Capitulo cuatro | Fiesta

6.9K 620 39
                                    


Capitulo cuatro.


Alessio


15 de noviembre, 2016.


—¿Entonces? ¿Qué te parece?


Me detengo al lado de mi hermano y sigo su mirada para ver la adquisición de la cual estoy esperando su opinión. El silencio que Aurellio me daba me estaba haciendo dudar un poco con respecto a mi elección, pero estaba más que seguro que era perfecto.


—Valentino cumplirá dos años.


Lo miro en silencio, se perfectamente eso. Creo que mi rostro expresa lo que pienso porque enseguida lo siento soltar un suspiro.


—No le puedes regalar un mini-auto a un niño que apenas tendrá dos años Alessio. Se ve tan real que temo que se maneje solo...


—Es una copia exacta del último modelo que salió. Aunque sin tantos cambios y pedales. Solo el volante, dos botones y sensor de movimiento—Explico con exactitud.


—Es decir, que Valentino lo podría usar por sí mismo—Asiento—. ¿Viene con control para que un adulto lo maneje? —Niego—. ¿Y tú esperas que yo te dé mi opinión?


—No es algo tan difícil—Me mira—. Es el sueño de todo niño, un auto que lo lleve donde quiera.


—No niego que Valentino se enamorara—Sonrió—. Pero no quiero estar contigo cuando Danae vea que su hijo pueda chocar, herirse, irse, fugarse, caerse, colisionar...


—Mierda.


Quedo pensando las palabras de mi hermano con detenimiento. Sí, mi regalo iba a ser todo un éxito, pero lo que menos quería era tener a Danae queriéndome asesinar.


—Supongo que en ocho días pueden incluirle un control exterior—Murmuro y Aurellio asiente repetidas veces.


El brillo del pequeño auto, perfectamente brilloso sin ningún tipo de daño en su pintura. No era completamente pequeño, había mandado a hacerlo de tal manera que Valentino pueda estirarse y sentarse cómodo, además de que lo use más de este año.


Ahora debería llamar nuevamente para que vengan a buscarlo y agregarle el nuevo dispositivo.


—Por cierto, ¿Cómo te fue en Italia? —Pregunto.


—La información era falsa—Ambos soltamos un bufido—. Geovanna no había estado en Italia, no sé cómo nos creímos eso.


—Después de tanto tiempo sin verla, cualquier pista llama nuestra atención—Comento.


—Es cierto—Coincide—. Pero, aun así, no quiero dejar de buscarla.


—Ya ha pasado mucho tiempo. Geovanna no quiere ser encontrada y ya nos ha demostrado con garantías que es muy buena escondiéndose.

Quiero Negociar |DS#2|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora