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Antes de empezar el día como era habitual para la joven con su trabajo como reportera, decidió darle una pequeña visita su amiga, quien se encontraba internada en el famoso hospital Metropolitano. Llegó a la recepción, dio su identificación y subió las escaleras para buscar la habitación donde su amiga se encontraba, pero mientras caminaba por los pasillos, dé repente una joven, tal vez como de su misma edad de aferro a ella. La joven menor veía atrás horrorizada y no paraba de murmurar cosas inaudibles.

—Está bien, cálmate. Dime qué pasa

Ella siguió sin mirarla y tampoco paro de murmurar. Al parecer buscaba la ayuda de la señorita reportera, pero esta no sabía cómo ayudarla, solo escuchaba sus murmuras sin sentido, y miraba su cuerpo notando que tal vez tenía hambre y frío.

—Solo quiero ir a casa —Dijo al fin, pero sin dejar de mirar atrás.

—Está bien dime tu nombre y...

—¡Stella!

—¿Has venido a llevarme a casa hermano?

La jovencita levanto la vista, una gran sonrisa se formó en su rostro, se separó de la señorita reportera y corrió a los brazos de aquel hombre que la había llamado, al parecer su hermano.

— Lo siento, Stella. Te llevare a casa cuando mejores

—Non voglio stare qui. Mi manca la nostra casa.

—Señor. Si puede llevarla a casa hágalo, este no es un buen lugar y menos para una joven como ella... Sin duda ella los echa de menos a todos. —Se atrevió a decir la reportera.

—Gracias por su sugerencia. La tendré en cuenta... ¿Señorita?

— Elizabeth... Elizabeth Colvin... ¿usted?

—¿Alguien puede ayudarme? ¡Jessica Taylor está teniendo otra recaída!

Una de las enfermeras salió apurada de una habitación y grito a todo pulmón que necesitaba ayuda.

—¡Jessica!... por favor, debe disculparme.

La reportera miro al hombre y le hizo una leve mueca, antes de que el pudiera responderle salió corriendo a la habitación de Jessica. Las enfermeras actuaron con rapidez de un momento a otro ella estaba atada. Cuando las enfermeras salieron le permitieron a Elizabeth estar a solas con ella... Su ropa hecha jirones y su precioso cabello rubio despeinado... "Si pudiera hacer algo por ella, si pudiera encontrar a Amy y sacarla de este horrible lugar" Pensó la señorita con un gran dolor en su corazón.

—¡Elizabeth! ¿Encontraste a Amy? ¿Amy está aquí? Padre la ha encontrado ¿verdad?

—Oh Jessica... Ojalá pudiéramos ser las amigas de antes... las dos junto a... Amy... Si tan solo tú padre también estuviera aquí. —Elizabeth se sento junto a ella en una orilla de la cama, la tomo con cuidado y la obligo apoyar su cuerpo en ella.

—Tanto padre como Amy se han ido ¡Jessica se ha quedado sin nada!

—Aún me tiene a mi... Sabes que nunca te dejare.

—Jessica espera que Amy vuelva de la escuela... Jessica espera que padre vuelva de la estación... Jessica esperará... Seguirá esperando

—Ambas esperaremos a que vuelvan, Jessica. Te prometo que encontrarte a Amy.

—Srta. Colvin, que bueno verla. La cirugía de Jessica se ha propuesto para el próximo mes.

—¿Cirugía? Yo no puedo pagar eso y...

—No se preocupé, la paciente tiene un pariente lejano que paga la factura.

—¿Pariente? ¿Podría saber quién es? Yo soy la última que sabe de Jessica.

—Bueno si usted no sabe. Yo tampoco tendría que saberlo... La hora de la visita ya se ha acabado. Por favor retírese

La señorita suspiro y le dio un abrazo como adiós a su amiga. La mujer desconcertada no acepto y ni se molestó por sonreírle. Decepcionada por ello, Elizabeth se marchó junto a la enfermera quien la dejo en la entrada del hospital; la joven miro una última vez el hospital y dio rumbo a su trabajo en el periódico de Sun News.

Al llegar lo único que recibió fueron quejas y gritos de su Jefe, pidiéndole un buen artículo rápido o la despediría. Era su primer trabajo oficial como reportera después de acabar con la universidad y según su jefe, era la peor reportera que había contratado. Ese trabajo era de vital importancia no podía perderlo. Luego de recapacitarlo unos minutos solo se le ocurrió escribir un artículo sobre la historia de Jessica... Muchas personas podrían conocer su historia y tal vez alguien podría ayudarla a buscar a la pequeña Amy. "Dos pájaros de un tiró" Pensó con alegría.

Tal y como planeo escribió un artículo de la tragedia de su amiga y se lo presento a su Jefe, luego de unas dos horas él acepto su publicación y la felicito por ello. Más que alegre por su primer éxito pudo retirarse a casa y por fin descansar.

Al día siguiente las calles de Nueva York están más animadas que nunca se acercó a un vendedor de periódico que le dio las buenas nuevas, su artículo ha sido publicado en la primera plana del periódico. Al llegar al Sun News sorprendentemente su Jefe estaba más feliz que nunca y gritaba las buenas noticias mientras caminaba por toda la oficina, con la historia que ella escribió superaron a varios periódicos.

—Está noche asistirás conmigo a la Cena de la prensa de Nueva York, Elizabeth. Empieza a las 8 ¡No llegues tarde!

Asintió con la cabeza y escucho los murmuros de sus compañeros a sus espaldas, pero el Jefe les callo y dijo que el éxito era solo suyo.

"Es increíble un solo artículo puede afectar tanto las ventas, Un artículo el cual es mío"

Su jefe hablo con ella, le dijo que se arregla para la noche, luego le dio la tarde libre.

Ella tenía un buen presentimiento, esa noche seria de las mejores, por fin si carrera daba frutos y era solo el principio ya vendrían muchas más cosas buenas. Esa cena tenía que lucirse y dar una buena impresión...

•𝑃𝑎𝑠𝑎𝑑𝑜 𝑑𝑒𝑙 𝑓𝑢𝑡𝑢𝑟𝑜• #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora