Las últimas dos semanas me había sumergido en el trabajo y había intentado alejarme de Lisa Manoban tanto como me fuera posible, aunque gracias a Amy, seguía de cerca sus progresos.
J.J., su abogado, había presentado la solicitud de la custodia de Leah a nombre de Lisa y tras una semana el juez había emitido la que ya imaginábamos, sería su decisión. Durante los próximos tres meses, Lisa debería someterse reconocimientos semanales, para constatar la ausencia de cualquier tipo de sustancia de su organismo. De lograrlo, al cabo de tres meses le sería otorgada la custodia definitiva de su hermana.
Durante ese tiempo, la niña permanecería en casa de mi madre donde Lisa podría visitarla con frecuencia, siempre bajo la supervisión de Amy, la madre de acogida de Leah.
Con el tiempo, si no se veía ningún tipo de comportamiento nocivo para la menor, se autorizarían las visitas no supervisadas, algo que, podía imaginar, debía haber hecho daño a Lisa.
Saber que no se le permitía ver a su hermana a solas, para que Leah no resultara dañada no debía haberle hecho feliz, pero yo esperaba que eso solo le diera fuerzas para obligar al mundo a aceptar que ella nunca dañaría a su hermana.
Pero yo sabía que lo lograría, de la misma forma que sabía que Amy solo se encargaría de ayudarles.
Eso tranquilizaba mi conciencia, cada vez que decidía no ponerme en contacto con Lisa y mantenerme alejado de ella.
Quería pensar que me habría acercado a ella si no le estuviera resultando fácil seguir adelante pero, según lo que Amy y la misma Leah me habían explicado, Lisa lo estaba haciendo realmente bien.
Kim Jennie, una chica con la que había hecho gran amistad en el centro de rehabilitación, estaba a su lado ayudándola y apoyándola.
Así había sido cómo había decidido inscribirse en un curso de repostería para continuar con las clases que había estado siguiendo en el centro, y de esa forma se mantenía ocupada y entusiasmada con su nueva vida.
Y a mí, permitía mantenerme coherente y enfocado en recuperar mi relación con Haneul, antes de tenerla completamente perdida.
Era una tontería, pero no podía olvidar aquel diminuto roce de labios que se había dado entre Lisa y yo, el día que la había recogido del centro y la había llevado a su casa.
Lisa estaba enfrentándose a demasiadas novedades y desafíos como para agregar la complicación de algún tipo de extraña relación romántica con un hombre comprometido. No podía permitir que se confundiera creyendo que había, o podía haber entre nosotros, algún tipo diferente de relación a la que había en realidad.
Por otra parte, yo mismo estaba demasiado enamorado de mi preciosa novia como para buscar destruir lo que teníamos.
Fue por esa razón que me enfrasqué en el trabajo para conseguir tres días libres, sin teléfonos ni buscas, para poder irme unos días con Haneul y meternos de lleno en nuestra relación.
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En tus brazos | Lizkook ✔
FanfictionUna vida segada en una noche. Dos vidas unidas por una pérdida irreparable. ¿Cuánto más puedes caer cuando ya has tocado fondo? ¿Qué opciones tienes, más que levantarte y salir adelante? Lisa tiene un enorme reto que superar, y de ello dependerá su...