Capítulo 31 - Que empiece el juego

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Observe la taza de café en mis manos, Michael se había levantado de la cama mucho antes que yo y se había tomado la molestia de preparar el desayuno, y no me quejaba porque era realmente un buen cocinero

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Observe la taza de café en mis manos, Michael se había levantado de la cama mucho antes que yo y se había tomado la molestia de preparar el desayuno, y no me quejaba porque era realmente un buen cocinero. Pero al observar la taza de café me di cuenta de una cosa.

— El otro día en tu casa me serviste el café como me gusta

— Si, claro — respondió sin entender muy bien a donde quería llegar

— Me refiero que... tu tomas el café solo, ¿fue una coincidencia que tuvieras leche de almendras y miel?

— No, cuando supe que estabas aquí lo compre. Es una de las pocas cosas que compartimos, que amamos el café y yo... no se, quería poder prepararlo como te gusta — sonreí ante su tierno detalle

— Un momento... ¿eso quiere decir que estabas seguro de que te meterías entre mis piernas...?

— ¡No! — río — no, pero tenía la esperanza — río más fuerte y rei con él.

— Esta bien

— ¿El qué?

— Que te metas entre mis piernas... — solté pícara. Michael abrió grande los ojos (no lo había visto venir) y luego me dedico una sonrisa traviesa

— ¿Si? ¿Te gusta? — se acercó a mi y rodee mis brazos en su cuello 

— Si, mucho... — me aproxime a él lo suficiente para susurrar en su oído — ¿Te gustaría meterte entre ella ahora?

Senti que su respiración se cortó y los latidos de su corazón se aceleraron. Retrocedió un poco para mirarme a los ojos

— Siempre... — su voz se tornó ronca, como siempre que se empezaba a excitar.

Junto sus labios con los míos y comenzó a acariciarme los muslos.

— ¡Oh! ¡OH! — nos separamos de golpe — ir a la habitación — dijo Harry desde la puerta de la cocina tapándose los ojos con las manos. Lo que nos causó mucha risa y ambos empezamos a reír fuerte y Harry no tardo en destaparse los ojos y unirse a nuestras risas.

— No sabía que estabas aquí — le dije

— Volvi anoche, pero muy tarde —explico y se sentó con nosotros

Habia arruinado la tensión sexual pero lo que vino después también fue agradable. Desayunamos los tres juntos  conversando de trivialidades y eso me dio tranquilidad, a pesar de que Harry y Michael habían empezado con mal pie ahora parecían estar llevándose bien. Harry pregunto si quería ir a jugar tenis con él y tuve que rechazar su oferta y él era la curiosidad personificada así que insistió

—¿Por qué no puedes? Solo será un rato — hablo despreocupado, aún no había notado la tensión que había empezado a acumularse en mis hombros — pensaba que Michael tenía rodaje hoy

Estrellada (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora