Tenía trece años el día que fumé mi primer cigarrillo de marihuana.
Los había cumplido una semana atrás y BamBam se lo había perdido, por haber sido invitado a la gira nacional de "The Wolves", la banda de rock de su amigo Jackson Wang.
Ese día, BamBam había ido a buscarme a mi habitación y me había dicho que tenía un regalo para mí.
Huyendo de Seri , la niñera que tuvimos entre mis doce y mis dieciséis, habíamos subido al tejado de la enorme y moderna casa que Jhon le había comprado a Jiwoo unos meses atrás, en cuanto ella se había quedado embarazada de Leah.
—¿Qué es eso BamBam? —pregunté arrugando la nariz mientras él encendía el pequeño cigarrillo —Huele fatal.
—No lo huelas. Verás que te encantará —dijo dando una calada —Intenta aguantar el humo tanto como puedas, pero tienes que tragarlo, no basta que lo dejes en la boca.
Mirando dudosa del cigarrillo a mi hermano, ida y vuelta, lo acerqué a mi nariz.
El olor era terrible y el humo que se coló en mis ojos me hizo lagrimear, pero llevé el cigarrillo a mis labios de todos modos.
—Mierda, BamBam, esto es una mierda —me quejé después de aspirar el humo amargo, y soltarlo de inmediato tosiendo asqueada.
—Venga, gilipollas, te aseguro que está bueno. ¿Cuándo te he mentido?
Volví a aspirar y confié en mi hermano. Era lo único que sabía hacer, confiar en mi hermano.
Y como siempre, BamBam tenía razón.
La marihuana me produjo unas cosquillas en el estómago que me hicieron reír.
Todo parecía ir más lento pero a la vez más auténtico. Después de un momento de silencio, BamBam comenzó a decir todas las tonterías que cruzaban por su mente, pero por alguna razón todas ellas parecían lo más real y profundo que se le hubiese ocurrido jamás. Y todo resultaba ser graciosísimo y divertidísimo.
Mi boca estaba seca, pero BamBam había tenido la precaución de traer consigo dos botellas de agua.
Para cuando mi estómago empezó a reclamar comida, mi estado de relajación era total.
Esa tarde reímos durante horas sobre el tejado, eludiendo a Seri.
Seguimos haciéndolo el resto de la semana, y tal vez del mes.
En cuanto Seri nos traía a casa de vuelta del instituto, BamBam y yo nos escondíamos para fumar marihuana.
Ese fué mi inicio en el mundo de las drogas. Al menos mi inicio en carne propia, ya que habiendo vivido toda mi infancia con Jiwoo, las drogas habían sido moneda corriente en nuestra casa.
Era más sencillo encontrar en la alacena de la cocina un kilo de cocaína, que un mendrugo de pan.
Mi madre era Choi Jiwoo, aunque todos la conocían simplemente como Jiwoo.
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En tus brazos | Lizkook ✔
FanfictionUna vida segada en una noche. Dos vidas unidas por una pérdida irreparable. ¿Cuánto más puedes caer cuando ya has tocado fondo? ¿Qué opciones tienes, más que levantarte y salir adelante? Lisa tiene un enorme reto que superar, y de ello dependerá su...