En Nuestra Memoria (44)

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-Esta bien, esta bien, ya está bien- dijo Derek tratando de tranquilizarme. Respire hondo y trate de calmarme pero aún dolía un poco.
-Tenemos un problema- dijo Emily mirando su teléfono.
-¿Qué pasa Em?- preguntó Jane.
-Los chicos, están en el hospital, hirieron a Aiden- dijo aguantando las lágrimas.
-¿Qué?, ¿cómo?- pregunté y con ayuda de Derek me levanté.
-Tenemos que ir al hospital, no saben si resista- dijo ahora Jane. Un teléfono sonó como la llegada de un mensaje, era el teléfono de Derek, este abrió el mensaje y después me miro.
-Tenemos que regresar a Beacon Hills- dijo.
-No me iré sin saber cómo está Aiden- dije firme.
-Entonces ve, yo pasaré por ti en 5 horas, compraré boletos de avión, si es qué hay y arreglaré las maletas- dijo.
-De acuerdo- dije y él salió de la casa. Nos dirigimos al carro, el cual pertenecía a Lucas, al llegar al hospital, pudimos ver en la sala de espera a Charles, Dylan, Nessa, Liz y Lucas, suponía que Liz había llegado un poco después de que los chicos le avisaran, entonces nos acercamos.
-¿Cómo está?, ¿les han dicho algo?- pregunté y ellos nos miraron.
-No, aún no nos han dicho nada- respondió Lucas, quien traía las manos llenas de sangre al igual que Charles, Dylan y Nessa, supongo que ellos lo trajeron hasta acá.
-¿Le avisaron a su mamá?- preguntó Jane.
-Si, ya viene en camino- respondió Nessa. Scarlett Evans era la mamá de Aiden, fue madre soltera y es muy buena persona. Pasaron aproximadamente 40 o 45 minutos hasta que vimos al doctor salir. La madre de Aiden, había llegado hace unos minutos y lloraba mientras Liz trataba de darle apoyo.
-¿Familiares de Aiden Evans?- preguntó el Doctor. La madre de mi amigo fue la primera en levantarse.
-Soy yo, soy su mamá, ¿cómo está?- hablo rápida y desesperadamente. Nos acercamos a ellos, el doctor suspiro.
-Perdió mucha sangre, él, falleció hace 6 minutos, lo siento mucho, hicimos todo lo que estuvo en nuestras manos- dijo el doctor tristemente. En ese momento todo se detuvo, pude sentir como mi corazón y el de mis amigos se detuvo por unos segundos, el desgarrador grito de la madre de Aiden me saco de mis pensamientos y capté lo que pasaba, Aiden, uno de mis mejores amigos, el que me había apoyado desde siempre y me había hecho cumplir muchas metas, ya no estaba aquí. Mire a mis amigos y todos estaban al borde del llanto, pero Emily estaba en shock, entonces empezó a respirar con dificultad.
-Hey, Em, ¿estás bien?- dije y la senté en una silla poniéndome de cuclillas frente a ella.
-Ataque de asma- murmuró Nessa. Emily sufría de asma, desde que nos conocemos ella tenía su inhalador y a veces le daban ataques de asma, pero el último fue a los 12 años, la noticia había sido demasiado fuerte.
-El inhalador- dije viendo al piso.
-Bolsa- dijo Em con dificultad. Liz busco en la bolsa y encontró el inhalador, lo dejó en mi mano, yo lo puse en la mano de Em, ella lo llevó a su boca dejando un disparo de medicamento en esta. Cuando volvió a respirar con normalidad me miro con los ojos llenos de lágrimas, sentí como las lágrimas inundaron mis ojos y nos abrazamos, ella lloraba en mi hombro mientras yo acariciaba su cabello.
-¿Por qué el Ad?, ¿por qué Aiden?- preguntó sollozando, no supe qué responder, creí que con cualquier respuesta a sus preguntas podría hacerla sentir peor. Emily y Aiden eran novios, si las cuentas no me fallan llevaban 4 años, un año más de lo que yo llevaría con Luke, si aún estuviera con él, claro.
-¿Podremos pasar a ver su cuerpo?- preguntó Liz al Doctor, pude ver cómo el asintió y Scarlett fue detrás de él. Cuando salió varios minutos después, ella tenía los ojos levemente rojos, pasó de largo, ahora les tocaba a Liz, Lucas y Charles, varios minutos después salieron, ahora les tocaba a Nessa, Dylan y Jane, entraron y salieron rápido, por último nos tocaba a mi y a Emily, entramos al purgatorio, pudimos ver el cuerpo de mi amigo, y bueno, de su novio, en una camilla de metal, nos acercamos y ella acarició su cara, lloró en su pecho, dejó un beso en sus labios ahora morados y seguro fríos, me acerque, acaricie su cabello, deje un beso en la mejilla, salimos, ambas llorando y me despedí, tenía que ir a ver cómo estaba Derek, cuando llegue al hotel, él ya estaba dormido, intentando no hacer ruido me acosté a dormir, daba vueltas sin dejar de pensar en Aiden, todos estábamos dolidos, él nos unía a todos, ahora ya no estaba, lo peor del caso es qué tal vez quien lo mato fue una de las personas más importantes que tuve en la vida, algunas lágrimas resbalaron por mis mejillas, él siempre quiso vernos feliz, ahora se lo cumpliríamos, si nosotros estábamos felices, sabíamos que él estaría más feliz aún. "Siempre te recordaremos con cariño Aiden, siempre te extrañaremos, gracias por haber estado tanto tiempo, recordarte con cariño será nuestro trabajo ahora que ya no estás aquí." Este fue mi último pensamiento antes de quedarme profundamente dormida.

Nunca es tarde [Isaac Lahey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora