Desperté recostada sobre el pecho desnudo de Jungkook, con sus brazos rodeándome.Su respiración era suave y cadenciosa. Dormía a mi lado con sus brazos a mi alrededor y su mentón recostado sobre mi cabeza.
No sabía cuándo había sido la última vez que me había despertado así.
No.
Ésa no era la verdad.
Sabía exactamente cuándo me había despertado así antes, nunca.
Nunca en toda mi vida había despertado sobre el cuerpo de un chico que me abrazara tranquilamente.
Ésa era la primera vez.
Pero esta no era la única primera vez que había vivido esa noche.
Nadie diría que yo era una chica inexperta en algo relacionado con el sexo.
Para una chica como yo, que había perdido la virginidad a los catorce años y, teniendo en cuenta que la segunda vez que me había acostado con alguien había sido en un trío, acompañada por dos hombres que tenían diez años más que yo, creer que había algo que a mis veintidós aún no había experimentado con un hombre en la cama era, cuando menos, inverosímil.
Pero esa noche había descubierto que aún me faltaban muchas cosas por descubrir sobre lo que sucedía entre dos personas en la cama.
Ésa había sido la primera vez que me había acostado con un hombre sin que hubiera habido entre nosotros algún tipo de sustancia estimulante más que nuestro propio deseo.
Siempre había tenido sexo habiendo consumido cocaína, heroína, éxtasis, marihuana o por lo menos alcohol en cantidades ingentes.
Ésa era la primera vez que mi acompañante buscaba primero mi placer antes que el suyo. Era la primera vez que me trataban con dulzura, un ingrediente que nunca había creído necesario o siquiera deseable en los encuentros sexuales.
Y era la primera vez que estaba en la cama con un hombre y no sabía qué hacer o cómo actuar.
Porque yo me había ido a la cama con decenas de hombres pero nunca, con ninguno de los innumerables tipos con los que había tenido sexo, había sentido lo que esa noche Jungkook me había hecho sentir.
Y no hablaba de orgasmos o desahogo físico, sino de un clímax espiritual que no sabía cómo retener.
Pero algo había surgido esa noche entre Jungkook y yo, aunque yo no tenía los conocimientos necesarios como para clasificarlo. Pero de alguna forma, sabía que tenía que hacer cualquier cosa para mantenerlo y repetirlo.
No sabía cuánto podría durar esto entre nosotros, si es que había algo entre nosotros.
No creía que existiera algo que yo pudiera hacer para retener a Jungkook, pero seguro como el infierno, que yo quería retenerlo.
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En tus brazos | Lizkook ✔
FanfictionUna vida segada en una noche. Dos vidas unidas por una pérdida irreparable. ¿Cuánto más puedes caer cuando ya has tocado fondo? ¿Qué opciones tienes, más que levantarte y salir adelante? Lisa tiene un enorme reto que superar, y de ello dependerá su...