Quiero Negociar |DS#2|

Capitulo nueve | Precio

Capitulo nueve.

Cassandra

03 de diciembre, 2016.

—Ni siquiera sé porque me gasto contigo—lo veo darme una expresión de fastidio.

—Simple y claro, tengo toda la razón—murmuro antes de salir del ascensor.

Escucho las puertas cerrarse a mis espaldas cuando doy unos pasos más, busco la tarjeta de acceso para abrir la única puerta en el piso.

—Ni siquiera me conoces para decir eso—me detengo a abrir y miro a mis espaldas, el ascensor ya había desaparecido más el no.

Así que eso era, Alessio era un hombre muy orgulloso para su propio bien.

—¿Y? Tu tampoco lo haces, sin embargo, eso no evita que tengas miles de prejuicios contra mí.

Me quedo en silencio mientras sus ojos me miran fijo. Si, definitivamente podía entender a esas miles de mujeres que se desviven por él. Alessio inspiraba tantas cosas, que al final, terminaban atrayéndote.

—Me disculpo por eso.

Aunque lo dice en un tono bajo, lento y con una voz hasta tierna, sé que no lo siente en absoluto. Casi quiero sonreír cuando aguarda expectante, ¿Qué? ¿Esperaba mi aceptación gustosa? Debía esforzarse un poco más.

—No quiero que quedemos enemistados. Mas ahora, que se concretara la asociación—lo observo en silencio.

—¿Ah sí? —murmuro bajo mientras me acerco un poco a él.

—Podríamos hasta quedar como amigos—sus ojos brillan cuando estoy a dos pasos de él. Me dan esa mirada de superioridad, su postura descuidada y la manera en que dice todo, es suficiente. Casi podría adivinar sus pensamientos, "ahora caes".

—¿Amigos? —repito dando dos pasos, sus ojos me siguen en todo momento—. No podríamos ser amigos—continuo cuando veo su intención de replicar—. Mis amigos, no tendrían una erección al verme—susurro mientras una de mis manos acaricia la zona en especial.

Me aparto al instante y me asombra ver que no tiene ningún signo de vergüenza en su rostro.

—Adiós Alessio—me despido dejándolo ahí, solo logro pasar la tarjeta en el escáner antes de volver a escucharlo.

—Cena conmigo.

—Créeme, mi precio es mucho más alto de lo que estás acostumbrado a pagar—giro mi rostro lo suficiente para verlo.

—Es vulgar e innecesario hablar de esos detalles.