Capítulo 07

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Empiezo a creer que la suerte nunca está de mi lado o a veces no lo hace. Siempre que siento que el día está yendo en popa algo sucede para remediarlo. Sí, así es la ley de mi vida, mi miserable vida.

Y claro, cómo no decir la razón por la que casi siempre mis malas suertes están presentes en muchos momentos. HyunJin, HyunJin es el causante de todas mis desgracias. Por unos días pensé que los incidentes con él cesarían, y todo sería paz y armonía. Sin embargo, los ángeles de mi ser no me ayudaron en nada y solo me dejaron caer en la boca del diablo.

—¡Cuidado!

No fue necesario que me dijeran eso, pues la mancha de pintura ya estaba sobre mi ojo derecho. Claro, primero fue cubierta por un hematoma y ahora de un gran salpicón de pintura. Y el causante de esto ha sido el cejón de mierda.

Mis ojos siguen cerrados; no pienso ver al demonio en persona para escuchar sus tontas disculpas. Aunque lo único y pequeño bueno que sale de todo aquello es que el sufrimiento que tiene HyunJin, al causar algún desastre y una estupidez, es graciosa y merecedora de presenciar. Sabe que no lo hace con malas intenciones, pero siendo un imbécil y torpe arruina una buena parte sus acciones.

—Irem...

—"Lo siento" —completo lo que quiere decir. Me lo he aprendido de memoria—. ¿Sabes?, no me sorprende. Esto es lo mismo una y otra vez —suspiro—. Pero qué puedo hacer, eres tú

—En serio, no fue mi intención

—Obvio no. Eres tonto, que es otra cosa —ruedo los ojos y me dirijo hacia mi mesa donde está mi trabajo que nos ha dejado el profesor. Soy buena dibujando, mas no la mejor—. Ahora permíteme ir al baño

Acomodo unas cosas que tengo en desorden sobre mi mesa y, cogiendo unos pinceles que están manchados, me voy hacia donde está el docente para preguntarle si me puede dejar ir a los servicios. Pero sé que me va a dejar, pues él ha visto todo el escenario que hemos creado por culpa del chico tonto. Y sé que me va a dejar ir, porque me está viendo con ligera lástima y diversión, sabiendo perfectamente cómo es Hwang.

Suspiro rendida y cierro detrás mío la puerta. Arte es uno de los cursos que poco me interesa. No es que muera por hacer este curso, pero al director se le ha ocurrido implementarlo este año por segunda vez. Sinceramente, prefiero mil veces el arte de hace algunos años. Cuando tenía trece, me había metido a instrumento de madera, exactamente de la flauta traversa. Las razones por las que había escogido aquel instrumento fue porque sabía bien cómo tocarla (no niego que era algo experta) y de esa forma el profesor no se preocuparía tanto por mí. Claro, si ya sabía entonces ¿por qué no daba oportunidad a otro taller? Porque me daba pereza. Por eso fue que fingí aprender rápido, menos mal el docente se la había creído.

Voy al baño de mujeres y pongo los pinceles a un lado del lavadero. Me enfoco primero en mi ojo, donde justamente estoy poniéndome agua poco a poco. Lo cierro bien para que no haya ninguna irritación y, cuidadosamente, saco los pequeños detalles que restan de ahí. Tonto HyunJin que se dedica a jugar en medio del salón, ni siquiera guarda un orden. Parece un niño de primaria.

Suelto un quejido por recordar lo que me ha hecho y ahora lavo bien mis pinceles. En el transcurso que lo he estado haciendo he visto cómo una chica, exactamente MinAh, una de mi mismo grado, corre lo más rápido, entre gritos y risas fuertes, hacia un cubículo: el del medio. Y veo atrás cómo un chico entra también corriendo hacia el baño femenino. Espera, ¿qué?

Solo yo » Hyunjin; Stray KidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora