Mi relación con Haneul no acababa de recuperarse y, volver a lo que había sido antes de la muerte de BamBam Manoban, no estaba resultando sencillo.
Por mucho tiempo que pasara con mi novia, ella no dejaba de molestarse cada vez que hablaba con Lisa, o nos veíamos en casa de Amy.
Y mis conversaciones con Lisa acabaron por convertirse en habituales, casi diarias, incluso.
Y que Lisa me llamara cuando Haneul y yo estábamos juntos, no me estaba ayudando demasiado.
Lisa, por su parte, estaba cada vez más recuperada y parecía estar empezando a tomar el control de su vida.
Acudía diariamente a sus clases de repostería, y pasaba muchas tardes cocinando en su departamento.
Acompañada por su amiga Jennie, había ido a la que había sido su casa, y después de que Leah le manifestara su acuerdo, la había vaciado, cerrado y puesto a la venta.
Sus planes consistían en, no bien obtuviera la custodia legal de su hermana, buscar juntas un lugar donde vivir.
Un lugar sin recuerdos y al que juntas acabaran convirtiendo en un hogar.
Y yo estaba seguro de que lo lograrían.
Y, egoístamente, deseaba que todo sucediera tan rápidamente como fuera posible, ya que solo entonces podría asegurarme de recuperar mi relación con Haneul.
Después de esos últimos cuatro meses, había reconocido que era imprescindible que Lisa lograra hacer su vida y se alejara de mí, porque yo era incapaz de alejarme de ella.
Después de haber visto a Lisa ese fin de semana en casa de mi madre, y ante la incomodidad de mi novia, reservé una mesa en el Firefly para una cena romántica.
Haneul, enfundada en un vestido azul que se adhería a su cuerpo como un guante y quitaba el aliento, abrió la puerta de su departamento haciéndome trastabillar.
—Estás preciosa, cielo —susurré rodeando su cintura con un brazo para abocarme sobre sus labios.
—Vas a quitarme el maquillaje —rió Haneul alejándose de mí.
—No puedes ponerse ese vestido y pretender que no te bese.
—Pues deberás guardar tus ganas hasta nuestro regreso —replicó burlona.
—Pues estoy pensando en cambiar la cena por un simple café.
—Ni se te ocurra —rió Haneul saliendo del departamento y cerrando la puerta tras de sí.
La cena fue romántica y muy agradable, pero yo no veía el momento de acabarla para ir al departamento de Haneul y poder hundirme en su cuerpo.
—En el bufete me han ofrecido un caso bastante interesante —dijo Haneul mientras acabábamos los postres.
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En tus brazos | Lizkook ✔
FanfictionUna vida segada en una noche. Dos vidas unidas por una pérdida irreparable. ¿Cuánto más puedes caer cuando ya has tocado fondo? ¿Qué opciones tienes, más que levantarte y salir adelante? Lisa tiene un enorme reto que superar, y de ello dependerá su...