Mi consciencia se hace más palpable y abro lentamente mis ojos. Lo único que veo es la inmensa ventana de mi habitación medio abierta y las cortinas cremas volando suavemente debido al aire. No tengo idea de qué hora es. Lo poco que puedo quizá saber es que es de mañana, puesto que el cielo está claro y despejado. Prácticamente, el vidrio ocupa casi toda mi pared y me agrada, ya que puedo ver el parque y casas alrededor de ella.
Mis cavilaciones están invadiéndome mucho, así que decido borrarlas y levantarme. Pero al hacerlo me topo a una distancia a alguien que no recuerdo del todo debido al sueño.
Frunzo el ceño para ver mejor a la persona que está prácticamente durmiendo sobre mi escritorio, y mis ojos se abren más de lo normal cuando noto que es de día, pero más al reconocer recién que es Hyunjin el que está en mi cuarto.
Luego de quedarme en seco durante unos pocos minutos, me doy cuenta también de que estoy con mi uniforme del colegio. ¿He dormido desde ayer temprano hasta hoy?
—¡Mierda!
Ignoro a Hyunjin despertar de golpe y asustado para yo jalarme de las mechas con fuerza, como si quisiera estar totalmente a mis cinco sentidos y consciente. Mi mirada vuelve a pasear apresurada por todos lados y al final se posa en mi velador. Acto seguido, agarro mi celular y reviso con nervios la hora: enfoca las seis de la mañana. ¡Sí es mañana! ¡He acertado! ¡Y el desgraciado de Hwang no se había ido!
—¿¡Pasó algo, Irem!? —exclama mi mamá desde la planta de abajo.
¿Cómo es que mis padres no se dieron cuenta de que un chico estaba en mi habitación y a solas? Lo que también me pregunto es que si los padres del pelinegro al menos saben que él existe y que no ha pasado la noche en donde corresponde. ¿Qué clase de broma es esta?
Me quejo a la vez que dudo si en responder a la mujer; sin embargo, termino haciéndolo— ¡Sí, má! ¡No te preocupes! —suelto mientras sobo mi cabeza y le doy una mirada reprobatoria al chico que tengo al frente mío—. ¡¿Se puede saber por qué sigues aquí?! —grito en un susurro.
—Me quedé dormido, lo siento... —justifica medio incrédulo—. Dios, tengo diez llamadas perdidas de Felix
—¿Y de tu mamá? —tengo la esperanza de que no es de las señoras que no les importa sus hijos, sino no sería beneficioso para mí.
—Dieciocho. Genial —dice asustado a la vez que se levanta del suelo. Bien, creo que eso es bueno—. Tengo que ir-
—Hija, mi amor —es la voz de mi papá, que está acercándose a mi habitación.
Hyunjin y yo nos miramos estupefactos y atónitos.
—¡Mierda! —susurra él en grito—. ¡¿Qué hago?!
—¡Escóndete en algún lugar de mi cuarto, rápido! —le respondo con el mismo tono a la vez que muevo velozmente mis manos a modo de que se fuera.
—¡Tengo miedo!
—¡Cállate y hazme caso!
—Irem —está a nada de entrar a mi cuarto.
—¡En el pequeño balcón! —seguimos con los susurros—. ¡Rápido! —señalo el aludido y chasqueo repetidas veces.
HyunJin, sin tener lamentablemente otra opción, abre la puerta de vidrio y sale de ahí, perdiéndolo de vista por ende.
—¿Hija? —se asoma mi papá tranquilo por el marco de la puerta y yo me sobresalto—. Te he preguntado si todo-. Oh, vaya. ¿Tan rápido te has cambiado?
—Eh... —observo mi ropa puesta y me vuelvo a acordar de que aún traía puesto el maldito uniforme—, sí... Es que me levanté hace poco. Quise hacerlo de una misma vez
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Solo yo » Hyunjin; Stray Kids
Fanfic"Él y su bendita pelota de la discordia". Hwang HyunJin es el chico más revoltoso y descuidado. Kim Irem no es alguien como él, pero tampoco va a ser su antídoto. No, ¡nada que ver! Más bien va a empeorar todo en el otro.