ENEMIES | DRACO MALFOY ✓

81. THE MEETING

A la mañana siguiente, me desperté en la cama de Draco con fuertes gritos desde el piso de abajo. Me siento cuando Seguí escuchando los gritos, hasta que me di cuenta de que era Narcissa. Miro a Draco mientras aún dormía. Su cabello estaba hecho un desastre mientras su mano estaba cerca de su rostro. Lo toco suavemente.

—Draco—susurré.—Draco.—repito mientras continúo dándole golpecitos hasta que tarareó.

—¿Qué pasa, cariño?.—Murmura mientras sus ojos permanecen cerrados.

—Tu madre está gritando abajo.—digo.

Él se burla.—Ella siempre está gritando... no te preocupes por ella.

—Pero Draco, ¿y si fuera importante?.—Pregunto.

—Créeme, la única razón por la que ella estaría gritando es si un elfo doméstico hiciera algo mal o lo que sea, ahora vuelve a dormir.—murmura.

Suspiro.—Tenemos la reunión en 2 horas Draco... tenemos que prepararnos.—digo.

—Está bien... Estaré listo en 5 minutos.—dice.

—Estoy segura de que tus duchas tardan al menos 20 minutos.

Gime cuando abre los ojos lentamente.—Dios, eres molesta.

Sonrío.—Levántate.

—No.—dice mientras se frota los ojos.

—Draco.—digo con voz severa.

—Lucinda.—Intentó burlarse de mi tono de voz hasta que ambos nos echamos a reír.

—Joder, Draco, ve a darte una ducha.—Mi sonrisa se ensancha.

—Solo haré si te unes conmigo.

—¿Qué soy yo, tu madre?.—Pregunto.

—No, pero eres mi novia y te estoy ofreciendo algo que... la mayoría de los novios no ofrecen.—dice.

Pongo los ojos en blanco cuando aparto la mirada.—Vamos... te gustará... puedes usar mi shampoo con aroma a manzana verde.—Él sonríe.

—Tú y tus estúpidas manzanas verdes.—dije antes de golpearlo con una de sus almohadas. Se ríe un poco.

—Date una ducha conmigo.—dice.

Suspiro.—No, necesito prepararme.

—Empieza a prepararte dándote una ducha cariño.—dice una vez que se sienta. Se levanta de la cama cuando camina hacia mí. Me miró mientras yo me sentaba en su cama cuando envolvió sus brazos alrededor de mi cintura y me levantó. Envolví mis piernas alrededor de su torso cuando comenzó a caminar.

—Draco, ¿qué diablos?.—murmuré cuando entró al baño. Gimo.—¿No puedo darme una ducha yo sola?.

—No.—sonríe.—estamos ahorrando agua.

—¡Eres rico Draco! ¡Ni siquiera tendrías que preocuparte por ahorrar agua!.—Grito una vez más antes de que abriera la ducha. Jadeo una vez que sentí el agua fría tocar mi piel ardiente.—¡Draco!.—Grito.

—Lo siento cariño.—Su sonrisa crece cuando fija la temperatura del agua.

—¿No podías esperar hasta que me quitara la ropa?.—Pregunto.

—No, porque ese es mi trabajo.—dice una vez que me quita la camisa. Me quitó los pantalones cortos antes de comenzar a besarme. Mi cabello y todo ya estaba empapado, al igual que el de Draco.

—Si haces algo más que besarme- —murmuro.

Él tararea.—¿Entonces estás diciendo que solo quieres que te bese?.