La manera en cómo escribe la directora sobre un papel que probablemente tenga que ver con nosotros no es lo más agradable del mundo. Es que, diablos, ¿cómo no pudimos percatarnos de que habían colocado cámaras por todos los lados del colegio? En serio, ¡es una locura! Bien, entiendo que lo hagan, pues varios de los chicos son bien revoltosos y hacen, como sea, una serie de travesuras... Ahora comprendo el pánico en toda la institución como para tomar ciertas medidas. Como si fuésemos vándalos.
La gran mala suerte que siempre está conmigo ahora está también con el que tengo a mi costado, sentado sobre una silla de colchón y que anda mordiéndose el labio inferior con importancia. Disimuladamente, noto que anda sacándose conejos con sus dedos; normalmente, lo hace cuando está nervioso, y hoy no es la excepción. Estaría riéndome de él si no estuviera en la posición que me encuentro en este momento. Sí, por desgracia yo estoy de la misma forma que el chico. Incluso peor, posiblemente.
—Bien, seré clara con ustedes y no andaré con rodeos —acomoda sus lentes la mujer, y nos echa una mirada filuda haciendo que ambos traguemos en seco y al unísono—. Como estos problemas han sido constantes en muchos alumnos, y al haber puesto cámaras en las que se advirtió seriamente con no escaparse más de clases, están suspendidos por dos días
Si estuviera en los zapatos de la mayor, obviamente me estaría soltando unas buenas carcajadas, mas sé que eso va a ser imposible. Claro, tanto Hyunjin como yo acabamos de poner unas muecas, definitivamente, extrañas y, seguramente, muy graciosas. Siento que estamos exageradamente tristes, y que parecemos unos pobres y tontos cachorros reprendidos por su dueño. Ah, odio las suspensiones. Dos o tres veces en la vida escolar he sido suspendida, pero ahora va a ser la tercera o cuarta vez después de mucho tiempo. Hwang de mierda.
—¿Sabe, directora?, me gustaría decirle algo
—No. Retírense
Las simples y cortas palabras de ella detienen a Jin, que se queda con la boca abierta al querer hablar. Reprimo una sonrisa cuando veo que quiere hacer berrinche y decide finalmente rendirse. La directora da miedo varias veces, ni en mil años alguien la haría enojar. Ya bastante lo está.
Totalmente regañados, salimos de dirección y, resignados, nos vamos hacia nuestro salón para recoger nuestras pertenencias e irnos. Sin embargo, podemos ver cómo el regente de nuestro piso va bajando agarrando con cada mano cada mochila que nos pertenece. Ah, vaya...
—Muchas gracias, profe Junri —le digo en tono sarcástico y tomo mi mochila cuando al que acabo de mencionar me lo tiende. La confianza que le hemos tomado todo nuestro grado hacia el regente ha sido grande, por lo que no me hago problemas al hablarle de esa forma.
HyunJin emula mi acción, solo que este solo hace una pequeña reverencia y sin soltar palabra alguna -una sonrisa le bastó a él-. No nos queda de otra que irnos a nuestras casas y esperar a que los dos días de suspensión se cumplan. Maldición, y encima faltan tres horas para que acaben las clases; no quería perderme de Física y Matemática.
—¿Ahora qué hacemos?
—Irnos a la mierda —respondo.
Suspira abatido y acata lo que digo. Fingiendo derrota -aunque prácticamente lo es-, acomoda bien su mochila al hombro para emprender a mi lado a la puerta de salida. El regente nos acompaña para avisarle al señor de seguridad que nos retiramos, ya que este no permite que ningún alumno salga de la institución.
Nos despedimos cordialmente cuando el mayor nos deja ir y caminamos lejos de ahí, esperando, en mi caso y mordiéndome el labio inferior, que la directora se arrepienta y nos llame para que volvamos. Sé que soy una ilusa, pero es que en serio no quiero perderme de mis clases. Demonios, ahora tendré que pedirle a SupGi que me pase los apuntes y me explique qué hicieron en mi ausencia.
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Solo yo » Hyunjin; Stray Kids
Hayran Kurgu"Él y su bendita pelota de la discordia". Hwang HyunJin es el chico más revoltoso y descuidado. Kim Irem no es alguien como él, pero tampoco va a ser su antídoto. No, ¡nada que ver! Más bien va a empeorar todo en el otro.