ENEMIES | DRACO MALFOY ✓

7. RIDDIKULUS

RIDDIKULUS

Me paro con el resto de los estudiantes en un lado del salón mientras el profesor Lupin camina detrás de nosotros.

—¿A alguien le gustaría adivinar lo que podría ser?.—Pregunta el profesor Lupin.

—Ese es un boggart, profesor.—grita un estudiante.

—Muy bien, ¿alguien quisiera decirme cómo es un boggart?

—Nadie lo sabe.—escuché decir a Hermione.

Realmente nunca la conocí tan bien, aunque sabía que era una de las estudiantes que estaban en la parte superior de la clase. Ella estaba hablando de algo relacionado con los boggarts como cambia formas.

—Practiquemos ahora, sin varitas, por favor.—dice el profesor Lupin mientras se para al frente de la sala.—¡Después de mí, riddikulus!.—Él dice.

—¡Riddikulus!.—Dice la clase a excepción de Draco, Blaise y Flint.

—Muy bien, un poco más fuerte... ¡riddikulus!.

—¡Riddikulus!.—La clase vuelve a repetir.

—Esta clase es ridícula.—escuché a Draco murmurar en la esquina del salón.

Lo miro mientras se encuentra conmigo a los ojos.

—Uhh, Neville, ¿puedes acompañarme por favor?.—Pregunta el profesor Lupin. Neville se da vuelta y mira a todos hasta que me mira a los ojos. Sonrío mientras asentía con la cabeza hacia un lado, hacia el profesor Lupin.

Él asiente antes de caminar lentamente hacia el profesor Lupin.

—Neville, ¿qué es lo que más te asusta?.—Pregunta el profesor Lupin.

Escucho a Neville murmurar algunas palabras hasta que el profesor Lupin le pide que reaccione él mismo.

—Profesor Snape...—murmura.

Toda la clase se ríe. Me reí un poquito mientras miraba al suelo.

Después de unos segundos, el profesor Lupin le susurra algo al oído a Neville antes de asentir. Neville saca su varita y la lleva frente al armario.

—1 ..2..3...—El profesor Lupin cuenta hacia atrás hasta que abre la puerta con la manija de su varita. La puerta se abre lentamente, antes de que el profesor Snape salga del armario.

—¡Riddikulus!.—Neville grita antes de que Snape se ponga ropa pasada de moda. Todos se ríen.

—¡Bien, todos forman una línea!.—Dice el profesor Lupin.

Todos se juntan en una línea, mientras camino hacia la parte de atrás, antes de que Draco me empuje hacia un lado. Caigo con fuerza al suelo, antes de que Harry se dé cuenta.

Rápidamente me ayuda a ponerme de pie.

—¿Estás bien?.—Él susurra.

Asiento con la cabeza.

—Gracias.—le susurro antes de caminar hacia el final de la fila.

—Lucinda, ven aquí.—dice Pansy.

Camino hacia ella, mientras tomo el lugar frente a ella.

—Gracias.—murmuro.

—Quiero que todos se imaginen lo que más temen y lo conviertan en algo divertido.—dice el profesor Lupin antes de poner música.

Algunas personas tuvieron su turno, hasta que fue el turno de Harry.

No pasó mucho tiempo hasta que el boggart se convirtió en un dementor. El profesor Lupin se puso inmediatamente frente a él, cuando el bogart se convirtió en un cielo nocturno.

—¡Riddikulus!.—El profesor Lupin grita cuando una luna se convierte en un globo y vuelve directamente al armario.—Desafortunadamente, ese será el final de nuestra lección, por favor tome sus bolsos y salgan, lo siento.—dice el profesor Lupin. Algunas personas se quejan mientras regresan a los estantes para agarrar sus bolsas. Todos salen del aula, mientras yo camino afuera con Bella.

—Eso fue tan raro... quiero decir, ¿el profesor Lupin realmente se detuvo solo por el boggart de Harry?.—murmura Bella.

Asiento con la cabeza.

—Sí, eso es extraño.

—Lo único que será extraño es ver a Harry vivo cuando lo encierre en su escoba en quidditch.—murmura Draco mientras camina a mi lado.

Pongo los ojos en blanco.

—Buena suerte número 7, eso es todo lo que digo.

—¿Cómo sabes su número de quidditch?.—Bella pregunta mientras seguimos caminando por los pasillos.

—No es difícil identificar al peor buscador.—le sonrío a Bella.

Bella se ríe antes de mirar a mi lado. Giro la cabeza cuando veo a Draco mirándome.

—¿Qué? ¿Tienes algún problema?.—Mi sonrisa crece.

—¿Cuándo aprenderás a mantener la boca cerrada?.—Él murmura.

—Hm, pensemos... Tal vez una vez que dejes esa estúpida actitud hacía mi.—Él finge una risita.

—Seguiré dándote actitud hasta que realmente aprendas tu lección.

—¿Y qué lección puede ser esa?.—Miro a Bella mientras sonrío antes de volver a mirarlo.

—Cómo mantener la boca cerrada.

—Es mi boca, no la tuya. No puedes controlarla si habla.

—Deja de actuar inteligentemente conmigo Blackwood.—murmura.

Bella caminó un poco más rápido solo para alcanzar a Pansy y Alexa, cuando me di cuenta de que Draco y yo estábamos solos, al fondo de la multitud.

—Hazlo.—murmuro.

Tan pronto como dije esas palabras, él me empujó de nuevo contra la pared.

—¡Deja de empujarme contra la pared!.—Le grito. Me abrazó con fuerza. simplemente no como apretado como anoche.

—Hazlo.—sonríe.

No pude evitar abofetearlo en la cara.

—¡No soy tu puta perra!.—Grito.

Lo miré a la cara, viendo la marca roja en toda su mejilla derecha.

—Te vas a arrepentir de eso.—Murmura. Me di cuenta de que todos estaban en su sala común, como Draco y yo estábamos solos. No había nadie aquí que pudiera detenerlo ahora. Blaise no estaba aquí como anoche, así que no había forma de que pudiera alejarme de él.

—¿Qué vas a hacer Malfoy? ¿Me vas a dar una bofetada? Claro, adelante, aunque ¿qué pensaría tu madre? ¿Cómo pensaría de su hijo abusando de mí? Imagínate si yo fuera tu hija, ¿querrías que lo hiciera, ser acosada por un chico?.—Murmuro.

—¿Cómo te atreves a hablarme así, pequeña perra?.—Murmura.

—No, no soy una perra. Te sentiste mal por mí Malfoy, podrías haberme abofeteado ahora, pero no lo hiciste.

—No, nunca me sentiría mal por ti, simplemente no quisiera que mi hija fuera acosada por un hombre, como yo, si te golpeo.

—Exactamente, no lo harías.—le digo.

Me mira durante unos segundos antes de tomar un paso atrás y mirar al suelo.

—Vete a la mierda Blackwood.—murmura antes de alejarse rápidamente, dejándome sola en el pasillo.