mandíbula se marcaban por apretar sus dientes.- Él es el agente Gonzales y a partir de hoy se involucrará en el caso.- informaron.
-¿Por que no Ortega?- preguntó Torres.
-Porque Ortega está custodiando a la abuela de Cruz, creo que ya estaba informado de esta situación Torres, sea mas inteligente al realizar sus preguntas.- Jairo bajo su cabeza, no me gustaba verlo así, estaba tenso y sabía que se sentía mal por algún motivo.
-¿Que pasará con Torres?- pregunté con algo de miedo, estos hombres eran demasiado serios y tenía terror de que me contestaran como le habían contestado recién a Jairo, podría ser capaz de soltarme a llorar si alguien me hablaba mal, últimamente estaba muy sensible.
-Torres se mantendrá también en el caso, tendrá doble custodia señorita, debido al ultimo ataque que ha sufrido. Por eso la casa será mas grande, lo descubrirán cuando lleguen.- nos alcanzó a cada uno una copia de papeles, la leí por arriba.- aquí esta toda la información que necesitarán. Al ser tres se les brindará mas dinero, la ropa que tenían ha sido recuperada por los agentes que han ido a cubrir el ultimo ataque. Igualmente necesitarán alguna que otra muda mas, ya que será mas tiempo el que durará la custodia.
-¿Mas tiempo?.- volví a preguntar ahora sin miedo, necesitaba que me informen lo mejor posible lo que sucedía. Me sentía mas tranquila porque seguiría estando con Jairo.
-Si, mas tiempo.- me respondió el de bigotes. Ese hombre no me inspiraba confianza, no era por los bigotes, era por algo mas.
-Los delincuentes han desaparecido completamente, les hemos perdido el rastro y mientras volvemos a saber de ellos, pasará tiempo.- Jairo y el otro agente Gonzales asintieron como entendiendo la situación, yo sin embargo no entendía nada.- estamos siendo minuciosos con esta investigación, pensamos que están planificando algo grande y debemos ser precavidos.
-Torres y Gonzales, deberán estar atentos, mas que nunca. Se les brindará el equipamiento necesario por si atacan, deben estar preparados. El juez ha pedido que la protejan lo mejor posible, la necesitamos, ella podría desbaratar una gran banda de delincuentes que no teníamos idea de sus dimensiones.- ambos agentes asintieron nuevamente. Un escalofrío recorrió mi espalda, no quería ser tan codiciada, no me gustaba y no lo necesitaba para nada, mucho menos entre policías y ladrones.
-Señorita Cruz, trate de seguir el protocolo a raja tabla, será sumamente necesario para mantener su vida a salvo.- dijo otro de los hombres.
Después de varias palabras y ordenes mas, los tres se retiraron. Estaba totalmente incomoda, no podía dejar de pensar en todo lo que sucedía. Torres, ya mas tranquilo, puso su mano en mi pierna y suspire.
-Va a estar todo bien.- aseguró y asentí, si el lo decía era por algo.
-Bueno, por lo que veo su vínculo se ha fortalecido en este tiempo.- Gonzales se sentó frente a nosotros.- recuerden que hay un protocolo que cumplir y no puede haber relaciones amorosas entre custodia y protegido.
-No tenemos una relación amorosa.- le respondió Jairo y rápidamente quito su mano de mi pierna. Miento si digo que no me disguste un poco.- y si la tuviéramos igualmente esa regla no esta escrita.
-No esta escrita pero es mas que obvia. Si llegaran a tener una relación que no sea exclusivamente profesional podrían comprometer todo el caso.- Torres volvió a ponerse en tensión- nos lo dijeron en una de nuestras primeras clases en la academia ¿recuerdas? Si te amenazaran por algún motivo ¿Qué te asegura que la señorita Cruz no intentará defenderte? Pondría su vida en riesgo.
-No sería necesario una relación amorosa para eso, es cuestión de moralidad. Estamos viviendo todos juntos, deberíamos cuidarnos entre todos.- ataqué. El negó con su cabeza, esta persona ya no me estaba gustando para nada.
-Nosotros estamos para cuidarla, nos pagan para eso, usted no tiene por que cuidarnos. Creo que ni siquiera sabría cuidarnos.- se cruzó de brazos arrogante.- Debería estudiar nuevamente el protocolo señorita Cruz, creo que aún no tiene los conceptos principales claros.
Me mantuve en silencio, ahora sabía por que Jairo se había puesto tenso. Este hombre lograba quitarte la paciencia con unas pocas palabras. Y ahora estaba mas que segura de que no íbamos a tener una buena convivencia.
ESTÁS LEYENDO
La chica del expediente.
RomanceStella trata cuidadosamente de no romper el protocolo del programa de protección a testigos, pero con Jairo Torres, el guapo policía que le cuida, es prácticamente imposible. Ambos intentarán sortear todos los obstáculos que se les presentan y graci...