ENEMIES | DRACO MALFOY ✓

85. I FORGIVE YOU

DANCING WITH YOUR GHOST - sasha sloan † escuchar para mejor experiencia.

Es curioso cómo las cosas pueden cambiar tan rápido. Un minuto, te ríes a carcajadas con él, al siguiente todo está congelado.

Salgo de Hogwarts y tomé la mano de Draco, una vez vi al Señor Oscuro caminando hacia nosotros con los mortífagos detrás de él. Miré, una vez vi a Hagrid cargando a Harry mientras caminaban hacia nosotros.

Draco suspira.—Lo hicimos cariño.—susurra.

No se equivocó, lo logramos. Durante todo el tiempo, estuve con Draco durante la guerra. Muchas personas murieron y es posible que tengamos algunos moretones en nosotros mismos, pero aún así sobrevivimos.

Asiento lentamente.—Te dije que lo haríamos.—le susurro. Miro hacia atrás al Señor Oscuro, cuando estaba aún más cerca de nosotros.

—¡Harry Potter... está muerto!.—Grita mientras sonríe. Algunas personas más que estamos dentro del castillo salieron.—Harry Potter está muerto... desde este día, pon tu fe en mí.

Todos guardaron silencio hasta que el Señor Oscuro se dio la vuelta para enfrentar a los mortífagos.

—¡Harry Potter está muerto!.—Repite antes de que todos los mortífagos se rían.—¡Y ahora es el momento de declararte! Ven y únete a nosotros, o muere.—Se burla.

Todos se quedaron en silencio mientras nadie avanzaba. Agarré la mano de Draco con más fuerza, hasta que escuché la voz de Lucius.

—Draco.—susurra.

Miro, una vez que veo el brazo de Lucius extendido, mientras nos miraba.

—Draco.—repite. Miro a Draco cuando se quedó en silencio. Me miró por unos segundos.

—Draco... ven.—dice Narcissa.

—Draco... por favor no.—susurro. Me mira de nuevo.—Draco... no... quédate aquí.

Aparta la mirada de mí cuando mira al suelo. No se mueve, ya que todavía sostenía mi mano. Dejé escapar una pequeña sonrisa hasta que miré al Señor Oscuro. Me estaba mirando, mientras le dije a Draco que no pasara al otro lado.

—¡Sabía que esto pasaría! ¡Tú siempre serías su distracción!.—El grita.

—¡No soy su distracción!.—Grito de vuelta.

—¡Parece que lo haces! ¡Y eso debe resolverse de inmediato! ¡Cómo te atreves a ir contra mí!.—Grita de nuevo antes de extender su varita.

—¡Está bien, está bien! Lo siento-

—¡Avada Kedavra!.—Gritó el Señor Oscuro mientras apuntaba su varita hacia mí.

Antes de que la maldición asesina pudiera golpearme, Draco me empujó hacia un lado. Me senté rápidamente en el suelo cuando vi la luz verde golpear a Draco hasta que cayó al suelo.

—¡No!.—Grité cuando inmediatamente me puse de pie y corrí hacia él. Me arrodillé a su lado cuando me miró.

—Lucinda.—susurra.

Las lágrimas ya están corriendo por mi rostro.—Draco.—susurré mientras comencé a sollozar.

Me dio una pequeña sonrisa.

—Draco... te perdono... te perdono por t-todo.—susurro de nuevo antes de sentir la mano de Narcissa en mi hombro mientras se arrodilla a mi lado.

La miré cuando ya estaba llorando.

—Lo-lo siento mucho.—susurro de nuevo. Sonrió de nuevo hasta que cerró lentamente los ojos. Comencé a sollozar un poco más fuerte, cuando Narcissa me acercó a ella.

Miré a Draco mientras lloraba.

—Está bien cariño... te salvó porque te ama.—Narcissa susurró en mi oído.

Asiento con la cabeza lentamente.—P-pero no es j-justo.—susurro.

Nada de esto fue justo. No era justo cómo comencé mi vida con Draco. No era justo cómo Draco y yo tuvimos que convertirnos en mortífagos del Señor Oscuro. No era justo cómo el Señor Oscuro quería castigarme por decirle a Draco que no se uniera a su lado. No fue justo cómo Draco se quitó la vida por mí.