Quiero Negociar |DS#2|

Capitulo seis | Empieza

Capitulo seis.

Alessio

28 de noviembre, 2016.

—Si la sigues mirando así, se darán cuenta.

Me ahorro la contestación que le tengo a Jeremy mientras termino de beber por completo de mi copa. Mis ojos siguen la esbelta figura que se camufla entre la gente, va y viene de un lado a otro y solo puedo notar elegancia pura en sus movimientos.

—El famoso zafiro.

Jeremy me da un "Uh" antes de centrar su atención en el resto de la fiesta. Me encantaría hacer exactamente lo mismo, pero el pequeño pensamiento que hay en mi cabeza no me deja abandonar a la mujer que hace tan solo una hora, dejo mi hombría por los suelos.

Cassandra Sapphira Spyrou.

Normalmente diría que nunca antes había escuchado de ella y no mentiría del todo. Pero lo cierto es que muchos de mis conocidos y socios saben sobre ella, hablan de ella y, por ende, se de ella. Solo que la conozco con otro nombre. Todos la llamaban por su apodo que, pensándolo bien, era su nombre.

Zafiro.

Tan hermosa, llamativa y cara.

Especialmente lo último.

Era una jugadora de primera, no iba por relaciones, iba por quien pagaba más. El dicho "quien más tiene, más quiere" le iba muy bien a ella. Sabía que era una rica heredera, de una familia muy poderosa, por lo que no tenía necesidad de andar cobrando por sus servicios.

—No la mires así—Le presto atención a mi amigo—. No te dijo nada que no fuera cierto, Alessio.

—Yo no soy...

—¿Como ella? —me interrumpe—. Eres igual. La única diferencia, es que tú no lo vez.

No respondo a su afirmación, definitivamente teníamos grandes diferencias.

—No la miro de ninguna manera.

Agrego defensivamente, aunque sé que miento de una manera muy evidente, porque hasta yo mismo me he dado cuenta que la he estado persiguiendo con la mirada desde que abandonamos la casa.

—Está claro que te gusto.

—No puedo negar eso—contesto con obviedad—. La mujer es hermosa, tiene las curvas necesarias para que todos aquí volteen a verla más de una vez, además de una seguridad y carisma que se nota a kilómetros—enumeró—. Sabe lo que hace perfectamente.

—No creo que sea mala persona—murmura y volteamos a verla—. Tu eres igual y no eres tan malo.