Capítulo cincuenta y tres.
Cassandra
9 de septiembre, 2017.
—Dios, es preciosa—sonrió escuchando las palabras de Danae.
La castaña arrulla a Althea mientras la pequeña suelta pequeños sonidos que hacen detener nuestros corazones. Había pasado tan poco y sin embargo la pequeña ya había cambiado nuestro mundo de una manera tan especial que me sorprendía. Yo, la habitación e incluso Alessio sosteniamos ese aroma tan delicado y característico de ella, aroma a bebe.
Aun con nuestros miedos, inquietudes e inseguridades, podría decir que como padres habíamos sabido tomar nuestro papel y desenvolvernos en él demasiado bien como para lo que se esperaba. Todavia sentia leve molestias en mi vientre, lo cierto es que la retracción del mismo a su lugar y tamaño estaba siendo algo verdaderamente molesto y doloroso, era una consecuencia que esperaba y que enfrentaba como podia, mas cada vez que miraba a mi pequeña bebe, todo dolor parecía valer la pena.
—Creí que Alessio era un exagerado al contratar todas esas niñeras, pero demonios, hasta ahora no ha dejado que ninguna se acerque—murmura Danae haciéndome sonreir.
—Creo que está paranoico, ya sabes, extraños tocando a su pequeña.
—Nada de lo que hubiera imaginado se compara a tenerlo tras el pequeño trasero de pañal de Althea.
Coincido completamente con sus palabras, lo cierto es que Alessio había tomado su rol como papá de una forma que hacía temblar mi corazón en cada segundo. Al momento en que vi como brillaban sus ojos apenas Althea vino a este mundo, lo supe, la pequeña lo tendría completamente envuelto en su pequeño meñique.
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Quiero Negociar |DS#2|
Literatura FemininaDos personas tan diferentes como semejantes, polos opuestos unidos en una sola dirección: Odiarse. ¿Qué puede llegar a suceder? Fiesta, bebidas y una noche apasionada te lo dirán. "Disculpe señor, quiero negociar"