Capitulo cuarenta y nueve | Unión

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Capitulo cuarenta y nueve.




Cassandra



09 de agosto, 2017.




—Este se ve muy bonito—Sonrió antes de alzar el pequeño body contra mi pecho, Alessio alza su mirada sobre su portátil viéndome.


—Perdí la cuenta de cuantos hay y todos se ven exactamente iguales.


Rio escuchando sus dedos escribir sobre el teclado. La gran cama de nuestra habitación estaba particularmente rebosante de muchas prendas pequeñas. Muchas bolsas y paquetes aun esperaban por mi atención en la habitación que habíamos preparado para la bebe. Intentaba abrir tantas como sean posibles y más cuando eran regalos de Danae o Aurellio, esos dos últimamente no dejaban de mandar cosas rosas.


Debía admitir que estaba dejando un poco de lado todo para abrir los tres paquetes gigantes que habían llegado ayer. Aunque estaban a nombre de Danae el mensaje que había recibido a plena hora de la mañana avisándome que llegaría había sido de Geovanna. La exuberante italiana no solo había enviado ropa para niña recién nacida, mucho era de diferentes talles y todo era extremadamente bonito, parecía que quería vestir a mi pequeña bebe con todo su estilo.


Ese pensamiento me hace acariciar mi vientre, solo un poco más, gracias a dios y a todos esos malditos medicamentos que últimamente estaban barriendo el suelo conmigo, habíamos logrado llegar a la semana 30 de embarazo, todo un logro porque a decir verdad nunca había esperado poder llegar hasta aquí. Mi pequeña podría nacer en cualquier momento, aun con todo el reposo que estaba haciendo últimamente solo ponerme de pie estaba siendo doloroso, algo que al principio no había sido nada, ahora me costaba horrores.


Lo cierto es que eso me había detenido mucho de mis actividades, no era algo que hubiera dicho o hablado con Alessio. Pero después de volver de casa de Danae, de un divertido fin de semana, me había enclaustrado en la cama. Nada ni nadie había dicho que lo hiciera, solo era yo con mi constante pensamiento de miedo, quería que mi pequeña tuviera la oportunidad de desarrollarse tanto como pudiera dentro de mí.



Como Julia nos había advertido, el embarazo casi en su recta final era poco favorecedor para mí. Mi cuerpo no estaba físicamente preparado para 'sobrellevar algo así, si no fueran por todas esas medicaciones nunca hubiera podido llegar tan lejos. Sin embargo, eso no evitaba que estuviera sobre exigiendo demasiado a mi sistema, cargándolo con sustancias que para mal o para bien no debían estar en mi cuerpo, obligándolo a crear vida y sostenerla.



Aunque mi doctora no lo hubiera dicho directamente en su última visita, no debía ser tan inteligente para entender lo que entre líneas había dejado caer sobre nosotros. Profesionalmente por mi bien, su consejo era que este fuera mi único embarazo llevado a término. Aun cuando las posibilidades de volver a concebir eran pocas, no tendría tanta suerte en volver a llevar un embarazo a término.



No era un tema que hubiera vuelto a salir a la luz, ni siquiera con Alessio, pero era algo que estaba ahí, pendiente.



—¿Que te tiene tan pensativa bellezza?


Abandono las caricias a mi vientre volteando a ver a mi hombre. Alessio tiene su mirada fija en la pantalla de su portátil, aun así, no era descuidado con todo lo que sucedía a su alrededor. Parte de mi auto impuesto reposo en cama había hecho que Alessio también estuviera aquí la mayor parte de su tiempo. Mucho de eso lo dividía entre mí y su trabajo.



—Nada en especial.



Su mirada cae en mi unos segundos antes de volver a su trabajo, lo noto escribir rápido antes de que cierre la pantalla, dejándola para venir a mi lado. Intento no soltar mi suspiro cuando camina tranquilo a mí, extrañaba la parte de Alessio que hacía temblar cada centímetro de mi cuerpo. Aun cuando nuestros encuentros sexuales solo se detuvieron hace pocas semanas, era algo que me tenía inquieta.


—¿Como esta nuestra pequeña principessa? —Sonrió cuando se inclina besando mi frente. Una de sus manos baja a tocar mi vientre sintiendo a la pequeña embaucadora moverse apenas el está cerca.



Los ojos de Alessio brillan eufóricos mientras la siente. Esta pequeña no era consciente de todo el poder que tenía sobre su papa sin siquiera haber nacido.



—¿Tienes ganas de algún bocado? —Me pregunta—. Podría pedir que preparen algo, bajarte a la sala y tirarnos en el sofá toda la tarde. Incluso puede que sea benévolo y te dé un masaje.



El tono bajo de su voz promete miles de cosas que ambos sabíamos deseábamos mucho. Aun así, sonrió asistiendo.



—Acepto todo.



Me centro en su sonrisa sorprendiéndome apenas deja de un suave beso en mis labios mientras se aleja.



—Bajare a pedir que nos...



Me sobresalto mientras Alessio detiene su avance a la salida, el tono de su móvil sigue sonando mientras se acerca a tomarlo. Noto el leve ceño fruncido que da al segundo de contestar.



—¿Sí?



—¿Donde?




—¿Cuánto tenemos?



Escucho en silencio sus respuestas antes de verlo cortar. Alessio sostiene su ceño fruncido mientras piensa, sus ojos me registran antes de suspirar.



—Dejaremos el plan para después.



—¿Paso algo? —Pregunto y lo siento vacilar antes de contestar.



—Mi madre está a unos kilómetros de la propiedad. Mi equipo acaba de avisarme que está en camino aquí.



Ah, mierda.



* * *



Decir que la visita era indeseable era poco, pero no era algo que soltaría a la ligera en presencia de Alessio, porque al final de todo para mal o para bien Idara era su madre.



Sabía que, desde nuestra última visita a su casa y nuestra abrupta despedida, la relación de Alessio con su madre no había sido la mejor de todas. En si Alessio había terminado con su madre en la última conversación que habían sostenido, más uno de otro mensaje que habían compartido, todo había sido extremadamente tenso con todas las notas y declaraciones que Idara había ido dando con los meses.



No era de extrañarse que ambos estábamos especialmente silenciosos y tensos al momento en que escuchamos como la puerta principal era abierta por alguna de las muchachas que trabajaba en la casa. Nada cambio en nosotros mientras esperábamos y a medida que se empezó a escuchar el repiqueteo de sus zapatos, me tense completamente. Alessio se paró dejándome en el sofá un segundo ante de que Idara pasara por la puerta.



Aun cuando su mano apenas estaba quitando las gafas oscuras que tenía, podía ver perfectamente como sus ojos recorrían sin disimulo alguno toda la sala antes de vernos. Era la primera vez que ella venia aquí y esperaba sea la última, mi vientre se puso duro bajo su mirada evaluadora.



Mamma—Ambas vemos en silencio como Alessio asiente en su dirección sin acercarse o mostrar algún signo de bienvenida a su madre.


Noto mucho eso e igualmente lo hace Idara, veo a la elegante mujer cerrar su puño con fuerza entorno a sus gafas mientras acomoda sobre sus hombros la piel de peluche blanca sintética. A plena luz del día y desde la distancia donde estaba podía ver perfectamente sus manos repletas de joyas probablemente invaluables, al igual que sus aros y collar. Todo en ella mas allá de su peinado y su vestimenta, gritaba dinero y poder.



—Que sorpresa que vinieras a...



La afable y tranquila expresión que cubre su rostro desaparece al instante en que irrumpe el discurso de Alessio.



—Debes dejar de jugar bambino—Espeta con fuerza—. Quiero que detengas toda la mierda que están haciendo tu y tus hermanos.


—Madre...



—No. Tu guerra contra Bastián no traerá nada bueno. Estas metiéndote con alguien que jugaba con las vidas de las personas mucho antes de que nacieras. Detenlo todo Alessio, no hay necesidad...



—Sabes perfectamente porque hacemos esto. Y, aun así, sabiendo todo, estas de su lado. Lo proteges...



—¡Lo hago por ti! Te he cuidado desde el primer dia Alessio, pero estas yendo demasiado lejos con todo esto...



—Si tu protección es ponerte de su lado, entonces no la quiero. Y no digas que es por mí, desde el dia uno estuviste de su lado, no creas que no lo se.



Idara cruza sus brazos apretando los bordes de su ropa con sus manos.



—Si vas contra él, iras contra mi Alessio—Sentencia—. ¿Eso quieres?



—Así será entonces.


No sé quién respira tan audiblemente si yo o Idara, pero estaba casi segura que ninguna de las dos dejamos de ver a Alessio. Su porte duro, su encogimiento de hombros y el desinterés en su mirada era un golpe certero, directo para su madre.



No sé cuánto tiempo Idara mira fijamente a su hijo antes de mirar por un segundo al piso, cualquier atisbo de preocupación o consternación que hubiese habido en ella, fue borrado en un abrir y cerrar de ojos.



—A partir de hoy, la dirección principal de toda empresa o propiedad ligada a la familia D'angelo Rinaldi, dejara de estar bajo tu mando o el de tus hermanos.


Me tenso por un segundo antes de ver la sonrisa falsa que Alessio da.



—Nada de lo que hemos hecho fue con recursos de la familia—Bufa—. Y aunque quisieras, no tienes el poder necesario para tomar esa decisión.



—Las mujeres de la familia tenemos un 35% de acci...


—Te ganamos por mayoría.


—Tengo en mi poder el permiso de Geovanna para dirigir su parte—Lo admito, eso nos sorprende—. No vine a jugar Alessio.


—Imposible, Aurellio...


—Aurellio puede tomar algunas concesiones en su nombre. Pero todo está bajo mi dirección. Así que, nadie salvo yo, tomara decisiones importantes con el negocio familiar—Ninguno dice nada mientras la vemos mirar a un punto indefinido por un momento—. No vine aquí a pelear Alessio, no deseo volver a perder a nadie, así que por favore bambino, deja de hostigar a Bastián, lo ultimo que deseo es ponerme en contra de mi familia.


—Ya lo hiciste. Nunca hubieras venido aquí a pelear una causa perdida, pero aquí estas, hablando por él. Porque él te pidió que vinieras. Así que no digas cosas que no sientes, ya elegiste a quien proteger y no fue a la familia.



* * *


15 de agosto, 2017.




—Es una maldita sínica.


—Esta en todas partes—contesto sosteniendo mi móvil contra mi mientras sigo bajando en la portátil todas las noticias del dia—. Es todo un circo mediático, aunque no note a Alessio preocuparse por esto.


—Ni lo estará—escucho el suspiro de Danae en silencio—. Esta jugada fue un intento de desestabilizarnos mediáticamente, pero mas que eso no. Ninguno de los tres hizo su fortuna a base del negocio familiar D'angelo Rinaldi. Ellos hicieron sus propios caminos aparte, si cada uno aun sostiene su poder sobre todo lo relacionado con la familia, es para cuidar el patrimonio de Idara y Geovanna, y no dejar morir todo lo que su padre hizo.


—¿No pudiste comunicarte con ella?



—No, Geovanna aparece pocas veces al mes y luego se esfuma, no importa cuanto intente, aparecerá cuando pueda. Pero al igual que tú, no creo que ella los dejara en tal desventaja.



—Probablemente Idara falsifico ese documento—agrego.



—Geovanna no ha dado la cara a su familia en mucho tiempo y dudo que lo haga próximamente, así que todos saben nadie salvo ella en persona puede revocar ese poder. Idara aprovecho eso.


—Fue un movimiento tonto, las acciones de mi familia dejaron de tener el valor que tenían, en menos de una semana han vendido casi tosas las propiedades que había. La empresa sigue yendo en descenso y ni hablar de todos los accionistas que están abandonando...


—No lo sé, han pasado días y aun no hay nada más que chismes alrededor de nosotros.


Sigo viendo los titulares recientes antes de que la pagina se tilde y vuelva a cargarse, bufo acomodándome mejor sobre el sofá de la sala. Era bastante cómodo.


—No me da buenas vibras todo eso—admito—. Ninguno de esos dos hace algo sin algo propósito, solo....


—Coincido en eso, pero no se en que, ¿Qué buscaban?


Escucho tensa la respuesta de Danae a mi abrupto silencio, no respondo mientras leo una y otra vez la misma maldita noticia.


—Mierda—jadeo notando el temblor en mi mano.


—¿Cass?


—Mira las noticias—pido al momento que mi móvil empieza a vibrar, no debía mirar dos veces para saber quien era.


Corto la llamada sin despedirme, atendiendo en silencio, mis pulsaciones se aceleran mientras espero aluna palabra del otro lado. Alessio estaba en alguna parte de la casa, no sé el tiempo que paso releyendo el mismo título.


"Luego de casi diez años sin noticias de su paradero, ha reaparecido la matriarca griega, de la mano de su nuero Bastián Spyrou, Leonor ha sido vista en pleno aeropuerto entrado a su ciudad natal, en destino a la casa Spyrou. Hogar en cual su hija residió hasta su descenso y donde se espera se reúna toda la familia para rememorar el próximo aniversario de muerte de la señora Alyssa Spyrou.


Se espera contar con la presencia de ambos herederos de la familia, Cassandra y Demitrius Spyrou. Mas la nueva adquisición a la familia Alessio D'angelo."


—Si sabes lo que es bueno para ella, Sapphira, traerás de regreso a tu hermano.


Y así como dice esas palabras, Bastián corta la comunicación, volteo a ver mi móvil impactada, ¿Cómo habíamos llegado a esto? Apenas si me sobresalto cuando la mano de Alessio toma mi móvil y quita la portátil de mis piernas. Ningún dice nada mientras ocupa lugar a mi lado abrazándome.


—Es el plan, ¿Recuerdas? Queríamos esto, no tienes que tener miedo Cass.


Y sin embargo lo tenía, tenía mucho miedo, porque si mi padre había sacado su ultimo boleto de salida, significaba que estaba desesperado y en las ultimas instancias, el no jugaría, la mataría si no hacíamos lo que quería.

Quiero Negociar |DS#2|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora