Capitulo ocho.
Alessio
02 de diciembre, 2016.
—¡¿Que deminios fue todo eso?! —Es lo primero que Alessandro me dice, una vez que escuchamos como las puertas del ascensor se cierran.
—Nada, solo no quiero hacer negocios con esa familia—Murmuro mirando el reloj, Aurellio estaba más que retrazado.
—Alessio llevamos planeando esta asociación hace meses, todo estaba en camino y ahora has mandado todo a la mierda—Lo miro en silencio, sabía perfectamente eso.
—Encontraremos otra opción, siempre hay otra opción.
Alessandro me mira como si me hubiera vuelto verdaderamente estupido y hasta yo me lo he llegado a preguntar, normalmente no suelo mezclar lo personal con los negocios. Y mucho menos cuando este negocio en particular nos convenía demasiado y lo habíamos planificado tan meticulosamente.
—¿Es por ella, no? —Mi hermano me da una sonrisa burlona—. Es porque te acostaste con su hermana—Afirma.
—Debí imaginarme que Danae no ocultaria el secreto.
—Entre mi mujer y yo, no hay secretos—afirma.
—No es por lo que crees.
—No te pregunte—Señala antes de mirar su muñeca adornada con su reloj favorito, estaba casi seguro que se lo había regalado mi cuñada—. Saldré a almorzar con mi esposa y a mi regreso quiero la solución ya sea con los Spyrous o no. Pero no perderé meses de trabajo solo porque no pudiste mantener tus manos lejos de esa mujer—Sentencia levantándose—. Trabajo es trabajo, y lo sabes.
Guardó silencio mientras veía partir a Alessandro de la oficina de reuniones. Me relajo contra el asiento una vez que estoy solo. Esto no era algo que fuera por despecho o mucho menos, era una cuestión de honor. Evidentemente Cassandra se había aprovechado de mi estado de confusión.
Aunque la sospecha de mi cuñada de que alguien había hecho una mala pasada, haciendo que varios invitados tomaran algo que los terminó "descontrolado", yo no creía en las casualidades. Y aunque aceptaba que yo mismo había ingerido bebidas sin ver su contenido, no creía que justamente, la mujer a la que había "enfrentado" maravillosamente se hubiera despertado a mi lado por arte de magia.
No podía negar que los meros recuerdos que venían a mi mente cada vez que me centraba hacían que cierta parte de mi cuerpo se endureciera. Debía admitirlo la mujer no era solo hermosa, la imagen que daba solo era el principio de todas sus habilidades.
—Parece que si llegué muy muy tarde—Dejó de estar entre mis pensamientos y me centro por primera vez en mi hermano parado en la entrada.
Aurellio normalmente era de los puntuales y nunca fallaba.
—¿Paso algo?
—Estaba con mamma.
Asiento y no pregunto nada, por cómo estaba yendo mi día, lo último que necesitaba era amargarme aún más con temas que incluyan a mi madre. Suficiente había tenido con todos los comentarios hirientes que Danae había tenido que soportar de ella, aun cuando mi cuñada ciertamente no la hubiera invitado a la fiesta, estaba en todo su derecho de mantener a mi madre lejos de su hijo.
—Entonces, si dieron la propuesta que esperábamos.
—Ciertamente—Confirmó y enseguida veo su pequeña sonrisa de satisfacción—. Pero tuvimos que denegarnos.
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Quiero Negociar |DS#2|
ChickLitDos personas tan diferentes como semejantes, polos opuestos unidos en una sola dirección: Odiarse. ¿Qué puede llegar a suceder? Fiesta, bebidas y una noche apasionada te lo dirán. "Disculpe señor, quiero negociar"