Por primera vez en mucho tiempo, me sentía feliz.
Mi vida era todo lo que nunca había imaginado que una vida podía llegar a ser.
Después de perder a mi hermano de la trágica forma en que lo había perdido, no había imaginado que sería capaz de recuperarme, pero ahora mismo sentía que lo había hecho.
O al menos, estaba en ello.
Después de haber salido de la clínica y haberme mantenido completamente alejada de cualquier tipo de drogas o excesos durante meses, finalmente había descubierto que era posible vivir de otra forma y ser feliz.
Por primera vez en mi vida, tenía un trabajo y era uno que me gustaba realmente. El pequeño emprendimiento que compartía con mi amiga Jennie, avanzaba lentamente y muy poco a poco, pero avanzaba, y eso era genial.
Mi relación con Leah era cada vez más cercana y estrecha y en solo unas pocas semanas más, estaba segura de que obtendría la custodia total y por fin podríamos volver a vivir juntas.
Estaba deseando que llegara ese momento y Leah y yo ya habíamos comenzado a buscar viviendas por Internet ya que quería darle a la niña una buena casa en la que vivir.
Para lograr darle una vida estable había dado un nuevo paso. Dejando a un lado mi orgullo, había llamado a Senna y había conseguido que aceptara volver con nosotras. La mujer había mostrado su vena vengativa haciéndose rogar pero se lo perdonaba porque yo sabía que me lo merecía además de ser muy consciente del gran amor que Leah y Senna se profesaban.
Y, desde luego, yo sabía que Senna era buena para Lee.
Además de mi trabajo y mi hermana, de alguna forma había descubierto lo que era tener una familia y, tristemente, eso era algo nuevo para mí.
Los Jeon me habían enseñado la maravilla de tener una familia, personas que te quieran y te acepten incondicionalmente, que acepten tus fallos y errores y te ayuden a superarlos con su apoyo y comprensión.
En ellos, Leah y yo habíamos encontrado la familia que nunca habíamos tenido y habíamos aprendido a vivirlo y disfrutarlo.
Y, como si tener un trabajo, una familia y a mi hermana no fuese suficiente, ahora yo tenía un novio.
Sí. Un novio.
Yo nunca había tenido un novio y por lo tanto no sabía lo que era eso. Tenía algunas ideas y había escuchado comentarios pero nunca lo había vivido de primera mano.
Pero ahora lo estaba viviendo y solo esperaba poder mantenerlo.
Jungkook era todo lo que una mujer podría soñar. Todo y más.
Era guapo como el demonio, divertido, amable, cariñoso y un amante excepcional.
Yo estaba dispuesta a hacer cualquier cosa por él, pero él nunca parecía interesado en obtener tanto.
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En tus brazos | Lizkook ✔
FanfictionUna vida segada en una noche. Dos vidas unidas por una pérdida irreparable. ¿Cuánto más puedes caer cuando ya has tocado fondo? ¿Qué opciones tienes, más que levantarte y salir adelante? Lisa tiene un enorme reto que superar, y de ello dependerá su...