Capítulo 34

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Los viernes para muchos es el mejor día de la semana, porque es el día que acaba la semana atareada. De todos modos, en nuestro caso, desde el jueves ya era un supuesto fin de semana, la diferencia es que debemos ir al colegio para la reunión que se dará en el auditorio donde mañana sábado habrá la actividad. Nada nuevo.

Quizá para la mayoría de los chicos del colegio sea la misma rutina, tal vez para algunos otros no. No lo sé, pero por mi parte yo soy de ese último grupo por una gran razón: Hwang Hyunjin.

Pasamos el enorme portón a eso de las ocho y cuarto mientras nuestros brazos estaban enroscados. Agradezco que los estudiantes no sean tan chismosos ni exagerados, puesto que menos mal solo algunos se nos quedaron mirando a mí y al chico con asombro y curiosidad. Es obvio que a ellos les parezca extraño que justamente los dos chicos que menos pintaban tener pareja estaban de novios. Yo, la misma representación de repelente molesto, soy novia de un chico descuidado y del que no mostraba aparentemente interés en alguien más. Antes me preocupaba estar expuesta por ser él conocido en el colegio, pero ya es algo de lo que no me preocupa, o al menos hago lo posible por no sentirlo.

—¿Sabes a qué hora vamos a salir hoy? —me separo de la unión que tenía con el chico para sacar de mi mochila la pequeña bolsa de flores que los profesores indicaron traer todos.

—Creo que a la una —decide hacer lo mismo que yo y, con solo estirar su brazo hacia atrás, abre el cierre para de un tirón sacar la bolsa—. Como siempre hemos salido temprano las-

—¿Cómo le va el segundo día de novios a la pareja más apuesta del mundo?

Sin vergüenza alguna, May le interrumpe al chico, quien da un pequeño salto de susto y se voltea hacia ella con los ojos bien abiertos. Por mi parte, ruedo los ojos al escuchar su pregunta y veo de repente a Kano, Jisung y Supgi acercarse a nosotros. También llevan a la mano la bolsa con flores distintas.

—¿Era necesario comprar estas cosas? —la otra chica mira con poco entusiasmo el pequeño ramo—. ¿No habría sido mejor traer solo los pétalos?

—Mientras sean los profesores quienes organicen la parte del adorno florar, todo bien con que traigamos ramos o pétalos —resta importancia mi primo y acerca su rostro a la bolsa para olerlo mejor—. Nos ahorraremos el trabajo de estar moviéndonos de un lado a otro como ratas en la cocina

Estamos cerca de llegar al pabellón de secundaria, y justo cuando estamos por entrar escuchamos todos a través de los parlantes el mensaje de la directora para dirigirnos, luego de dejar nuestras cosas dentro del salón que nos toca a primera hora, al auditorio donde se dará el evento de mañana. Luego de que haya hablado la mayor, todos los grados de secundaria nos dirigimos a las escaleras, algunos simplemente en el primer piso. En nuestro caso nos separamos y cada uno se enfoca en entrar a la clase que le toca.

Por mala suerte, para ir allá, debemos sentarnos junto a los alumnos que compartamos la misma primera hora de clase, por lo que no me queda de otra que ir sin los demás y en compañía de los de mi salón. 

Luego de haber caminado hasta el enorme auditorio -y en el que a la distancia he visto a Hyunjin y a mi mejor amigo-, en el momento que estoy a punto de ingresar al lugar, mi mirada pasea por todos lados. Veo que varios ya están ubicándose junto con el profesor que les toca y el nuestro nos indica a dónde tenemos que ir. He estado por acatar su orden, pero el gran problema es que de repente siento algo en la mano, y noto que es la bolsa de flores que había comprado. Lo primero que dijo la directora en el parlante sobre dejar todas las cosas en el salón es lo último que llego a hacer yo. ¿Tan distraída he estado como para no darme cuenta de mi despiste?

Solo yo » Hyunjin; Stray KidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora