Capitulo veintiuno.
Cassandra
27 de febrero, 2017.
Es una situación bastante rara, nadie podía negar eso. Aunque tenia mis ojos tapados por unos oscuros lentes de sol, no me daban la seguridad que siempre me hacían sentir. Mis pasos eran vacilantes a medida que avanzaba entre los grandes pasillos repletos de cosas y ropa.
A decir verdad, desentonaba mucho con el lugar. Mis largas botas negra que me daban varios centímetros de altura gracias a su tacón, repiqueteaban a cada paso que daba.
En varias ocasiones una de mis manos se metía entre la ropa tocando, el algodón suave y posiblemente calentito chocaba contra mi palma. No era de usar este tipo de telas en mí. Solo debía mirar a un costado para encontrarme al hombre que me trajo a este lugar, Alessio daba pasos seguros mientras miraba las diferentes variedades de cosas que lo rodeaban, sus manos escondidas en sus bolsillos delanteros le daban una imagen despreocupada a cada paso que daba.
Solo debía apartar mi mirada unos centímetros para encontrarme con las diversas mujeres apoyadas contra el gran mostrador de la entrada, mirándonos. Cuando me había dicho para salir y acompañarlo a un lugar, solo había respondido que sí, nunca se me hubiera cruzado por la mente este lugar.
Como toda persona en el circulo social de Alessio, por mera seguridad, creo, el lugar estaba completamente vacío de otros posibles compradores. Y desde donde estaba podía ver a través de las gigantes puertas de vidrio como varios hombres y mujeres se amontonaban, muchos de ellos con cámaras en sus manos.
Este era mas que nada un claro de mensaje, a todo el comunicado que se había publicado esta mañana a plena hora.
Cassandra Spyrou había logrado lo que muchas habían intentado, atrapar a Alessio. Y mejor aún, no había forma de romper este vínculo, puesto que a fin de cuentas le daría un heredero.
Si, el día de hoy mi nombre estaba en todas las conversaciones sensacionalistas y más de uno estará comentando como hice todo esto, como lo planee y como lo ejecute.
Todos me hacían ver como una verdadera perra, no podía culparlos, esa era mi imagen y no había hecho nada para cambiar este rumbo. Pero no solo eso me tenía inquita, sino más bien él.
Mi padre, seguramente a esta hora del día ya sabría de quien era mi hijo y su mente ya tendría mil caminos a seguir para poder utilizar todo esto a su antojo. Lo peor de todo es que no estaba segura de poder negarme a lo que sea que vendría, mi última osadía en su contra había sido perjudicial para la vida de Demitrius y estaba más que segura que de haber estado sola, ya no tendría a mi bebe dentro de mí.
Yo siempre podría ser la estrella, a quienes todos miran, pero Bastián siempre sería el que maneje todo, me tenia en sus manos y lo sabia perfectamente.
—¿Te ha gustado algo? —miro en silencio a Alessio antes de darle una mirada a toda la tienda.
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Quiero Negociar |DS#2|
Chick-LitDos personas tan diferentes como semejantes, polos opuestos unidos en una sola dirección: Odiarse. ¿Qué puede llegar a suceder? Fiesta, bebidas y una noche apasionada te lo dirán. "Disculpe señor, quiero negociar"