ENEMIES | DRACO MALFOY ✓

26. ADRIAN IN POTIONS CLASS

Ha pasado una semana, ya que todos hemos tenido nuestras clases habituales desde entonces, hasta que fue el día antes de la primera prueba.

Estaba en pociones con Alexa, Bella, Blaise y Draco, mientras preparábamos nuestras pociones. Teníamos que juntarnos en parejas de dos, así que fui con Bella, Alexa y Blaise estaban juntos, y Pansy obviamente estaba con Draco. Coloqué una espina de rosa en la olla de cocción, mientras Bella recogía el resto de los ingredientes.

—¡Dracy! ¡Detente!.—Pansy chilla a través de la habitación, mientras Draco le hacía cosquillas mientras ambos se reían.—¡Dracy!.—Ella grita por la cantidad de risas que estaba causando. Se ríe aún más mientras ella caía lentamente al suelo, mientras la sostenía mientras continuaba haciéndole cosquillas.

—Disculpe, señorita Parkinson y señor Malfoy, si a ustedes dos no les gustaría recibir una detención, sugiero que se ¡callen!.—Snape les grita. La cara de Draco cae cuando suelta a Pansy, que cae al suelo. Draco mantiene sus ojos en Snape, antes de alejarse. Pansy se ríe un poco.

—¿Un poco de ayuda aquí?.—Le dice a Draco, mientras levanta la mano.

Draco la mira.

—Levántate del suelo.—escupe. La mira durante unos segundos antes de volver a la poción que estaban preparando. Pansy se las arregla para levantarse del suelo cuando me mira. Estaba revolviendo la poción dentro de la olla de preparación, mientras la miraba. Ambas nos damos pequeñas sonrisas, antes de que ella se acerque a Draco.

Suspiro mientras me pongo de puntillas para mirar por encima de la olla de preparación, cuando siento dos manos rodear mi cintura desde atrás. Jadeo ante el toque repentino, cuando giro la cabeza y me doy cuenta de que era Adrian. Abro los ojos mientras mi cara se pone un poco roja.

—Adrian, ¿qué diablos estás haciendo aquí?.—Le susurro.

Sonríe.

—Snape me pidió que me uniera a su clase por el resto del año, ya que él cree que debería estar en las clases avanzadas.—mira hacia la olla de preparación.—Ahora reconozco.—quita su mano derecha de mi cintura, mientras mantiene su mano izquierda todavía en mi cintura. Toma la cuchara de madera de mi mano.—Deberías estar revolviendo un poco más fuerte.—Dice antes de comenzar a remover la poción, más rápido que yo.

Pongo los ojos en blanco.—Wow, no tiene sentido tener al profesor Snape, debería haber venido a ti para todas mis preguntas.—dije con sarcasmo. Él se ríe entre dientes.

—Deberías haber venido a verme si querías aprobar todos tus exámenes.

Me burlo.—¿Crees que aprobaría mis exámenes de tu parte? Todo lo que te importa es el Quidditch, y—

—Y mi educación.—Me interrumpe. Giro mi cabeza para mirarlo de nuevo, mientras ambos sonreímos el uno al otro. Nuestros labios están al menos a 4 cm de distancia el uno del otro, aunque no pudimos besarnos, aquí no. Miro hacia atrás a la olla de preparación, mientras él continuaba revolviendo.

Bella camina de regreso hacia nosotros, mientras jadea mientras sus ojos se agrandan, ya que debió haber notado dónde estaba sentada su mano.

—Oh, eh...—murmura.—Lo siento... no esperaba que estuvieras aquí en esta clase.—le dice a Adrian.

—Me acabo de unir a esta clase.—dice.

Bella asiente cuando me mira mientras sonríe. Le pongo los ojos en blanco y le devuelvo la sonrisa. Aunque, Snape viene hacia nosotros, lo que hace que Adrian quite la mano de mi cintura.

—Sr. Pucey, me alegro de que haya encontrado una compañera.—Me mira.

—Oh, estoy con Bella—

—¡No, ella no lo esta!.—Bella grita. Giro mi cabeza para mirarla, mientras ella mira a Snape.

—¿Entonces con quién está, señorita Zabini?—el pregunta.

—Yo-yo sola.—Ella dice.

Sorprendentemente, Snape asiente antes de alejarse. Miro de nuevo a Bella.

—¿Por qué hiciste—

—Relájate, ustedes se adaptan el uno al otro, además, él está ayudando.—Ella sonríe.

Suspiro.—Pero tu—

—Lucinda, ¿te importaría traerme un poco de menta?.—Pregunta Adrian. Lo miro mientras sonrío.

—Claro.—digo mientras camino hacia la pestaña de Ingredientes.

[...]

Durante el resto del día, Adrian y yo pasamos todo el tiempo juntos. Ni siquiera fuimos a cenar, por lo mucho que estábamos disfrutando de la compañía del otro.

Entramos en la sala común de Slytherin, ya que decidió acompañarme a mi dormitorio. No pasó mucho tiempo hasta que llegamos a mi dormitorio, él se quedó afuera mientras yo abría la puerta. Me río entre dientes.

—¿Vas a entrar? No hay nadie aquí.—digo.

Suspira antes de asentir.—Seguro.

Entramos en mi dormitorio, mientras me siento en mi cama, mientras él camina por la habitación, observando todo. El recoge una foto de Bella, Pansy, Alexa y yo una vez que estábamos en quinto grado, sonríe mientras la mira.

—Todas lucen diferentes ahora.—Murmura mientras la mira durante unos segundos, dice de vuelta a la mesa antes de mirarme. Sonrío mientras ambos seguimos mirándonos.—¿Qué?.

Él sonríe mientras camina hacia mí.

—¿Qué?.—Me río entre dientes.—Deja de mirar.

—Lo mismo para ti, Blackwood.—Se ríe.

Ambos seguimos mirándonos el uno al otro, mientras se acercaba un poco más a mí, hasta que estuvo parado justo frente a mí. Lo miro mientras todavía estaba sentada en la cama, antes de que bajara lentamente la cabeza hacia mí, hasta que plantó un suave beso en mis labios.

Continuamos besándonos durante unos segundos, mientras su mano derecha ahuecaba mi mejilla, mientras yo mantenía mis manos en mi regazo. Me besó durante algún tiempo, hasta que la puerta de mi dormitorio se abre, cuando Bella y Alexa se paran en la puerta. Jadean cuando nos ven, lo que hace que Adrian se aleje de mí cuando rompió el beso. Miré hacia arriba, cuando vi a Alexa y las bocas de Bella se abatieron, mientras nos miraban a Adrian y a mí.

—Uhh... tengo que irme.—murmura Adrian.

Se gira para mirarme.

—Te veré por ahí.—dice antes de volverse y salir del dormitorio. Bella cierra la puerta detrás de él, mientras su sonrisa crece.

Me río entre dientes.—Oh, cállate.—digo.

Ambas gritan en voz alta.

—¡¿Cuánto tiempo estuvo aquí?!.—Pregunta Alexa.

—Uhh ... sólo unos minutos. ¿Por qué?

—¿Así que ustedes dos no hicieron nada más?.—Pregunta Bella.

Niego con la cabeza.—¿Qué más se suponía que debíamos hacer?.

—¡Convertirse en novio y novia por supuesto!

Pongo los ojos en blanco mientras me levanto de la cama.

—No puedo hacer esto.—digo mientras sonrío.

—¡Lucinda!.—Ambas gritan al mismo tiempo.

No respondí, mientras caminaba hacia el baño, con la sonrisa todavía en mi rostro.