~ Ruth ~
Aquella noche durante la cena no quise acercarme mucho a Villa. Nos estábamos poniendo demasiado intensos y más valía poner distancia. Él me lanzaba miradas confusas y yo le daba una de cal y otra de arena. Temía arrepentirme cuando estuviera lejos, pero ése no podía ser motivo de estar pegados como lapas todo el tiempo. Yo era una chica independiente. Y no iba a permitir que eso cambiara a pesar de que tuviera que luchar con una parte de mí y contra esa corriente magnética que procedía de Villa.
- ¿Me ignoras?- me preguntó antes de entrar al bungalow para acostarse
- Sabes que no. Descansa. Mañana será otro día.
- ¿Quieres dormir conmigo esta noche?
- Estás loco.
- Sólo dormir- aclaró.
- Hace calor y estas camas son diminutas- razoné.
- Está bien. Tendré que esperar al invierno- bromeó.
- Que descanses- me despedí, besándole.Cuando todas dormían, me levanté y me escapé a la playa vacía. Hacía viento, Isaza no llegaba y comencé a pasar frío.
- Traje unas mantas- me sorprendió mi amigo, colocándome una sobre los hombros.
- Gracias. Gran idea. Pensaba que ya no venías.
- Tenían ganas de fiesta esta noche.
- ¿Les has contado lo que ha pasado esta tarde?
- Voy a tener broma para rato- asintió con una sonrisa tímida- La culpa de ellos, por no avisarme.
- Eso es cierto. Pero vamos a dejarlo. ¿Tú cómo estás?
- No tan bien como tú. Tiene a Villamil como loco. Me alegra que al fin estén juntos.
- Es como estar en un sueño.
- Sin embargo, esta noche no estaba muy contento.
- ¿Eso te ha dicho?- bajé la cabeza- Simplemente, necesito vivirlo con calma. Estaría todo el tiempo pegada a él sin que me importara el resto del universo. Y tampoco quiero eso. Vamos a tener que acostumbrarnos a la distancia.
- A eso ya están acostumbrados.
- ¿Crees que me equivoco? ¿Que debería aprovechar cada segundo con él?
- Eso lo tiene que ver usted.
- Pero tu opinión es valiosa para mí, Isa. Siempre me das buenos consejos. Y eres su mejor amigo.
- Yo creo que está bien que aprovechen a estar como tortolitos. Pero te conozco y sé que necesitas tu espacio para pensar. Entiendo tu reacción, aunque sería bueno que se lo explicaras a Villa para no desconcertarlo.
- Lo haré. Gracias... ¿Y tu corazón? ¿Sigue ocupado?
- No sabría decirle...- suspiró
- ¿Cómo que no? Pensaba que estabas enamorado. Andrea se llama ¿no?
- No estamos juntos desde hace tres meses.
- Oh, Isa... No lo sabía... Lo siento... ¿Por qué lo dejásteis? Parece que sigues pillado.
- Ha sido duro. He preferido no hablar del tema porque dolía. Y ahora no sé muy bien qué siento. Si es la costumbre, los buenos recuerdos o si realmente sigo queriéndola.
- ¿Te dejó ella?
- Fue de mutuo acuerdo. Es difícil salir con un artista, ya lo comprobará. Demasiado tiempo, demasiada distancia, demasiados comentarios malintencionados...
- ¿Quién podría no confiar en ti?
- Usted siempre me mira con buenos ojos, Ruth. Ojalá ella también lo hubiera hecho, porque yo no sería capaz de engañarla. Antes terminaría.- se tapó el rostro y se frotó los ojos con los nudillos- Pero no la quiero amargar con esta historia. Se pasará. Es cuestión de tiempo.
- Me interesa todo lo que tenga que ver con cómo te sientes, Isa. Somos amigos. Y no creas... Mi historia también tiene sombras...
- ¿Y eso? ¿Algo no va bien con Villa?
- No. Villa es un amor. Es Sergio.- cogí aire y le expliqué lo que había pasado- Sergio es mi mejor amigo. Él me falta aquí. Siento que estando distanciados, me falta una parte de mí. Y sin embargo, no le puedo pedir que esté. Sólo conseguiría hacerle daño.
- Lo siento, Ruth. Entiendo que no es nada fácil lo que está viviendo. ¿Por qué no lo habla con Villa? Él merece saberlo.
- No quiero crear malos rollos entre ellos...- se me humedecieron los ojos- Sería tan perfecto poder tenerlos a los dos cerca de mí...Me abrazó y lloré sobre su hombro.
- Tumbémonos a ver si vemos una estrella fugaz a la que poder pedir ese deseo que tenemos en el corazón- propuso.Nos echamos sobre las mantas y contemplamos el precioso cielo estrellado.
- ¿Crees que hay alguien allá arriba jugando con nuestras vidas?- pregunté filosófica.
- Creo que si hay alguien allá arriba que ha tejido este maravilloso manto estrellado, será capaz de crear algo mucho más bello con nuestras vidas- contestó reflexivo.Continuamos en silencio, queriendo atisbar en la inmensidad celeste una estrella en la que confiar nuestros anhelos, hasta que nos quedamos dormidos el uno junto al otro.