Escuchó los aplausos cuando comenzó a caminar sobre el escenario para ubicarse justo debajo de la intensa luz en forma circular. Hizo una reverencia de noventa grados para dirigirse educadamente a su público. Sosteniendo su instrumento de metal, volvió a erguirse y admiró hacia el frente, mirando exactamente un punto fijo para que los nervios no le ganaran.
Logró acostumbrarse y, pasados unos cuantos segundos, su boca empezó sin darse cuenta a tocar la maravillosa melodía que había estado practicando desde hace semanas. Para su corta edad, siendo una niña aún de doce años, tenía un gran talento por mostrar. Los demás la admiraban por cómo se desenvolvía y qué tan bien movía los dedos.
Su familia estaba ahí, también sus amigos. No les prestó atención debido a que quería mostrar una preciosa presentación. La niña de listón amarillo siguió con lo suyo, no le importó nadie, no le prestó atención a nadie, mucho menos a aquel niño de su misma edad que, sentado en el segundo piso del auditorio del colegio, la apreciaba con ojos demasiado brillantes. Una sonrisa en su rostro apareció inevitablemente y su corazón latió más rápido de lo normal.
Cuando pasaron los minutos la melodía dio a su fin y de nuevo los aplausos no se dieron de esperar, incluso el niño aplaudió embelesado de lo que había presenciado. Desde ahí había comprobado su duda que le rondaba constantemente por su cabeza, pero todavía no pensaba decírselo a nadie. Bueno, a excepción de...
—¿Cómo podría ser amigo de una niña como ella? —se lamentó a sí mismo y dirigiéndose a su mejor amigo, quien estaba sentado a su costado y todavía en medio de la ligera oscuridad.
—No te desprecies así —frunció el ceño el otro niño y le codeó el brazo—. ¿Por qué piensas que no podrás ser su amigo?
—Porque ella es mucho y yo soy nada —suspiró con una tristeza exagerada y el otro rodó los ojos, sin saber qué más podía decir—. Si yo fuera mucho, como ella, podría tener oportunidad de hablarle
—¿Y si fuera el caso de que no sucediera?
—Sí va a funcionar —lo miró indignado y apretó los dientes—. Debes confiar en mí. Si soy mucho, los dos seremos mucho. Así podríamos ser compatibles
Quién iba a decirle que él estaba completamente equivocado.
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Solo yo » Hyunjin; Stray Kids
Fanfic"Él y su bendita pelota de la discordia". Hwang HyunJin es el chico más revoltoso y descuidado. Kim Irem no es alguien como él, pero tampoco va a ser su antídoto. No, ¡nada que ver! Más bien va a empeorar todo en el otro.