ENEMIES | DRACO MALFOY ✓

82. ENEMIES TO LOVERS

Pasó otro mes desde la reunión y se han producido más cambios. Los mortífagos han continuado apoderándose de la mansión Malfoy, así como del Señor Oscuro. Narcissa se ve bastante cansada últimamente, ya que tiene grandes bolsas debajo de los ojos, al igual que Lucius. De vez en cuando, duermo en casa de los Malfoy, cuando me toma un tiempo quedarme dormida en la cama de Draco, debido a las fuertes risas de los mortífagos en el piso de abajo.

—Así que he estado pensando.—digo. Él tararea.

—¿Sobre qué?—él pregunta.

—No lo sé... estoy empezando a tener la sensación de que somos como... ya sabes. Enemigos que se han convertido en amantes.—murmuro.

Él se ríe.—¿De qué estás hablando?.

—¡Estoy hablando de nosotros Draco! Quiero decir, solíamos odiar estar juntos y siempre nos insultábamos y ahora ni siquiera podemos alejarnos el uno del otro.—dije.

—¿Qué? Entonces, ¿enemigos de los amantes?.—El sonrie.

—Sí, eso es exactamente lo que quiero decir.—dije mientras le devolvía la sonrisa.

Él se burla.—¿Nosotros? ¿En serio?.

—Bueno, ¿quién más, Draco?.—Sonrío antes de besarlo.

Nos besamos durante unos segundos hasta que la puerta de Draco se abrió de golpe. Se da la vuelta.

—¿Qué diablos he dicho acerca de tocar antes de que entres?.—Murmura antes de mirar a Narcissa a los ojos.

—Encantador.—dice Narcissa mientras sonríe.—Lucinda, al Señor Oscuro le gustaría hablar contigo.—dice.

—¿Qué?.—Murmura Draco.

—¿Por qué?.—Pregunto.

—No lo sabría, no me lo dijo, solo me dijo que quería verte.—Ella dice.—estaré abajo.—Cierra la puerta detrás de ella.

—Lucinda, no vayas.—dice Draco.

—Tengo que ir Draco.

—¿Y si te hace algo?.—él pregunta.

—¡No lo hará! Prometo que no va a pasar nada, ¿de acuerdo?.—Digo cuando coloco mis dos manos a cada lado de su cara.—Lo prometo.—susurro.

Él asiente lentamente.—Te amo cariño.

—Te amo Draco.—dije antes de que él plantara un suave beso en mis labios.

[...]

Bajé las escaleras una vez que me encontré a los ojos con Narcissa.

—Está en la sala de reuniones, cariño.—dice.

Asiento lentamente.—Gracias.—murmuro.

—No te preocupes cariño.—Ella sonríe.

Le devuelvo la sonrisa hasta que caminé hacia la sala de reuniones. Entré a la habitación después de unos segundos, cuando lo vi sentado junto a la mesa hasta que me miró.

—Ah, señorita Blackwood.—dice.

—Mi Señor... ¿dijiste que querías hablar conmigo?.—Pregunto cuando camino hacia él.

—Bueno, sí, por supuesto, si no te importa.

—Para nada.—digo cuando tomo asiento junto a la mesa.

—Normalmente miro en los pensamientos de Harry Potter, cuando normalmente lo encuentro pensando en ti... No pude evitar preguntarme si está pasando algo.—Él pregunta.

Mis ojos se abren.—Mi señor, por supuesto que no... ¿Qué lealtad mostraría si estuviera con Draco y Harry?.—Pregunto.

—Veo... ¿así que no hay... nada?.

—Bueno... Harry Potter puede sentirse atraído por mí... aunque yo no siento lo mismo por él.

Asiente lentamente.—Ya veo.—dice. Miro la mesa cuando miré a su serpiente deslizándose por toda la mesa.—Hermosa, ¿no es así?—él pregunta.

No sabía si estar de acuerdo o no, así que solo asentí.

—Eres libre señorita Blackwood, gracias.—dice. Asiento de nuevo cuando me levanté de mi asiento. Salí de la sala de reuniones, cuando me mira a los ojos con Draco. Inmediatamente se acercó a mí.

—¿Estás bien? ¿Estás herida? ¿Qué quería? ¿Te tocó—

—Draco... estoy bien.—lo interrumpo. Él asiente con la cabeza.

—¿Qué pasó?.

Suspiro.—Me acaba de hacer algunas preguntas sobre Harry y todo está bien—murmuro. Él asiente de nuevo antes de darme un fuerte abrazo.—Draco... todavía estoy viva.—dije por encima del hombro.

Él se burla.—Afortunadamente.—murmura.