ENEMIES | DRACO MALFOY ✓

39. MUCH DIFFERENT

Al día siguiente, Dumbledore llamó a todos al Gran Comedor para hablar de lo sucedido en el tercer torneo. Pongo mi cabeza en el hombro de Adrian mientras escucho hablar a Dumbledore.

—Cedric Diggory murió nada menos que por Tú-Sabes-Quién , durante el torneo.—dice Dumbledore.

Algunas personas jadeaban silenciosamente mientras lloraban. Miré hacia la mesa de Hufflepuff, ya que la mayoría de ellos estaban llorando. Bella estaba llorando mucho. Tuvo que dejar el Gran Comedor por lo fuertes que eran sus sollozos.

—Blaise... ve a ayudar a tu hermana.—le susurro al otro lado de la mesa.

Me mira unos segundos antes de ponerse de pie y sale corriendo del Gran Comedor. Suspiro cuando Adrian me da un suave beso en la mejilla. Dumbledore continúa hablando sobre el torneo, hasta que nos envió a todos a empacar, ya que nos íbamos mañana.

[...]

Entro al tren Hogwarts Express, cuando sigo a Alexa y Pansy al compartimiento en el que nos íbamos a sentar. Me siento una vez que entramos, cuando Adrian se sienta a mi lado.

—Así que supongo que te veré en las vacaciones, ¿no?.—Le pregunto a Adrian, cuando me di cuenta de que se quedó callado. Lo miré, cuando me di cuenta de que estaba mirando a las chicas que pasaban por nuestro compartimento.—¿Adrian?.—pregunte antes de que me mire.

—Lo siento, sí... definitivamente.—Dice antes de besar mi frente. Doy una pequeña sonrisa antes de apartar la mirada.

Todos entran al compartimiento, hasta que el tren comienza a moverse.

—No puedo creer que se haya ido.—Bella susurra a mi lado. Le doy una pequeña sonrisa antes de abrazarla con fuerza.

—No puedo creer que haya vuelto.—dice Alexa.

No sabía qué decir, así que me quedé en silencio mientras miraba a Alexa, antes de mirar a Draco. Sacude la cabeza lentamente antes de que desvíe la mirada.

—No hablemos de eso por ahora.—digo. Ella asiente antes de pasar a varios temas. Hablamos un rato, hasta que regresamos a la plataforma.

Suspiro mientras me levanto de mi asiento, cuando agarro mi equipaje. Salgo del compartimento con Adrian detrás de mí, hasta que salgo del tren. Abracé a Alexa, Bella y Pansy, hasta que me acerqué a Adrian.

—Oye, ¿estás bien? Estuviste un poco callado en el camino hacia aquí.—dije.

Él asiente lentamente.

—Sí, estoy bien. Es mucho para asimilar acerca de la muerte de un estudiante y su regreso y todo.—dice. Asiento antes de abrazarlo con fuerza. Presiono mi cabeza contra su pecho por un rato, hasta que se apartó.—Mi madre me está esperando Lucinda.—Murmura.

Asiento de nuevo, hasta que me da un suave beso.

—Adiós Lucinda.—dice.

—Adiós.—le respondo mientras se aleja. Me quedo solo por unos minutos hasta que escucho a Draco.

—¿Sola Blackwood? ¿Otra vez?.—pregunta.

Pongo los ojos en blanco.

—Oh, vete a la mierda Malfoy... Estoy esperando a mi madre... ¿No deberías estar en la mansión ahora?.—Pregunto.

Él mira sus pies.—Llega tarde.—Murmura.

Asiento con la cabeza.

—Parece que mi madre también llega tarde, qué coincidencia.

Él pone los ojos en blanco.

—¿Qué tiene eso que ver con el Señor Oscuro?.—pregunta.

—¿Dije algo sobre el Señor Oscuro? No, no creo que lo haya dicho.—dije.

Se burla.—Cierto...

Nos quedamos en silencio un rato, hasta que veo a mi madre, aunque estaba con Narcissa Malfoy.

—¡Oh, mis queridos!.—Mi madre chilla.

Suspiro mientras ella me da un fuerte abrazo.

—Hola madre.—murmuro.

—¡Te he extrañado tanto cariño!.—Se voltea para mirar a Draco.—¡Oh Dios! ¡Draco! Te has vuelto mucho más alto desde que te vi por última vez!.—Dice mientras lo abraza. Me río un poco mientras Narcissa me abraza.

—Hola cariño, siento que llegamos tarde... estábamos lidiando con las reuniones de tu padre.—dice.

Me alejo lentamente.—¿Se trata del seño—

Ni siquiera tuve que terminar mi oración, ya que ambas estaban asintiendo. Miro a Draco, cuando me di cuenta de que comenzó a jugar un poco con sus anillos mientras miraba a su madre.

—Vamos, tenemos que volver a la mansión.—dice mi madre.

—¿Qué?.—Murmuro.

Ella asiente.

—Tu padre está ocupado allí, tenemos que irnos.—dice. Suspiro mientras sigo a Narcissa ya mi madre, mientras Draco y yo caminamos detrás de ellos.

[...]

Entro en la mansión Malfoy, ya que todavía se veía igual. Todavía era aburrido y negro, con mucho espacio abierto. Miro cuando veo a Lucius y mi padre sentados, hablando entre ellos. Mi padre me mira a los ojos.

—Lucinda.—murmura.

Me obligo a esbozar una pequeña sonrisa.

—Hola padre.—murmuro. Hace un pequeño asentimiento antes de mirar a mi madre.

—Draco, ¿dónde está esa chica de Parkinson?.—Pregunta Lucius.

Giro mi cabeza para mirar a Draco.

—Uhh... decidí terminar las cosas, padre.—dice. Lucius le da una pequeña mirada antes de mirar a mi padre y continuar hablando con él.

—Uhh... ¿Draco? ¿Por qué no llevas a Lucinda a tu habitación?.—Pregunta Narcissa. Draco suspira antes de caminar hacia las escaleras. Se detiene en un paso mientras se da la vuelta.

—¿Vienes Blackwood?—él pregunta.

Pongo los ojos en blanco mientras camino hacia él, mientras subimos las escaleras juntos. Realmente nunca he estado en el piso de arriba de la mansión Malfoy, ya que sus reuniones siempre eran en el piso de abajo. Camino con Draco en silencio hasta que llegamos a su habitación. Saca sus llaves, mientras juega con ellas, hasta que encuentra la llave de su dormitorio.

Entro primero, mientras él camina detrás de mí. Tenía un dormitorio bastante grande y, sorprendentemente, estaba limpio y ordenado.

Tenía una cama tamaño king con un escritorio grande. Tiene un vestidor y un baño bastante grande, que incluye un balcón.

—Nunca esperé que la habitación de Draco Malfoy estuviera realmente limpia.—dije mientras me sentaba en su sofá cerca de su cama.

Se ríe un poco.

—Estamos todos llenos de sorpresas, ¿no?.—Él dice. Coloca su equipaje en el costado del habitación, antes de que me mirara.

—¿Qué?.—Pregunto.

Se encoge de hombros mientras mira al suelo. Suspiro.

—¿De qué crees que están hablando?.—Pregunto.

—Probablemente quién se convertirá primero en un mortífago o algo así.—murmura.

Me burlo.—No me preocuparía por eso.—digo.

—Deberías Blackwood, escuché algunas de las historias sobre él antes de que yo naciera... es una persona horrible Blackwood.

—Bueno, nunca se sabe, las cosas pueden ser diferentes ahora.

—Las cosas van a ser muy diferentes ahora.—dice.