Capítulo 13 - Víbora

495 79 7
                                    

Tuve que disimular mi propia sorpresa luego de soltar aquello sin ni siquiera pensarlo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tuve que disimular mi propia sorpresa luego de soltar aquello sin ni siquiera pensarlo. Me había dejado llevar por el desprecio que le tenía a mi prima, quien siempre quería demostrar que era mejor que yo. Raquel y yo no fuimos siempre de esa manera, hubo una época en la que éramos realmente amigas, o por lo menos era eso lo que yo creía. Toda la amistad sincera que podíamos tener en el pasado desapareció con la llegado de Miguel, desde ese entonces nos limitamos a fingir.

Michael agrandó los ojos con sorpresa pero cambió su expresión rápidamente por una sonrisa honesta.

— ¿Qué? — bufo Raquel — ¿Tu novio? ¿De verdad? — soltó en tono burlón mientras se reía

Michael me tomó de la cintura y me pegó a él. Pude notar que aquello no le hacía ninguna gracia, de hecho su expresión se volvió un poco dura.

— Ah, es que no es un chiste... — volvió a hablar mi prima

— No entiendo porque eso sería un chiste — intervino Michael serio — igual es algo de la cultura de aquí que aún no logro entender — fingió una sonrisa para tratar de aligerar el ambiente

Raquel lo miraba seria, conocía esa mirada, ya la había visto antes. De forma inconsciente me sujeté a Michael con más fuerza

— ¡Raquel! ¿Quién  es? ¿Por qué tardas tanto? — reconocía esa voz, era mi tía Gema — necesito tu ayuda...

Mi tía apareció en la puerta y sonrió de oreja a oreja cuando nos vio a Michael y a mi. Allí estaban madre e hija, muy parecidas por fuera pero nada en común por dentro, Raquel era una víbora y mi tía Gema era un pan de Dios.

— ¿Pero qué hacen allí? — se dirigió a nosotros — entren a casa, los estábamos esperando

Aún pegados uno al otro entramos.

— Tía, te presentó a Michael, mi novio — luego de soltarle aquello a Raquel tendría que mantenerlo, no me echaría para atrás

— Encantada de por fin conocerte — Gema lo abrazo y le dio dos besos, uno en cada mejilla, como bien acostumbraban los españoles

— El placer es todo mío — dijo Michael con una enorme sonrisa — le traje esto — extendió la bolsa con los vino hacia mi tía

— No te tenías que molestar, eres un encanto — acepto los vinos maravillada, a diferencia de Raquel que poco le costaba disimular su molestia —Aún tengo mucho que preparar, espero que no les moleste que me lleve a Raquel

Para nada,  llevatela y que no vuelva nunca

Para nada, voy a presentar a Michael a los demás y ahora te echo una mano también — le dije a mi tía quien asintió y desapareció con Raquel en la cocina

— ¿Estas bien? — se giró Michael hacia mí  y me tomo del mentón,  obligándome a verlo a los ojos.

— Si... —suspire

Estrellada (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora