Capítulo 29♡

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A pesar de lo que Jungkook dijera, durante las siguientes semanas, no le vi

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A pesar de lo que Jungkook dijera, durante las siguientes semanas, no le vi.

No creía que me estuviera evitando, pero no me atrevía a descartarlo, después de lo que había sucedido aquella mañana en mi departamento.

Le había besado y me había olvidado por completo de su novia. Sabía que no había actuado bien, pero aunque en mi defensa podía decir que él también me había besado, incluso era quien había comenzado el beso, no me sentía tan inocente como para eximirme de culpa.

Pero en esas semanas, que Jungkook no se comunicara conmigo, me entristecía aunque yo misma no había buscado ponerme en contacto con él, porque la culpa y las dudas me carcomían.

Por un lado no me gustaría que Jungkook rompiera su relación con su novia, debido a mí, porque estaba segura de que él la amaba y yo creía que él se merecía ser feliz con ella. Pero sería una hipócrita mentirosa si no reconociera que parte de mí soñaba con su separación, lo que podría darme a mí una oportunidad con Jungkook.

No estaba segura de merecerme una oportunidad, pero la deseaba con ansias.

Pero también tenía muy claro que, si algún día Jungkook rompía con su novia, y yo quería una oportunidad con él, debía convertirme en una mujer digna de él.

Y en eso estaba volcando todas mis fuerzas.

Por ese motivo, había logrado enredar a Jennie para establecer un negocio.

La idea de ser llamada "empresaria" entusiasmó a mi amiga y después de solo haber soltado la idea en una conversación de viernes a la noche, frente al televisor, pizzas y cervezas sin alcohol, Jennie se había dedicado a hacer cientos de averiguaciones para poner en marcha nuestro negocio.

—Sería una locura abrir un local —le expliqué a mi amiga discutí ojeando los papeles que me había entregado con ofertas de locales en alquiler —Apenas estamos comenzando a hacer pasteles y cupcakes, no tiene sentido intentar abarcar tanto.

—Creí que habías dicho que querías comenzar a comercializar dulces.

—Sí, pero si abriéramos un local necesitaríamos contratar personal ya que tú y yo solas no podríamos generar una producción suficiente.

—¿Y cuál es tu idea, entonces?

Mi idea.

Mi idea, gracias a unos oportunos comentarios de mi profesora de repostería, era dedicarme a vender cupcakes y galletas, ya que cocinaba mucho más de lo que podía consumir y, para una chica como yo, sin familia ni amigos, a menudo no sabía a quién regalar mis productos.

—Ya sabes, no puedo continuar comiendo cupcakes y galletas cada día y, aunque los Jeon están encantados con mis regalos, no creo que les dé tiempo a comérselos al ritmo que yo los cocino —expliqué —Por eso creo que deberíamos intentar venderlos, pero de momento podríamos vender online, es decir, nos hacemos una página web y cocinamos contra pedidos.

En tus brazos | Lizkook ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora