Capítulo 09

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Apenas abro los ojos lo primero que noto es la claridad de mi cuarto. Cuando veo el reloj que descansa sobre mi velador entiendo el porqué. Sí, como sigo de suspensión sé que no puedo ir al colegio y mi cerebro ha programado una hora cualquiera en la que me puedo despertar. Por una parte me agrada y por la otra no: me da una sensación de rabia al perder clase.

Suelto un quejido por eso y sobo con fuerza mi rostro adormilado, frotándome de paso los ojos para relajarlos, o yo lo siento así. Los abro por completo y suspiro, quedándome aún echada y mirando al techo. Voy a tener que ponerme al día con lo que me han pasado ayer mis amigas, pues el día pasado estuve afuera con HyunJin y, luego de haber regresado a mi casa, recibí una buena reprendida por parte de mis padres. Me han castigado con no poder jugar con mi consola. ¡Una pésima tortura! Pero no puedo hacer nada, lamentablemente: me lo merezco. Y lo que más me indigna es que a ellos les ha parecido lindo que haya congeniado al menos un poco con el chico. 

Si supieran que había sido lo contrario. 

Escucho de repente que mi celular vibra, haciendo que alce mi brazo hacia el velador para cogerlo. Miro la pantalla y veo que es una llamada. Sé bien quién es, pues «lacrita que disque sabe jugar básquet» es únicamente HyunJin. Gruño porque es él y, esperando unos segundos, aprieto el telefonito verde.

—¿Qué quieres?

—¡Cámbiame el nombre con el que me tienes agendado! —y de nuevo con sus quejidos de niño estúpido.

Me levanto bruscamente y quedo sentada sobre el colchón, frunciendo el ceño al estar totalmente confundida con lo que me ha dicho.

—¡Oye, ¿y tú cómo sabes que te puse lacrita que disque sabe jugar básquet?!

Hace un sonido indignado y agudo que casi rompe mi tímpano—. ¡¿Así me tienes agendado?!

—Espera, ¿qué? —sí, ¿qué?

—Lo hice para que me digas. ¡Eres una malvada! —mierda, la he cagado. Aunque no me importa. Mejor así, de esa forma él sentirá más desagrado hacia mí.

Dejo caer mi brazo, junto con el celular -y sin importar si HyunJin está ahí-, y, con mi otra mano, me auto golpeo solo una vez hacia mi rostro. 

—Ponme un nombre más decente

—¿Puedo ponerte "cejas grandes y chuecas"?

—Qué mentirosa eres —de seguro está formando sus labios como el pico de un pato. Con solo imaginarme eso ruedo mis ojos—. Y yo que te tengo agendada con tu nombre y un corazoncito

—Ah, sí, claro. A ver, muestra —sonrío incrédula y separo el móvil de mi oído para ponerlo en alta voz. Voy a Kakao Talk y espero a que el chico me mande una captura de pantalla. Cuando lo hace veo bien el nombre y mi ceño se frunce—. ¡Tienes mi nombre junto a un emoji de una rata!

Oigo bien que se está aguantando la risa. Entrecierro mis ojos y voy en editar el nombre del contacto para agregarle un emoji de un excremento. Satisfecha le pongo aceptar y cuelgo la llamada sin importar si él iba a hablar. Luego de eso, voy a su chat y le envío un único mensaje de esa mano donde saca el dedo medio.

No me percato cuando frunzo mis labios y cruzo también mis brazos, creando así una imagen molesta. Bueno, en verdad no lo estoy, solo me muestro un tanto dramática y exagerada. Debo de distraerme con algo; no creo que resista estar sin mi play.

—Ugh, bendito HyunJin. Justo ayer, que nos habían suspendido, me lleva a conocer a su hermano

Y no me arrepiento de haberlo conocido, no soy tan mala persona, solo que admito que me molesta que haya coincidido con el castigo que nos dio la directora. Aunque claro, si no fuera por eso quizá no hubiera aceptado su propuesta. Y quitando eso, hubiera sido más lindo que el tal YeRu se hubiera comportado más amable. Al menos puedo decir que me pareció muy adorable. Si le agradara, diría que es más bello que Jin para molestarlo.

Solo yo » Hyunjin; Stray KidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora