ENEMIES | DRACO MALFOY ✓

31. MY DATE

Sigue una semana, ya que todos los días de la semana han sido un dolor de cabeza. Draco ha estado comenzando discusiones con Pansy todos los días sobre las cosas más tontas, ya que Pansy siempre regresa llorando con nosotras. Él la aparta o la insulta, o ni siquiera muestra emoción hacia ella, y a ella se le rompe el corazón. Luego, después de ni siquiera una hora, son literalmente mejores amigos de nuevo, como si nada hubiera pasado entre ellos. Todos teníamos nuestras clases habituales, ya que faltaba menos de un mes para el baile de Navidad.

Caminaba hacia el Gran Comedor para almorzar, cuando me topé accidentalmente con Adrian.

—Oh, Dios mío.—Miro hacia arriba cuando veo a Adrian mirándome. Suspiro—hola.

—Hola.—sonríe.

—Lo siento, no quise—comienzo.

—Oye, está bien, te estaba buscando de todos modos. Quería hablar contigo.—dice.

Asiento lentamente antes de reír entre dientes.—Bueno, me encontraste, ¿qué pasa?.—digo.

Suspira mientras mira al suelo antes de volver a mirarme.

—Escucha, no tienes que hacerlo honestamente... pero pensé que si como... mierda.—murmura.

Sonreí un poco al pensar en lo que podría decir. Siguió tartamudeando y murmurando sus palabras.

—Adrian.—lo interrumpí.

—¿Eh?.—Él dice.

—Cálmate.—Sonrío.

Él se ríe un poco y toma una respiración profunda.

—Muy bien, ¿te gustaría ser mi cita para el baile de Navidad? Quiero decir, podemos ir como amigos, o podemos ir como... algo más, honestamente depende de ti.—dice.

Intento calmarme mientras abro los ojos un poco.—Uhh... sí, por supuesto, sería un honor.—Sonrío.

Veo la sonrisa en su rostro formándose de nuevo.

—¡Está bien! ¡Genial! ¡Gracias!.—Él dice.

Asiento un poco.—Tengo que irme, ya que tenemos entrenamiento de Quidditch, ¿te veré pronto?.—pregunta.

Asiento de nuevo.

—Sí, claro, por supuesto.—digo antes de que él sonríe y se aleja. Traté de calmarme, ya que literalmente me pidieron que fuera la cita de Adrian para el baile de Navidad.

[...]

—¡¿Literalmente te lo preguntó?!.—Bella grita.

Asiento con la cabeza.—¡Sí! ¡Lo hizo!.—digo.

Alexa y Bella gritan en sus asientos mientras sonríen.

—Entonces, ahora que tienes tu cita, ¿qué vas a usar?.—Pregunta Alexa.

Suspiro.—No estoy segura, supongo que todos tenemos que ir de compras a Hogsmeade.—murmuro.

Ambas asienten.

—Dime, ¿cómo se siente tener al chico más sexy de Hogwarts como tu cita?.—Pregunta Bella.

Me río un poco, cuando levanto la cabeza y veo a Adrian mirándome directamente. Abro los ojos, mientras él sonríe un poco.

—Quiero decir, es totalmente hermoso, ¿verdad? Y todos lo adoran aquí, quiero decir, ¿sabes lo rica que es su madre?.—Bella sigue hablando.

—Bella...—murmuro mientras mantengo mis ojos fijos en Adrian.

—¿Qué?.—Dice que una vez gira la cabeza y mira directamente a Adrian. Ella jadea cuando se congela mientras continúa mirándolo. Alexa y yo nos reímos mientras Adrian camina hacia nosotros, cerca de la chimenea.

—Me alegra saber que piensas así, Zabini, realmente saca lo mejor de mí.—sonríe.

—Oh, sí, claro, pienso así, solo estaba diciendo esas cosas para animar a Lucinda a salir contigo—

—¡Bella!.—grito mientras Adrian se ríe.

—¡¿Qué?! ¡Solo estoy diciendo la verdad!.—Ella grita.

Suspiro cuando Adrian se sienta en el asiento frente a nosotros.

—Bueno, solo digo que ustedes dos probablemente aparecerán en los periódicos lo suficientemente pronto.—continúa.

—Bella, por favor para.—murmuro.

Ella pone los ojos en blanco.

—Bien.—mira a Alexa y luego a mí.—¡Pero qué lindos se verán ustedes! ¡Quiero decir que ambos se vistieron bien y todo! ¡Qué lindo!.—Dice ella.

Adrian y yo le dirigimos una mirada severa.

—Está bien, lo siento, prometo que me detendré ahora.—dice.

Sonrío un poco cuando me miré a los ojos con Adrian. Continuamos mirándonos el uno al otro por un rato hasta que se puso de pie.

—Está bien, bueno, me voy a ir, las veo a las tres mañana.—dice.

Todos asentimos con la cabeza.

—¡Adiós!.—Bella y Alexa dicen mientras camina hacia el dormitorio de los chicos. No sabía lo que estaba pensando en ese momento, pero me levanté e inmediatamente lo seguí. Rápidamente corrí escaleras abajo, hasta que lo vi de nuevo.

—¡Adrian!.—Grito. Se da la vuelta mientras me mira.

—Lucinda, ¿Qué pasa? ¿Necesitabas algo—

Lo corté cuando inmediatamente puse mis labios sobre los suyos. No podía soportarlo más, lo necesitaba, lo deseaba. Puso ambas manos a cada lado de mi cara mientras continuaba besándome. Me empujó lentamente hacia atrás, hasta que toqué muy suavemente la pared.

—Este no es un lugar para besarse, Blackwood.—escuché decir a Draco. Inmediatamente aparté mis labios de Adrian y abrí los ojos, cuando vi a Draco parado detrás de Adrian.

Adrian se ríe un poco.—¿Dónde estabas practicando?.—Pregunta.

—Oh, acabo de estar ocupado con mi maldita y molesta novia, literalmente ya nunca me deja solo, ella siempre está... ahí, en mi cara, y es tan molesto.—dice Draco.

Pongo los ojos en blanco.—Eso es porque ella está enamorada de ti.—murmuro.

—Bueno, yo no la amo, lamento decir eso.—dice. Me burlo.

—Relación sana.—murmuro.

—Oh, cállate Blackwood, estoy bastante seguro de que vas a tener una relación tóxica, y entonces quizás lo entiendas. Oh, espera, eso es si realmente... te...entablas... una relación.—Él sonríe.

No pude evitar lanzar mi mano hacia su rostro para abofetearlo, cuando inmediatamente agarró mi mano justo antes de que tocara su rostro.

—¿Qué diablos dije sobre abofetearme Blackwood?.—Murmura.

—No te abofeteé.—le digo.

—Oh, no actúes inteligentemente conmigo Blackwood.—me lanza la mano.—estabas a punto de hacerlo.—dice.

—Honestamente, no tengo tiempo para discutir con un niño de dos años como tú, así que voy a decir.—Me volteo para mirar a Adrian.—Buenas noches.—miro a Draco.—Y espero que mueras mientras duermes.—escupo antes de darme la vuelta y caminar hacia el dormitorio de las chicas.