Capítulo 24

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Una de las cosas que más detesto es cuando algo queda inconcluso o no se le da la atención necesaria para solucionarlo. Lo he dicho varias veces: no me gusta cuando se le dan rodeos al asunto una y otra vez, y amo cuando el tema se va al grano y directamente, sin importar al instante cómo va a reaccionar la otra persona. Lo menciono porque siempre he preferido hacerlo así, pero también porque eso, por desgracia, es lo último que está pasando con respecto a Hyunjin y a mí.

El chico se ha atrevido por arte de magia esta vez a ignorarme las veinticuatro horas del día, ya no como antes de huir cuando vea la oportunidad. Pasó luego de haberse confesado y haber admitido que siente algo más por mí. Yo aún sigo sin creerlo, todavía me cuesta asimilarlo. Pero claro, debido a eso quiero en serio hablar con el chico para saber el contexto de toda la historia, cómo fue que terminé gustándole si ni siquiera hice algo como para conmoverlo o algo por el estilo. El problema es que no me quiere dirigir la palabra y, peor que antes, está escapando constantemente de mi persona; tampoco puedo sacarle información a los chicos de su grupo e incluso a Bangchan. A pesar de que somos cercanos y que nuestra amistad es realmente agradable, su lealtad hacia su mejor amigo es sólida y primordial. Eso es una muy buena acción, porque por supuesto, si fuera mi caso el del rubio, yo estaría siempre en apoyo de mi mejor amigo.

En el fondo sé que eso de querer que alguien más me lo cuente es lo que menos deseo hacer. Lo que anhelo de verdad es que el pelinegro se me acerque y me cuente cómo es que todo eso pasó y por qué. Quiero saber cómo es que pudo ocurrir y por qué yo. Eso último no sé si es importante, porque... me es confuso y solo estoy en una disyuntiva más grande.

He quedado en ridículo al pensar y cegarme que todo lo que había soltado Hwang Hyunjin era broma y pura palabrería, pero dándome cuenta ahora que quizá él no lo había hecho de burla o chanza me hace costar pensar en que de la nada sus primeras intenciones se volvieron menos irrelevantes cuando tiene una interacción conmigo. Por más que quiera convencerme de que quizá sí lo hace por broma es una estupidez, no luego de comprobar que una persona no aguantaría tanto tiempo hacer la misma cosa con alguien más. Pensar que Hyunjin nunca se aburrió de mí es algo peculiar.

—Hyunjin... —no sé cuántas veces he intentado acercarme a él cuando nos tocaba la misma clase, y tampoco sé cuántas veces, entre nervios y medio resignado, me ha alejado para que no pueda intercambiar alguna palabra con el chico—. Aish, ¿es en serio? Vamos, necesito que me hables

Actúa como si no me encuentro en el mismo lugar y sigue conversando entre la bulla del salón con un par de compañeros.

—Demonios, lo que me faltaba —ruedo los ojos y termino por dar pasos lejos de él para sentarme a mi asiento apartado de ese mismo pelinegro. Bufo exasperada mientras saco mi cartuchera gris para apuntar lo que el profesor había escrito en la pizarra. Como el mayor se fue a hablar con otro profesor los chicos están aprovechando para hacer un poco de escándalo—. Eres un tonto

Mi murmuro claramente es para el chico terco, pero no es como si con eso pudiera solucionar todo aquel incidente. ¿Cómo haré ahora para que Hwang de nuevo me dirija la palabra? Literalmente pensando que hablar con él y exigirle que me dijera la verdad sería la mejor idea, lástima que solo la empeoré sin darme cuenta. 

Mis labios se fruncen y no me doy cuenta las veces que me he volteado para ver al pelinegro concentrado en lo suyo. Pasados los minutos el docente aparece de nuevo por la puerta y todos se van a sus sitios a seguir con la clase, como si nada hubiera pasado. A pesar de que el ambiente tranquilo reina el lugar no puedo evitar seguir observando de vez en cuando al otro, teniendo el impulso de querer hablar con él. No me gustaría que siempre me ignore, no luego de la buena relación que estábamos construyendo.

¿Desde cuándo le gusto a Hwang Hyunjin? ¿Qué ha visto en mí como para sentirse atraído? No es que me desprecie, pero entiendo que no soy muy agradable con los demás si alguien no me agrada en lo absoluto y eso me juega en contra, aunque no es que me importe. De verdad que no me importa, pero de todos modos tengo la gran duda de cómo terminé gustándole. Y de tanto pensar a más profundidad no me percato de que un pequeño nudo en la garganta se me forma, tan repentino que ni me da el tiempo de seguir indagando correctamente. Resoplo para tratar de expulsar esos pensamientos de mi cabeza y cierro mis ojos para eliminarlos por completo. Dios, ¿en qué momento me he puesto tan nerviosa y descuidada?

Solo yo » Hyunjin; Stray KidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora