ENEMIES | DRACO MALFOY ✓

84. HOGWARTS

TRAMPOLINE - shaed † escuchar para mejor experiencia.

Unos meses después, cuando las cosas han empeorado aún más. Habría momentos en que el Señor Oscuro mataría a los mortífagos frente a todos en la mansión Malfoy, ya que no seguirían sus reglas. Draco y yo hemos tratado constantemente de distraernos del Señor Oscuro, aunque es difícil cuando alguien grita de dolor cada 5 segundos.

Estaba sentada en la cama de Draco mientras él estaba sentado junto a su escritorio por la noche, cuando alguien llamó a la puerta.

—Adelante.—murmura Draco antes de que Narcissa entrara.—Al Señor Oscuro le gustaría que estuviéramos en Hogwarts en una hora, prepárate.—dice.

Ella nos da una pequeña sonrisa antes de irse.—Lucinda.

—Draco, no va a pasar nada... lo prometo.—digo mientras me levanto de la cama.

Suspira.—¿Pero cómo sabes que Lucinda? ¿Y si pasa algo-

—No va a pasar nada... superaremos esto... ¿de acuerdo?.—Digo mientras camino hacia él.

—Pero Lucinda, nosotros no-

—Draco, te prometo que me verás después de todo esto, ¿de acuerdo?.

Me mira durante unos segundos antes de asentir lentamente. Se pone de pie cuando puso sus manos alrededor de mi cintura y me acercó a él. Me besó en la frente.

—Te amo.—dice.

Sonrío mientras lo miro.—Te amo.

[...]

Apoyamos a los mortífagos, mientras nos enfrentamos a Hogwarts. El Señor Oscuro estaba de pie al frente, mientras miraba el castillo. Sentí la mano de Draco agarrar la mía con fuerza, cuando entrelazó sus dedos con los míos.

—Draco... está bien.—susurré.

Me mira durante unos segundos hasta que niega lentamente con la cabeza.

—Esto está mal, Lucinda.

—Sé que es Draco pero no tenemos otra opción.—susurro de nuevo.

Mi padre volvió la cabeza para mirarme una vez me miró durante unos segundos.

—¿Qué?.—Susurro mientras lo miro. Gira la cabeza una vez que mira al frente.

—Ellos nunca aprenden... que lástima.—murmura el Señor Oscuro.

—Pero mi señor... ¿no deberíamos esperar?.—Dice un mortífago parado cerca de nosotros mientras camina hacia él. El Señor Oscuro lo miró por unos segundos hasta que el mortífago caminó hacia atrás.

—Lucinda... escúchame.—Draco comienza.—Si pasa algo... te amo, ¿de acuerdo?.

—Draco.

—Solo... sé que te amo, ¿de acuerdo?.

Asiento con la cabeza lentamente.—Te amo Draco.—Susurro. Nos quedamos en silencio por unos segundos mientras el frío pasaba por nuestro lado.

—Empiecen.—gritó el Señor Oscuro hasta que los mortífagos comenzaron a lanzar hechizos hacia Hogwarts.

—Tenemos que aparecer en Hogwarts.—susurra Draco.

—¿Por qué?.—Pregunto.

—No sé si te diste cuenta, pero Potter tomó mi varita... He estado usando la de mi madre todo este tiempo. La necesito de vuelta... También necesito traer a Blaise y Flint.

Asiento lentamente.—Entonces, ¿qué estás esperando?.

Gira la cabeza para mirarme mientras los mortífagos continuaban lanzando hechizos hacia Hogwarts.

[...]

Nos aparecimos en las mazmorras, ya que pensamos que nadie estaría aquí, hasta que vimos al profesor Filch cerrando una celda. Miré una vez vi que estaba encerrando a estudiantes que eran de Slytherin. Se alejó después de unos segundos.

—¡Sácanos de aquí, asqueroso squib!.—Escucho gritar una voz familiar.

Miro a Draco.—¿Esa es Pansy?.—Le susurro. Él asiente lentamente.—Draco, ¿y si Bella y Alexa-

No pude terminar mi oración, cuando se dirigió hacia la celda. Lo seguí por detrás rápidamente.

—¿Draco?.—Pansy susurró antes de que Draco lanzara un hechizo para romper la cerradura. De repente, hubo una fuerte explosión que provocó humo por todas partes. Después de unos segundos, todos los Slytherin salieron corriendo mientras gritaban. Sentí a Draco agarrar mi mano cuando me arrastró con él. Tiró de Blaise y Flint por detrás hasta que nos apresuramos en una dirección diferente.

Caminamos por los pasillos mientras Blaise y Flint nos seguían por detrás.

—¿Lucinda? ¿Qué diablos estás haciendo aquí?.—Pregunta Blaise.

—Cállate Zabini.—murmura Draco mientras seguíamos corriendo entre los edificios rotos.

—¿A dónde vamos siquiera?.—pregunta Flint.

—Sala de los menesteres, necesito algo.—dice Draco. Seguimos caminando en silencio hasta que llegamos a la Sala de los Menesteres. Entramos cuando caminamos alrededor de las payasadas durante unos segundos hasta que hubo algunos ruidos. Todos sacamos nuestras varitas mientras las sosteníamos frente a nosotros mientras caminábamos lentamente hasta que vimos a Harry.

—Bueno, bueno... ¿Qué te trae por aquí Potter?.—Pregunta Draco. Harry nos miró a todos durante unos segundos.

—Podría preguntarte lo mismo.—dice.

—Tienes algo mío... me gustaría que me lo devolvieras.—dice Draco.

—Bueno, ¿qué pasa con la que tienes?.—Pregunta Harry.

—Es de mi madre... es poderosa... pero no es lo mismo... no me... entiende del todo, ¿sabes a qué me refiero?.—Murmura Draco.

Gire mi cabeza para mirar a Draco cuando él ya me estaba mirando.

—¿Por qué no le dijiste? Bellatrix... sabías que era yo... no dijiste nada.

Blaise me mira confundido por unos segundos.

—Vamos Draco... no seas idiota... hazlo.—Flint susurra detrás de él.

—Lucinda... te he echado de menos.—murmura Harry.

—¡¿Cuántas veces tengo que decirte que te mantengas alejado de mi maldita novia?!.—grita Draco.

—Draco... está bien.