Capítulo 04

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Nunca pensé relacionarme con el grupo de Hyunjin, mucho menos hablar de manera tan amigable con ellos, y de verdad que puedo admitir que no me incomoda como creía que sería si algún día les hablara. Con la persona que me he juntado más es Chris, y sí que me agrada tener su presencia: es una persona tranquila comparado con el resto. Aunque ese resto también me cae demasiado bien.

Felix me había invitado a su casa para hacer una pequeña fiesta con su grupo, tanto chicos como chicas de los que pertenecen y otra gente más. Había pensado rechazarle sin dudarlo, no quería seguir viendo a Hwang Hyunjin y mucho menos hablarle, pero tal vez la idea de que posiblemente él se harte de mí es tentadora. El problema es que no tengo idea de si sea efectiva, mas no pierdo nada con intentarlo, por lo que finalmente decidí ir a esa casa.

La reunión va a ser hoy a las siete de la noche, y recién hoy voy a comprarme una nueva prenda de vestir. Para eso voy a tener que ir al supermercado, aunque de todos modos voy a tener que ir sí o sí debido a que, a parte de todo eso, necesito comprarle el regalo a un sobrino pequeño para el cumpleaños que celebrará mi familia paterna el día de mañana. No desearía sinceramente presenciar una fiesta infantil, pero por desgracia no puedo rechazar la invitación.

Me encuentro ahora mismo buscando una tienda que parezca tener buen contenido en ropa y también una juguetería. Hace un corto rato que le he echado el ojo a una tienda en especial, por lo que no la pienso dos veces en dirigirme hacia allá.

—Señorita, no vaya a tomar esa bebida si va a entrar a la tienda. Buenas tardes

—No, no lo haré. Buenas tardes también

Me estresa que siempre me involucre sin darme cuenta en la vergüenza. Ya varias veces me ha pasado la misma bobada cuando iba a ir por una tienda junto a un líquido cualquiera. Siempre tengo la manía de hacer aquella repetitiva acción de andar de esa manera, y de seguro seguiré así el resto de mi vida.

Menos mal y por buena vista desde afuera he encontrado lo que quiero: hay un juguete peluche de un osito marrón tamaño mediano. Está en una caja, ya que tiene algunos movimientos de robot. La idea es que ese osito es como un bebé al que se le debe cuidar, alimentar, arropar, contarle algo y esas tonteras. A mi sobrino le gusta esos tipos de juguetes, o eso creo recordar de lo que dijeron mis papás antes de venir aquí.

Satisfecha con el regalo recién comprado, lo acomodo dentro de la bolsa. Pienso ir a comprar en otro lado un papel de regalo, pues yo misma lo envolveré en mi casa y sin problemas. Ahora teniendo el plan en mi mente de lo que voy a hacer más tarde salgo de la tienda para ir a la última que se trata de ropa.

Camino con la mirada atenta hacia las tiendas del primer piso, evitando perder cualquier detalle que me llegue a atraer para acabar más rápido. El problema es que no me convencen del todo, y por eso es que, resignada, decido ir a la parte de arriba. Y con esa idea camino hacia el frente para doblar una esquina, puesto que en la parte de al fondo están las escaleras mecánicas. Lo malo es cuando volteo a la derecha, ya que no me he percatado de la persona que pasa por en frente de mí. Ante ese torpe acto hago que los dos nos choquemos, y lo peor es que mi jugo de frutas hace que se derrame una cierta cantidad en el polo guinda de la otra persona.

—Discúlpeme, por favor —con sincera preocupación miro el pequeño desastre que he causado en su ropa. 

—Ese era mi polo favorito

Me detengo en seco al escuchar la voz que aquel no tan desconocido y abro más mis ojos. Con los labios entreabiertos levanto mi rostro para encontrarme con un chico al que conozco y que luce realmente divertido con la escena. Entiendo ahora el timbre de voz burlesco que le ha puesto al supuestamente reclamarme por su polo.

Solo yo » Hyunjin; Stray KidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora