•𝑃𝑎𝑠𝑎𝑑𝑜 𝑑𝑒𝑙 𝑓𝑢𝑡𝑢𝑟𝑜• #1

~38~

Leonard y Elizabeth se separaron de su abrazo cuando escucharon la puerta del lugar donde estaban abrirse y luego la voz de alguien, la cual parecía conocida
Leonard se puso de pie para asegurarse que no hubiera peligro y Elizabeth detrás de él.

— ¿Elizabeth? ¿Leonard? — El muchacho se acercó a Liza para ayudarla a soportar su peso pues él se dio fácilmente cuenta de las heridas de ambos.

— Edmund... ¿Que haces en este lugar?

— pregunto lo mismo, y este lugar es una tienda vengo a dejar algunos periódicos. Ven, los llevaré a mi casa y llamaré a un médico. — Antes de que Elizabeth pudiese decir algo Davis la alzó como si fuera una princesa y salió con ella para dejarla en su coche luego de eso volvió por Leonard y para ayudarlo a caminar.

— Edmund, agradezco que seas tan amable conmigo pero Vittorio vendrá por mi...

— Despues te llevare con el

— Pero...

— Pero nada, si sigues así terminarás de desángrarte y moriras — Dijo angustiado, volvió a encender el coche para conducir.

Leonard y Elizabeth se intercambiaron miradas, no sabían qué decir, hasta que Leonard solo alzó los hombros y reposó su cabeza en la ventana, pasaron unos segundos hasta que quedó profundamente dormido.
Fue como si hubiese dejado solos a los jóvenes pues ni se notaba su presencia.
Hubo un pequeño silencio incómodo, Elizabeth miró a Davis un momento como si intentara decir algo pero luego volvió su vista a la ventana.
Davis notó su incomodidad, rodó los ojos y dio una sonrisa divertida, después de todo ella seguía siendo su amiga, a pesar de que no se veían hace un par de meses.

— Entonces... ¿Como has estado Liz? ¿Ahora eres una mafiosa? — La muchacha le miró unos segundos en silencio y suspiró, posó su mano encima del brazo de Edmund y habló.

— Edmund... hay muchísimas cosas que no sabes de mi, pero como mi amigo tienes derecho a saberlas....

— Tienes razón, debes contarme. — El asintió eh hizo un pequeño gesto con su ceja.

— Bueno... lo primero es que no soy Americana, nunca lo fui, y mi nombres es Elisabetta no Elizabeth, aún que realmente es lo mismo puedes decirme como quieras pero... Mi apellido es Vitale no Colvin, eso era solo una fachada... una fachada que el padre de Vittorio me dio... — Edmund se detuvo un momento por la luz roja Y miró a Elizabeth con lo ojos bien abiertos, claramente sorprendido.

— Valla... Eres como una caja de sorpresas Elizabeth... oh Elisabetta como sea... Ósea que eras mafiosa mucho antes de conocerme, ahora si me siento traicionado...

— Realmente yo no... mi padre lo era, y no soy una mafiosa no digas eso. — La muchacha miró al frente y suspiró.

— Ustedes los italianos suelen darle muchos problemas América y se creen los dueños. — Elizabeth frunció el ceño y miró molesta a Davis.

— Escucha, no todos somos iguales, algunos vienen aquí buscando ayuda por que creen que este lugar es precioso y les dará un mejor futuro, y los otros... En el fondo no les causan ningún problema los negocios en su mayor parte se quedan entre nacionales, no tendrían por qué afectarle a los Americanos... Si no quieres que no te vuelva hablar en toda tu vida será mejor que te disculpes... Vez, por eso nunca te dije que soy Italiana. Cuando pensabas que era Americana me tratabas como cual quier persona, trabajábamos lado a lado y ahora me vez por debajo de tu zapato. — Davis guardó silencio, Elizabeth se cruzó de brazos y apartó la vista del muchacho. — Para el coche.