67. INSULT

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Pasó un mes, ya que las cosas se han vuelto bastante oscuras. Draco siempre se salta sus clases ahora, y a veces me uno a él, ya que pasamos tiempo en su dormitorio o en la biblioteca. Tampoco ha estado durmiendo tanto, ya que sus bolsas debajo de los ojos crecen a medida que pasa el día.

Camino hacia la mesa de Slytherin una vez que dejo mi mesa.

—¿Alguno de ustedes sabía que Katie Bell estaba maldita?.—Pregunto.

—¿Qué?.—Pregunta Bella.

—Sí, fue maldecida por un collar, Dumbledore cree que era de un estudiante pero Katie no se ha despertado todavía así que él no responde.—dije.

—Ese estudiante podría ser castigado o incluso expulsado.—murmura Blaise.

—Aparentemente, si tocas el collar—comienzo.

—¿Podemos dejar el tema del collar?.—Draco grita en voz alta.

Todos nos quedamos en silencio una vez que me siento a su lado.

—Draco, no puedes dejar el Quidditch, eres el mejor buscador que tengo- —dice Flint.

—Me importa un carajo Flint, hazlo.—dice Draco.

—¿Que esta pasando?.—Pregunto.

—Malfoy quiere dejar el Quidditch, por favor intenta convencerlo de que tenga sentido común, Lucinda.—dice Flint.

Suspiro mientras lo miro mientras él mira hacia la mesa.

—¿Por qué quieres dejar el Quidditch? Literalmente amas tanto el Quidditch.

—La gente cambia... y sus pasatiempos también pueden cambiar.—dice.

Pongo los ojos en blanco.—Draco, si dejas el Quidditch, Flint no tiene a nadie más para ser un Buscador.

—No es realmente mi problema.—murmura.

Levanto las cejas.—¿Hablas en serio?.—susurro.

—¿Crees que estoy bromeando Lucinda?.—Draco gira la cabeza para mirarme. Me mira fijamente durante unos segundos antes de volver a mirar hacia la mesa.

Suspiro.—Lo siento Flint, realmente no puedo hacer mucho cuando él está siendo terco.—digo mientras miro a Draco. Miro a Flint hasta que me levanté de mi asiento y salí del Gran Comedor.

—¡Lucinda!.—Escucho a Harry gritar desde atrás. Me doy la vuelta cuando lo veo corriendo hacia mí.

—¿Qué diablos quieres Potter? realmente no estoy de humor.

—¿Por qué Malfoy maldijo a Katie?—él pregunta.

Abro los ojos.—Lo siento, ¿qué?

—¡La maldijo! ¡Con el collar!

—¿Dónde está tu prueba?.—Grito.

—Sólo...—mira al suelo.—sólo sé.

—Oh, por favor Sr. Potter, deje de inventar rumores sobre sus compañeros.—El profesor Snape pasa junto a nosotros y dice hasta que entra al Gran Comedor.

—¿Ves? Incluso tus profesores piensan que es estúpido lo que dices.—digo.

—¡Pero estoy diciendo la verdad! ¡Fue Malfoy! ¡Le dio a Katie el collar y ella lo tocó! ¡Lo hizo a propósito! Es un mal hombre como su padre—

—¡Oh, ni siquiera lo digas Potter! Literalmente pusiste a su padre en Azkaban.

—¡Se lo merecía! ¡Y su tía mató a mi padrino! ¡¿Sabes cómo me hace sentir eso?!.—El grita.

—¡Ese no es mi problema! ¡No sé por qué siempre vienes a quejarme de mi novio!

—¡Bueno, al menos deberías resolverlo con él! ¡No está mejorando, Lucinda!.

—¡No puedo cambiar a alguien Harry! ¡No puedo cambiar a Draco! ¡La única persona que puede cambiarlo es él mismo! ¡Y solo porque soy su novia, no significa que sea responsable de sus acciones!.

—Solo quiero que me ayudes porque somos amigos, y los amigos se ayudan unos a otros—

—¡No soy tu amiga Harry! Insultas a mi novio constantemente, ¡¿y crees que está bien?! Sí, solíamos ser amigos y todo eso, ¡pero ya no! ¡Hablas de lo grosero que es Draco todo el tiempo, cuando debes mirarte a ti mismo! ¡Siempre lo estás insultando! ¡Eso no te hace mejor, Harry!.—Grito.

—¡Sí! ¡Pero solías insultarlo mucho!

—¡Hay una diferencia! ¡Yo 'solía' insultarlo! ¡A diferencia de ti, no has dejado de insultarlo!

En lugar de responder, se quedó callado. Miró al suelo por unos segundos hasta que me miró.

—Sabes qué, olvídalo.—Murmura antes de regresar al Gran Comedor.

Pongo los ojos en blanco cuando empiezo a caminar hacia la sala común, cuando el profesor Snape me llamó.

—Señorita Blackwood.—me llama.

Me doy la vuelta cuando camino hacia él.

—No pude evitar preguntar, la forma en que te enfrentaste al Sr. Potter por Draco... No hay nada entre ustedes dos, ¿verdad?—él pregunta.

Tartamudeo.—Uhh... bueno... quiero decir, sí... más o menos... quiero decir que estamos saliendo—

Él asiente lentamente.

—¿Y supongo que no sabes sobre sus actividades cuando no está en el aula?—pregunta.

Niego con la cabeza lentamente.—Ninguno, profesor.—murmuro.

Asiente lentamente.

—Gracias, señorita Blackwood.—dice una vez que se da la vuelta y regresa al Gran Comedor.

ENEMIES | DRACO MALFOY ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora