-¿Qué coño haces?El grito de Jennie a mis espaldas me sobresaltó y decenas de pastillas de colores rodaron por la mesa.
-¿Qué haces tú aquí?
-La niñera de tu hermana estaba saliendo y me dejó entrar -explicó mi amiga parándose frente a mí -¿Se puede saber qué estás haciendo?
-Nada -respondí nerviosa a la vez que juntaba las grageas amontonándolas para volverlas a guardar en su envase original.
Con Leah en el colegio y sin pedidos que preparar, las constantes guardias de Jungkook me ponían muy ansiosa.
Había logrado mantener a raya mi necesidad de llamarle a todas horas o de saber dónde o con quién estaba, pero para ello había acabado recurriendo a algunas de mis obsesiones adquiridas en la clínica.
Me había sentido una idiota, el día que Leah había entrado a mi habitación y me había encontrado rompiendo papeles en pequeños cuadraditos. En ese momento no había tenido una explicación racional para darle por lo que simplemente la había echado de mi habitación obligándola a a no volver a entrar en ella sin llamar.
No había tardado más de dos minutos en sentirme completamente culpable por el trato que le había dado a la niña, pero no había forma de que reconociera frente a una pequeña de ocho años que no sabía qué hacer para soportar el hecho de no ver a mi novio durante unas cuantas horas.
Para la niña había sido mucho más fácil aceptar que me gustara separar las pastillas de M&Ms por colores, así que eso era lo que hacía cuando me veía desbordada por la ansiedad.
Reconocía que era algo triste y casi vergonzoso pero nadie tenía porqué saberlo.
Hasta que Jennie llegó y todo se desmoronó.
-¿Acaso has vuelto a organizar tus chocolates por colores? -inquirió haciéndome sentir una idiota.
-No es tu problema -la corté mostrándome indignada.
Jennie se sentó frente a mí y me dedicó una mirada tan preocupada que me hizo sentir peor aún.
-¿Por qué, Lisa? ¿Qué ha pasado? ¿Cómo es que has vuelto a esto?
Su gesto preocupado me derrumbó. Acongojada y avergonzada crucé mis brazos sobre la mesa y escondí mi rostro en ellos.
-No sé qué me pasa, Jennie, pero no sé sobrellevar las ausencias de Jungkook.
-¿Qué quieres decir?
-Tiene guardias muy a menudo, y yo no sé qué hacer o cómo soportar no verlo durante un par de días.
-¿Cuánto duran estas ausencias?
-¿Qué sé yo? Lo máximo han sido dos días sin vernos.
-¿No puedes estar dos días sin verle? -inquirió Jennie mirándome con los ojos desorbitados.
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En tus brazos | Lizkook ✔
FanfictionUna vida segada en una noche. Dos vidas unidas por una pérdida irreparable. ¿Cuánto más puedes caer cuando ya has tocado fondo? ¿Qué opciones tienes, más que levantarte y salir adelante? Lisa tiene un enorme reto que superar, y de ello dependerá su...